La Historia de un Amor No Correspondido {KageHina}

~Capítulo 9~

Writter's Pov
Canción: Fallen Angel - Three days Grace

Las calles estaban pavimentadas con la escarcha que aún se adhería al suelo. El frío que inundaba las calles era lo que se podía decir aterrador, todos y cada uno de los paseos estaban deshabitados, no había nadie en las calles ¿y quién podría soportar este terrible frío? Estaba claro que nadie y quién decía que podía mentía. Cómo era imposible soportar ese temporal tanto Hinata como Kageyama como Kenma y como Kuroo fueron a resguardarse en una cafetería.

Se sentaron en una mesa de cuatro personas, Hinata y Kageyama sentados al lado mientras que Kuroo y Kenma se sentaron enfrente de estos con Kageyama enfrente de Kuroo y Hinata enfrente de Kenma.

El ambiente del café era el típico de un Starbucks, con personas con ordenadores robando WiFi, ajetreo tras el mostrador, etcétera etcétera vamos todo igual que cualquier otro café. Mientras que Kenma le hablaba a Hinata de su nuevo videojuego y lo genial que era, Kuroo miraba el techo como si fuese lo más interesante del mundo para a continuación posar su barbilla en su mano derecha y mirar el resto de las mesas, Kageyama hacía pequeñas bolitas con las servilletas y las lanzaba hacia arriba intentando que no se cayeran en el suelo cosa que conseguía haciendo que una pequeña sonrisa de satisfacción apareciera en su cara. Al cabo de unos minutos apareció un camarero enfrente de la mesa en la que estos cuatro sujetos estaban sentados para escribir sus respectivas órdenes, el primero en ordenar fue Shōyō.

"Quiero un mocha combinado de chocolate blanco y negro. Ah y ¿puedes agreguar dos shots de jarabe de frambuesa", concluyó el pelirrojo con una gran sonrisa. En la mente de Kageyama solo pasaba que Hinata quería tener diabetes por haber pedido  ese rompe muelas.

"Un Pumpkin Spice Latte con un shot de chocolate, caliente por favor", ordenó Tobio con un semblante serio mirando a las tres pelotitas que sustituían, en ese momento, a su preciado balón de voleibol.

"El Frapucchino Cookies and Cream", hablo el más alto de todos con una sonrisa plasmada en la cara aún con el peso de su cabeza apoyado en la palma de su mano. "Y el Frapucchino de Pie de Manzana ¿verdad?", preguntó a Kenma dejando de apoyar el peso de su cabeza en su mano pero sin que esa sonrisa se fuera de su semblante, el cual, respondió agitando su cabeza en forma de afirmación.

Hinata al ver la escena sonrío inconscientemente porque eran demasiado adorable la verdad, para él era demasiado obvio que cada uno sentía algo por el otro y le parecían realmente estúpidos al no estar juntos porque ellos dos, al igual que Tsukishima y Yamaguchi, no tenían que tener miedo al rechazo porque eran amigos de la infancia y aunque fueran rechazados al ser el amigo de la infancia y el mejor amigo era más que obvio que no sufrirían... más de lo debido a un rechazo claro, o al menos Hinata era muy ingenuo al pensar eso. Kageyama giro su cabeza justo en el momento en el que Hinata estaba sonriendo de esa manera tan adorable, de esa manera que le salía tan natural, entonces por su mente pasó todas esas veces en las que el pequeño pelirrojo le había sonreído durante esos años y entonces se dio cuenta, un poco tarde la verdad, de que todas esas sonrisas eran falsas, ¿cómo puedo ser tan estupido? Si es más que obvio cuando está sonriendo de verdad y cuando no lo hace, frunció el ceño enfadándose consigo mismo, normal que no quiera ser mi amigo si no sé cuándo sonríe de verdad y cuando lo hace, todo este tiempo de lo único que me he estado preocupando a sido de mí y, de ahora, mi exnovia, qué mierda de amigos soy, el armador azabache suspiró sintiéndose frustrado consigo mismo pensando en lo idiota que había sido y en las cosas que le habían podido pasar a Hinata que él no supiera cómo lo de que ha estado enamorado o mejor dicho está enamorado de un hombre, el amor es duro de por sí siendo del mismo género muchísimo más complicado, Tobio movía las manos nervioso sintiendo un cosquilleo en estas como cuando lanza el balón, daba pequeños golpes en la mesa, mientras tanto el teñido seguía hablando con Hinata y el mayor de todos seguía en su mundo, el ruido que hacía Kageyama molestaba al pelirrojo que no era de personas que se callan.