Capítulo veintiseis.

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- ¿Todo listo, corazón? - me pregunta Jacob desde la puerta de mi habitación de hotel. - El vuelo es a las 3 AM y debemos ir al aeropuerto ya mismo.
- Si, solo déjame guardar mis documentos y podremos irnos. - le respondo, acomodando todo antes de cerrar mi bolso. - Vamos. - añado al tomar mis maletas.
- Deja que yo te ayude.
- Oh, yo puedo hacerlo, cariño. - digo, arrastrando mis maletas para que vea que soy capaz de llevarlas.
- Insisto.

Basta ver sus ojos brillantes y su labio inferior curvado para que ceda y le entregue mi equipaje. Me pongo de puntillas para estar a su altura y beso su mejilla con ternura. Luego, entrelazamos nuestros dedos para caminar hacia el ascensor.

Trago algo de saliva cuando abordamos el avión hacia Los Ángeles. Desde la llamada con Aaron y Cameron, Jacob y yo hemos hablado mil veces sobre cómo será todo cuando vayamos a ver a Jessica. Ambos creemos que las cosas con Aaron se solucionaran tarde o temprano. Pero, el problema se origina cuando se habla de Cameron. Jacob y yo sabemos que Cameron se comportó mal y que no tenía derecho de hablarme de esa forma. Sin embargo, la parte de mí que se aferra al recuerdo del Cameron amigo, quisiera escuchar unas disculpas.

No sé si sea bueno o malo, pero todo parece indicar que esa conversación con Cameron no se dará porque Jacob se mantendrá junto a mí todo el tiempo.

- Vayamos a dejar las cosas a mi casa y luego podemos ir al hospital. - sugiere Jacob mientras caminamos por el aeropuerto. - Si las cosas no salen bien, hacemos nuestro escape alegando que no hemos almorzado aún.
- Buena idea. Buen plan de escape. - le halago entre risas, justo antes de que se dispare el flash de una cámara.

Jacob y yo volteamos en dirección a la fugaz luz y vemos a dos chicas avergonzadas. Una de ellas golpea a la otra en el brazo y le susurra algo al oído con el ceño fruncido.

Son fans.

- Hola. - saluda Jacob a ambas mientras, por una razón que no comprendo, nos acercamos a ellas. - Si querían una foto, solo debían pedirlo.
- No... No queríamos.. - la jovencita se tropieza con sus propias palabras y tiene que tomar una gran bocanada de aire para tranquilizarse. - Lo lamentamos, no queríamos molestar.
- No es molestia. - aseguro sonriente.

No entiendo por qué o cómo es posible, pero acepto tomarme una foto con ellas, saludar a una de sus amigas en vídeo y ver cómo alaban a mi novio. Básicamente, cumplo mi papel como novia de un famoso.

Esto es extraño. No como ver a un gato manejando una motocicleta, es más como ver a un niño rechazando un chocolate.

- Bienvenidos, hermosos. - saluda la madre de Jacob en cuanto entramos a la casa de los Whitesides.
- ¿Como estuvo la Luna de Miel? - pregunta Sierra y no puedo evitar sonrojarme.
- Perfecta. - responde Jacob por ambos y se vuelve para guiñarme el ojo.
- ¿Se quedan toda la semana?
- No, nena, lamentablemente, tenemos que viajar en unos días. - le respondo a la jovencita con pesar. - Jacob se va de tour y yo debo volver a Lousiana.
- Es una lástima, sería genial tenerte con nosotros más tiempo. - añade Becky y le dedicó una sonrisa.

Pero antes de que pueda contestar algo, mi celular emite varios sonidos cortos y rápidos.

Son mensajes. Muchos mensajes.

Aaron:
Estas en Los Ángeles, no lo niegues porque acabo de ver fotos.
1:20 PM

Aaron:
Ven a ver a Jessica. Necesita verte, se siente muy mal. Todos nos sentimos mal por lo ocurrido.
1:20 PM

Aaron:
Hospital St. Paul. Ven, por favor.
1:20 PM

Aaron:
Te necesitamos aquí. Por favor, sólo ven. Dame la oportunidad de enmendar las cosas.
1:20 PM

Hit me with your best shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora