Bárbara tenía los pelos de punta, le habían dicho que Charley había salido hace unas tres horas. ¡Ya tenía que haber llegado!
Raúl estaba tratando de calmarla mientras esperaban a Virginia.
–Tenías razón.–Dijo Raúl dando una calada a su cigarrillo. –No eres tú misma cuando estás cerca de ese hombre.
–¡Pero cuéntame que te dijo Charley!–Gritó Virginia entrando.
–Solo logré sacarle muy poco, me dijo que no hablaron mucho que se la pasaron tocando todo el tiempo. Que era ganadero y que por eso estaba aquí.– Dijo éste notando como Bárbara se tensaba.
El pensar que su hija y su padre habían estado a solas y por primera vez juntos hizo que un sentimiento extraño se instalara en su pecho.
– ¿Qué harás ahora, Bárbara?– Preguntó Virginia tomando asiento a su lado.
Ésta suspiró, como si fuera tan fácil responder a aquello.
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Charley llegó a donde estaba Santos, muy preocupada la chica lo sacudió, sintió un dolor en su pecho que nunca había sentido antes.
– ¿Qué...qué pasa?– Santos abrió los ojos con fastidio.– ¿Charley?– Preguntó confundido.
– ¡Gracias al cielo que estás bien!– Gritó la chica.
– ¿Por qué no iba a estarlo?– Santos se sentó en la arena.
– Creí que algo te había pasado, parecías muerto.– Dijo esta sentándose a su lado.
– Lamento que te haya asustado, sólo estaba dormido, no sé en que momento me ganó el sueño.– Dijo sintiéndose un poco avergonzado.
Pedro veía la escena desde un poco de distancia, observaba a Santos con curiosidad.
Esos ojos eran idéntico a los de Charley.
Se extrañó de la confianza que había entre ellos, ya que Charley siempre ha sido muy desconfiada.–Ven, volvamos al hotel.–Charley se levantó al igual que Santos.–Por cierto ese sujeto es Pedro. –Pedro rodó los ojos y tendió la mano.
–Santos Luzardo.
–Pedro.
Los tres caminaron, Santos medió explicó el que hacia antes de caer dormido. Charley hizo una que otra broma respecto a eso y sin darse cuenta ya había llegado al hotel.
Pedro se despidió y se fue a su casa.Santos quedó extrañado al ver que muchas personas saludaban a Charley.
–¿Eres alguien famoso y yo no te reconocí? –Preguntó Santos con sorna.
–No, solo son amigos.–Ambos subieron al ascensor.–¿Cúal es tu piso?
–18.–Dijo él. Charley apretó su piso y luego le dio al del penthouse. Santos la miró sorprendido pero no dijo nada, en ese momento su cabeza se encontraba lejos de ahí.
Cuando el ascensor llegó hasta el piso de Santos ambos se despidieron, Charley lo abrazó dejándolo otra vez asombrado, pero le devolvió el abrazo.
–Hasta luego, ojos color sol.–Dijo bajando del ascensor.
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Bárbara estaba dando vueltas una y otra vez por su habitación, hace unos 10 minutos sus amigos se fueron.
La puerta se abrió y Bárbara pegó una carrera hasta ella, Charley la vió entre sorprendida y confundida; Bárbara estaba entre regañarla o abrazarla. Se decidió por la segunda.
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Doña Bárbara: Ojos Color Sol.
RomanceAun queda una historia que contar. ---- Código de registro: 1605247844883 Fecha de registro: 24-may-2016 21:00 UTC Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Portada gracias a: @MarySalazarS13