Antonio y Bárbara estaban llegando al centro comercial, habían pasado todo el camino sin dirigiese la palabra, Bárbara estaba enfrascada en su teléfono viendo las fotos del pueblo y Antonio se encontraba muy nervioso para decirle algo.
–¿Tienes alguna idea de lo que quieras?–Preguntó Bárbara una vez fuera del auto.
–Sinceramente no sé lo que pueda querer, mariposa.–Dijo Antonio entrando a una joyería.
–¿Mariposa?–Preguntó con burla ella.
Antonio no contestó, habían sido muchos años de burla por parte de Santos y ahora no se imaginaba a Bárbara haciendo lo mismo.Bárbara se le ocurrió preguntar a la que atendía la tienda por algo que llevara una mariposa.
La mujer volvió con un collar de oro con una mariposa mediana. Por el contorno de las alas tenía piedras que la hacían lucir más hermosa.
Antonio la miró embobado y Bárbara subió una ceja de superioridad.
Cecilia era una mujer capitalina, por más sencilla que se haya vuelto, sabía que su debilidad siempre sería la joyería.
La sonrisa de Antonio decayó cuando vio el precio.
Bárbara lo notó en seguida pero no quiso decir nada hasta que él no dijera algo.—Realmente es hermoso y se que a Cecilia le encantará pero con los niños y eso, realmente pasa de mi presupuesto.—Se lamentó viendo a la vendedora con algo de vergüenza.
—Lo llevaremos.—Habló Bárbara sin prestarle atención a Antonio. Sacó su tarjeta y se la tendió a la mujer.
—No, no puedo permitirlo, Bárbara.—Antonio la miraba atónito.
—No te estoy pidiendo permiso.
—Es demasiado caro, pero realmente puedo darte ahora la mitad y yo después...
—Antonio Sandoval, cierra la boca.—Gruñó estresada.—Puedes tomarlo como un gesto de gratitud por todo lo que Cecilia hizo por Marisela...
Él se impresionó al escuchar aquello, no había querido tocar ningún tema relacionado con su pasado.
La vendedora le entregó la caja con el collar y ambos se marcharon en completo silencio.
Mientras estaban en el carro Bárbara se decidió a hablar pero fue adelantada por Antonio.
—Ella está bien...—Murmuró.—Tiene un hijo precioso, el cual tiene tus ojos...
Bárbara sintió una puñalada en el pecho. Sabía que se perdió muchísimas cosas... Tenía un nieto, el cual era fruto del amor de Santos y Marisela.
—Creo que necesitas hablar con Santos...—Dijo Antonio por último.
Bárbara lo miró fijamente por unos minutos, Antonio fue consciente de el dolor que cargaba, y realmente quería ayudarla y explicarle tantas cosas, pero sabía que era algo que no le correspondía a él. Bárbara estaba tan cambiada, y sabía que el hecho de que ellos estuvieran ahí, le hacía mal.
En un pasado no había logrado entender sus actos, acusándola desde bruja a otras atrocidades, ¿y realmente él quién era para juzgar?
Se arrepentía de muchísimas cosas...
Continuaron el resto del viaje en completo silencio.
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Doña Bárbara: Ojos Color Sol.
RomanceAun queda una historia que contar. ---- Código de registro: 1605247844883 Fecha de registro: 24-may-2016 21:00 UTC Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Portada gracias a: @MarySalazarS13