Capítulo quince: Santa Mónica

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- Les encantará. - me asegura Jean, dando aplausos mientras salimos de la casa de Jacob. 

- Confío  en que así será. - respondo, dedicándole una sonrisa a la pelirroja. - Además, con ustedes como compañeros, ¿cómo podría aburrirme? 

- Nos ama. - escucho a un Grayson orgulloso decir detrás de mí. - ¡Nos ama, chicos! ¡Podemos morir en paz! - añade,  provocando que todos rían. 

Cuando Jacob y yo regresamos junto a nuestros amigos, Nate sugirió ir a la feria de Santa Mónica para pasar el resto de la tarde y noche. Podríamos subir a los juegos, divertirnos un rato y comer algo antes de regresar a casa. Eso era un gran plan y no podía rechazarlo. 

Mi hermano, los Dolan y Nate van en el auto de los gemelos, y yo, a pedido de Jean, voy con ella y Jacob en su auto. Estamos demasiado cerca de la feria, pero como los buenos vagos que somos, preferimos ir en auto. Raros, ¿dónde? 

- ¡Primero a la Rueda de la Fortuna! - exclama Jean a penas bajamos de los autos. - ¡Podemos ver toda la costa desde allí! 

- ¿No sube muy alto eso? - pregunto con cierto temblor en mi voz. - No soy muy amiga de las alturas. 

- Tranquila, en una cabina entran varios, no estarás sola. - dice Jacob y me abraza para reconfortarme. 

- Luego, tenemos que subir al Barco Pirata. - añade Ethan, como si intentase matarme de un susto. 

¿Por qué acepté venir? Oh, claro, me sobornaron con comida. 

- ¿Qué dices, Beth? - pregunta Nate y todas las miradas vuelan hacia mí al instante. - Si no vamos todos, no subimos y ya. - trago saliva. 

- Me van a matar. - digo con un hilo de voz. - Pero para eso vinimos, ¿no? Sólo prometan que me harán un bonito funeral. 

- ¿Segura, Bethie? - me susurra Aaron mientras todos caminan hacia la Rueda de la Fortuna. - Puedo quedarme contigo esperando. 

- Tranquilo, puedo hacer esto, hermanito. -le sonrío para que se tranquilice y enredo mi  brazo alrededor del suyo para formarnos en la fila. - Pero cuento contigo para que no me dejes lanzarme fuera de la cabina, ¿verdad? - Aaron ríe. 

- Si es posible, tiraré de tu cabello para impedir que te mates, Bethie. - se acerca a darme un beso en la frente y aprieta mi mano cuando es nuestro turno de subir. 

En nuestra cabina están Jacob y Grayson, lo cual es bueno y malo al mismo tiempo. Es bueno porque estar cerca de Jacob me obliga a mantener la compostura, pero malo porque Grayson no deja de hacer movimientos extraños que me hacen pensar que la cabina se caerá en cualquier momento. 

- Grayson Dolan, voy a matarte cuando pise tierra firme. - le amenazo, cubriendo mi rostro con  ambas manos. 

- Tranquila, tranquila, ya casi acaba. - me asegura Jacob, cubriéndome con sus brazos de la corriente de viento que nos azota. 

- Ya, Grayson, la estás asustando. - escucho que mi hermano le reclama, seguido del sonido de un golpe. Levanto la mirada y veo al  gemelo cubriendo su brazo mientras me ve con ojos arrepentidos. 

- Lo siento, Beth. 

- Ya, Gray, no importa. - le digo, sonriéndo tímidamente. - ¿Ya llegamos a la cima? - Jacob asiente, todavía sin soltarme, y señala con la cabeza al horizonte. 

Me vuelvo en la dirección que el apunta y me doy cuenta que Jean tenía razón: se puede ver toda la costa desde aquí y es precioso. Me animo a acercarme un poco más al borde de la cabina y contemplo el paisaje, segura de que los brazos de Jacob me protegen. 

Hit me with your best shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora