Doña Bárbara: Ojos Color Sol.

Capítulo 13. "Como una familia"

—Hasta donde yo recuerdo los amigos no se celan.—Dijo ella rondando los ojos.—Además, no tengo por qué darte explicaciones.

Santos apretó el puño con fuerza, sentía su sangre arder en ese momento, no quería iniciar una discusión con ella.

—Tienes razón.—Dijo con los dientes apretados.—Iniciemos otra vez.—Fingió una sonrisa.—Hola, Bárbara...

—Mucho mejor.—Dijo ella sonriendo. Le encantaba el hecho de que él estuviera celoso.—Buenas noches, doctor Luzardo.

—Venía a invitarles a cenar... Pero creo que tienen otros planes.—Dijo obviamente enojado.

Bárbara asintió pensativa, iba a disfrutar hacerle pasar un mal rato.

—Fíjese, doctorcito... Que no, que en éste momento estamos libres.—Dijo pasado el rato.
Santos suspiró pesadamente, sabía que le estaba provocando.

—No voy a caer en tus juegos, sé lo que haces.—Dijo desafiandole con la mirada.

—¿Y qué hago?—Dijo inocente mientras peinaba su cabello para intentar secarlo.

—Quieres que arme una escena y así podrás tener la excusa perfecta para enojarte y alejarte de mí.—Ella rió por lo bajo, era más listo de lo que pensaba.

—Qué mal pensado eres, Santitos.—Se burló, Santos gruñó nuevamente y se acercó más a ella.

—¿Te parece en veinte minutos abajo?—Preguntó muy cerca de sus labios.

—Hay una pizzería cerca...—Murmuró ella deseando que Santos le besara, realmente quería sentir nuevamente sus labios, así sea en un beso chiquito.

—Santos.—La voz de la pequeña hizo que ambos se alejaran bruscamente. Bárbara miraba a Santos con los ojos muy abiertos.

—¡Charley!—Él sonrió al verla intentando no parecer nervioso.—Justo quería hablar contigo.—Miró a la joven de arriba a bajo y notó que al igual que Bárbara estaba empapada.—¿Guerra de agua?

—Ni preguntes.—Dijeron ambas al unísono.

Santos asintió riendo, el parecido en ambas era increíble y amaba ver que sus gestos también lo eran.

—Estaba pensando en invitarte a cenar pizza, tu mamá me dijo que cerca hay una muy buena.—Los ojos de la pequeña brillaron de emoción.

—¡Sí!—Gritó feliz.—Mamá dile que sí.—Miró a su madre a la vez que sentía su estómago rugir de hambre.
Bárbara asintió a duras penas.

—También hay alguien que quiero presentarte.—Dijo Santos llamando la atención de Bárbara también.
Ella enseguida sabia de que trataba y bufó con fastidio, ¿ahora era una salida familiar?

—¿Tienes novia?—Preguntó Charley incrédula.—Pensé que habías dicho que estabas enamorado de alguien más.

Bárbara sintió tambalearse, Santos se sonrojó al escuchar lo que decía la pequeña. Y Charley se frustró al pensar que el hombre ya tenía a alguien, en su imaginación lo veía saliendo con su madre.

—No, mi amor, no es nada amoroso...—Dijo sin saber qué responder.—Y respecto a lo otro, sí... Sigo locamente enamorado.

—Pues espero que esa mujer lo valore.—Dijo ella enojada.

Bárbara soltó una risa irónica. Santos se volteó hacia ella y la miró con los ojos achinados.

—¿Recuerdas que te dije que había sido yo quién me porté mal?—Ella asintió.