Charley:
Santos es tu padre...
La maldita frase corre por mi mente atormentandome, mi cerebro no podía procesar aún lo que acababa de pasar.
¿Ese hombre al que tanto cariño le había agarrado en tan poco tiempo, el que cada vez que veía a mi mamá le brillaban los ojos, ese hombre que parecía tan bueno, tan justo, era el mismo hombre que había hecho sufrir tanto a mi mamá?
Santos era un monstruo.
—Quiero irme.—Le ruego a mi mamá nuevamente, ella estaba estática frente a mi sin entender nada.—Todos ellos son malos...
Miro a mi alrededor, y todos están con la misma cara.
Tanto Cecilia, como Antonio... Y Marisela. Todos eran unos monstruos.
—Charley, por favor...—Santos intenta acercarse.
—¡No!—Grité.
Mi tío Raúl se acerca más a mi y le hace un gesto a Santos que le hace retroceder.
—No puedo creer que tú seas mi padre.—Dije con rabia.—Quiero irme.
Mi mamá estaba pálida, lágrimas brotaban de sus ojos sin parar.—Charley, hay cosas que tú no entiendes...—Dice Marisela.
—¿Hay cosas que yo no entiendo?—Pregunto enojada. Ella intenta acercarse a mí.—¡Qué no te me acerques!—Grito.—¡Los odio!—Siento como varias de las lágrimas que estaba conteniendo salen libremente.
Santos al igual que mi madre quedó petrificado al escuchar mis palabras, sus ojos se inundan de lágrimas.
—Charley, no tienes por qué odiarlos.—Habló mi mamá con su voz ronca.—En todo caso deberias odiarme a mí, yo te lo oculté...
—A ti nunca te voy a odiar, tú no eres como ellos...
—Charley hay cosas que ocurrieron en el pasado que tú no entiendes.—Dice Marisela.—Santos tampoco sabía que tenía una hija... Todos hemos sido víctimas...
—¿De quién?—La interrumpo.—¿Me vas a decir que todos aquí somos víctimas de Doña Bárbara?—Las miradas sorprendidas estaban sobre mí.
—Mi niña... Tú no sabes de qué estás hablando.—Mi mamá se acerca a mi y yo no rehuyo.—Santos es la mejor persona que...
—No.—Digo enojada.—No le hagas quedar bien porque no lo merece.—Grito.—Ese hombre te humilló, te trató muy mal y ni siquiera me quiso cuando se enteró que me estabas esperando.
—Charley...—Mi mamá me miró sorprendida.—¿Cómo?
—Lo sé todo.—Dije cansada de ocultar yo también aquello.—Todo lo de tú pasado, todo lo que te hicieron vivir, todo lo sé...
Mamá me ve sorprendida, sus ojos se vuelven más llorosos.
—¿Cómo es que lo sabes?—Preguntó en un susurro leve.
—Encontré el libro que escribiste... Lo encontré en tus cosas.
—Aquella noche que estabas llorando...—Asiento. Cuando lo encontré pensaba que era un absurdo diario, hasta que leí completo y pude entender todo...
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Doña Bárbara: Ojos Color Sol.
Roman d'amourAun queda una historia que contar. ---- Código de registro: 1605247844883 Fecha de registro: 24-may-2016 21:00 UTC Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Portada gracias a: @MarySalazarS13