~ Capítulo 15 ~

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Todos se habían ido a sus respectivos cuartos después de haber terminado aquel 'entrenamiento'. Al final habían venido Kiyoko y Yachi, pero se encontraron con un raro... Raaaaaaaro entrenamiento. Lo peor era Tanaka intentando crear rayos X para poder verlas a través de la cinta que llevaba puesta sobre los ojos.

Pero en fin, todos se habían ido a sus cuartos, el gimnasio estaba ordenado, los de primero de nuevo habían aprendido su lección o al menos eso se creía Daichi porque no todos estaban en sus cuartos, y el gimnasio no estaba ordenado aunque los dos primeros y que habían aprendido su lección nunca, nunca, nunca enfadar a Daichi. Y con los de primero se referían Hinata y Kageyama, el dúo de imbéciles, porque si había que ser muy imbécil después de semejante castigo hacer todo lo contrario de lo que había dicho el capitán a sus espaldas... Aunque para ser francos, Daichi no se daría cuenta nunca de que habían entrenado ya esa noche estaría con Sugawara y solo se fijaría en Suga.

Y tenían que entrenar muchísimo porque no lo habían hecho en todo el día, tenían una energía desmesurada Hinata deseaba con todas sus ganas rematar una levantada de aquel balón y Kageyama necesitaba levantarlo por lo que se pusieron manos a la obra e hicieron aquello que habían deseado desde que salieron corriendo esa tarde.

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¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cuántas horas habían estado entrenando? El sol parecía salir, ¿estaba amaneciendo? Hinata lo único que veía era un balón levantarse que necesitaba golpear pero no, era imposible poder golpear el sol y Kageyama lo único que veía era el balón más perfecto del mundo rodeado por el color más bonito que había visto un color que le recordaba el cabello Hinata.

Era cierto, estaba amaneciendo y necesitaban recoger todo antes de que vinieran los conserjes, o peor antes de que se enterara Daichi pero solo necesitaban un segundo, un segundo para tranquilizarse y te aseguro que ambos estaban a reventar jadeaban y sudaban como mares.

"Aaahhhh... Un momento", decía Hinata respirando como si fuera su último aliento. "Que me recomponga...", ¿sabéis cuándo habéis hecho una maratón, o habéis hecho el examen de resistencia en Educación Física os habíais muerto y por tener un 6 por qué es lo que necesitáis para aprobar esa materia? Pues así se sentían estos dos ahora mismo, porque no vamos a negarlo ambos son unos idiotas del voleibol y aman demasiado ese deporte, aunque ¿quien no es un imbécil por algo?

Kageyama se sentó en el suelo o más bien se desplomó en este, mientras Hinata se apoyaba en sus rodillas respirando sonoramente habían recogido todo absolutamente todo ellos dos, no era la primera vez que lo hacían pero esta vez en un tiempo record además habían estado entrenando demasiado tiempo normalmente entrenaban una... Dos horas... quizás tres pero esta vez, esta vez se habían pasado, no iban a poder ir ni a clase... estaban derrotados.

Hinata se acercó a la pared para a continuación deslizarse lentamente hasta quedar sentado en el suelo. Se encontraba totalmente cansado, nunca antes había entrenado tanto lo podría hasta jurar. "Me voy a morir", se quejó mientras se tumbaba en el suelo o más bien se tiraba porque no tenía las fuerzas necesarias para poder contrarrestar la gravedad.

Kageyama abrazaba un balón con la intención de poder dormirse sobre él como si se tratara de una almohada. Hasta hace unos minutos se encontraban genial pero cuando se habían dado cuenta de la hora que era y de que tenían que recoger absolutamente todo... ellos solos, cuando el gimnasio era relativamente grande por poco se mueren del disgusto. "Ey, Kageyama... hay que irse", le decía mientras le daba golpes moviendo el brazo cómo podía pero Tobio solo sé quejó y decidió no moverse, o alomejor no podía.

El pelirrojo no paraba de darle golpes para que se levantará aunque él mismo no sé ponía de pie,  Kageyama cómo se estaba estresando le agarro el brazo a Hinata y con una expresión que el pelirrojo querría olvidar le observó sin decir nada, aunque no hace falta decir absolutamente nada porque sus ojos ya hablaban por sí solos. El azabache movió el brazo de Hinata girando todo su cuerpo sobre sí mismo haciendo que se quedara la espalda del pelirrojo contra su pecho.

Tobio se apoyó contra la pared mientras abrazaba a Shōyō por la espalda, el pelirrojo se tensó de inmediato y todo el cansancio que sentía se esfumó por completo, de nuevo ese extraño nerviosismo que sentía cuando se encontraba a solas con él... volvió.  Kageyama, por el otro lado tenía los ojos cerrados pero los fue abriendo poco a poco encontrándose con la pelirroja melena de Hinata sonrío inconscientemente al verle,  notaba como las fuerzas le volvían al cuerpo ya no le daba miedo que el conserje les encontrara y se lo dijera al capitán y Daichi no les dejara jugar por el contrario se sentía tranquilo, relajado y sobre todo tenía unas ganas increíbles de dormir Hinata se ha convertido en mi almohada personal, pensaba y era cierto, su pequeño cuerpo encajaba en la perfección contra el suyo pero sobre todo era el calor que desprendía no, que va, lo que me daba tranquilidad en realidad era que se trataba de Hinata, hacía bastante tiempo que se conocían y era cierto que le sacaba de sus casillas muchísimas veces pero también hacían una pareja perfecta en los partidos y practicas... Aunque era cierto que eso no explicaba la opresión que sentía en el pecho.

Cuando ya la respiración de ambos se tranquilizó salieron de el gimnasio y se encaminaron hacia la habitación de Sugawara y Daichi. La puerta obviamente estaba cerrada pero metieron las llaves por debajo de la puerta para a continuación salir corriendo de allí porque la gente comenzaba a salir, llegaron a salvo a su cuarto. La adrenalina de poder ser pillados desapareció por lo que ambos se tiraron al suelo pero Kageyama tenía las fuerzas suficientes como para entrar al baño y darse una ducha... aunque fuera rápida. El azabache aún pensaba en esa opresión que sentía en el pecho, ahora mismo estando en el baño solo pues… no sentía nada, solo cansancio pero al encontrarse con Hinata ese extraño sentimiento volvía, sentía las manos sudorosas, tenía muchísimas ganas de ver la cara de Hinata... Pero no sabías cómo llamar a este sentimiento, ¿quizás se sentía así con todos sus compañeros?

Tobio salió del baño aun con estos pensamientos... Decidió pasar de ellos al menos durante ese día... se encontraba demasiado cansado pero al parecer no tanto como Hinata que se había quedado dormido en el suelo, de nuevo ese sentimiento cálido se extendió por su cuerpo, volvió a sonreír inconscientemente. ¿De qué se trata esto? ¿A qué venía todo esto? ¿Por qué se sentía así? Seguramente... que se sentía así con todos sus compañeros, eso era la amistad ¿cierto?

Hinata roncaba con la camisa subida así mostrando su torso desnudo, el cuerpo completamente lleno de sudor, ni siquiera se había puesto el pijama o al menos secado el sudor... así cogería un resfriado y encima estaba durmiendo en el suelo...

Por ahora solo le subiría a la cama y taparía para que no cogiera un resfriado, estaba más que claro que ese día ninguno de ellos a estudiar y no saldrían de su cuarto pero aún faltaba una hora para las clases por lo que dormiría es ahora y despertaría Hinata después para ver si quería ir a clase o no, solo por si acaso.

Kageyama se recostó al lado de Hinata, esta vez cambiando la posición en la que siempre dormían, Shōyō al lado de la pared y Tobio al borde de la cama. El azabache se quedó mirándole la cara dormida de Hinata hasta que le entró sueño, su cara de dormido la verdad es que era un poco de idiota pero era adorable o al menos eso era lo que pensaba Kageyama.

La Historia de un Amor No Correspondido {KageHina}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora