Mi respiración es tan acelerada como si estuviese corriendo una maratón y tengo esta extraña sensación de adormecimiento. Necesito sentarme o sostenerme de algo antes de desplomarme en el suelo.
Me siento vulnerable e indefensa, y tengo tanto miedo que comenzaré a temblar en cualquier momento. Sé que debería regresar al restaurante para contarle a Aaron lo sucedido, pero mis piernas no responden.
Necesito un abrazo, necesito que Aaron susurre en mi oído el canto que mi madre repetía cuando me sentía mal, pero estoy congelada.
- Elizabeth. - me llama una voz detrás de mi.
Cameron.
Giro para verlo de frente y, como si se tratase de la única persona en el mundo, me apresuro a correr a sus brazos y sollozar como una niña pequeña.
Me siento estúpida y bien al mismo tiempo. ¿Eso es posible? Bueno, si lo fuese, es lo que estoy sintiendo al abrazar a la persona más arrogante que he conocido en toda mi vida.
- ¿Qué sucede, Elizabeth? - pregunta con un tono de voz que jamás ha usado conmigo, con un tono de voz preocupado y tierno. - ¿Es por lo que dije allá adentro? Lo lamento mucho, fui demasiado lejos.
- Olvida eso. - le digo, separándome lo poco que los brazos de Cameron alrededor de mi cintura me permiten y secando mis lágrimas. - Acaban de robarme.
- ¿Qué? - lleva sus manos a mi rostro, acuna mis mejillas y me mira de pies a cabeza. En cualquier otro momento me fastidiaría, pero esta vez lo hace para asegurarse de que estoy bien y eso me hace sentir tranquila. - ¿Qué te hicieron? ¿Te duele algo? ¿Estás bien?
- Se llevaron mi teléfono, mis pendientes y el anillo que Aaron me regaló por mi cumpleaños. - le cuento con mi labio inferior temblando. - Me apuntó con un arma, Cameron, una asquerosa arma.
- No debiste salir sola. - dice, atrayendome a su pecho nuevamente. - Esto no debía pasar en tu primer día en Los Ángeles.
- Necesito hablar con Aaron. - coloco mis manos en su pecho, pero no me alejo. Por alguna razón, todo mi cuerpo está a gusto con la cercanía de Cameron y con la sensación de seguridad que me da. - Necesito contarle.
- Bien, está bien. Vamos adentro.
Cameron quita sus brazos de mi cuerpo y el temblor regresa. Él se da cuenta y, aunque me da verguenza que lo haga, agradezco que vuelva a rodearme con sus brazos mientras caminamos al restaurante. Cameron abre la puerta para mí, todavía con un brazo a mi alrededor, y entramos al mismo tiempo. Cuando logro ver a Aaron, corro hacia él.
Les cuento todo a mi hermano y a Jessica, y ambos se quedan petrificados. Aaron me hace un poco de espacio en su silla y apenas me siento, sus brazos se enrollan en mi cintura.
- Ya esta, todo esta bien. - recita mi hermano. - Yo estoy a tu lado y nada podrá dañarte. Estas segura a mi lado, estas lejos de todos los problemas y cerca de mi corazón.
Le dedico una sonrisa y asiento. De pronto, comienzo a sentirme mejor.
- ¿Qué fue eso? - pregunta Cameron, quien no ha dejado de mirarme desde que regresamos al restaurante.
Aaron pide mi permiso con la mirada para poder contarle, ya que hablar de mi madre no es algo que hagamos a menudo. Solo asiento como respuesta. Una parte de mí cree que se lo debo a Cameron por haber sido el primero en consolarme luego del peor susto de mi vida.
- Algo que su madre solía decirle para que se sienta mejor. - le cuenta mi hermano. - Desde entonces, cada vez que se siente mal, papá y yo se lo decimos. - Cameron asiente.
- Supongo que querrás ir al hotel a descansar luego de esto. - dice Jessy, pero yo niego con la cabeza. No pienso arruinarle el día a nadie por mi descuido. - ¿No?
- La única forma de perder el miedo, será si recorremos un poco la ciudad. - veo por el rabillo del ojo como Cameron sonríe y yo le imito inconscientemente. - Además, estoy segura que ustedes no dejarán que nada me pase.
Jessica nos lleva en un pequeño tour por ciertas partes de la ciudad y, como si fuese un regalo de Los Ángeles para compensar el robo, nos encontramos a Andrew Garfield en una heladería.
Gracias, gracias, gracias, Los Ángeles. Andrew es mi actor favorito en todo el mundo.
- Debiste ver tu cara, Bethie. - me fastidia Aaron mientras yo contemplo como boba las fotos que me tomé junto a Andrew sexy Garfield. - Eras un manojo de nervios.
- Bueno, no es mi culpa que él sea tan sexy. - Jessica ríe fuertemente.
- Eres un caso, Lizzie.
- Voy a tomarlo como un halago. - le digo a mi amiga.
Cameron permanece callado pero feliz. Es una combinación extraña, pero prefiero verlo así que pelear con él.
- Bethie, Jacob me acaba de escribir. - dice Aaron mientras entramos a una cafetería. - Olvidamos por completo la fiesta de esta noche.
Rayos. La fiesta.
- No estarás pensando en ir, ¿verdad? - pregunta Cameron, hablando por primera vez en un buen rato.
- Le dijimos que iríamos. - le respondo y él frunce el ceño.
- Te robaron esta tarde, Elizabeth.
- No necesito que me lo recuerdes. - ruedo los ojos. - Pero tranquilo, no estaré sola, Aaron irá conmigo.
- No puedes ir.
- ¿Por qué? Jacob es mi amigo y quiero ir a apoyarlo.
- Es que tú... Tú no entiendes. - Cameron luce confundido, como si no supiera qué decir para persuadirme.
- ¿Estás bien? - pregunto.
- Olvídalo. - dice serio y sale del lugar pisando fuertemente.
- ¿Qué le pasa, Jessica? - ella me mira con una expresión indescifrable y niega con la cabeza.
- Iré a hablar con él. - responde antes de seguir a Cameron.
- ¿Hice algo mal?
- No, Bethie, Cameron es el que está mal. - explica Aaron. - Se le pasará.
- Es que no entiendo. - digo frustrada. - Estaba todo tan bien hasta que mencionamos la fiesta.
- Supongo que está preocupado.
¿Preocupado? ¿Por ir a la fiesta de Jacob? Eso no tiene ningún sentido. No voy a ir a la casa de un traficante de drogas, iré a ver a uno de mis amigos. ¿Qué tiene eso de malo?
Cameron Dallas sabe cómo poner mis nervios de punta.
¿Pensaron que todo estaría bien y solucionado? Error. Cameron es extraño.
¿Qué piensan que hace que él se comporte de esa forma con Elizabeth?
Les mando mil besos!
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Hit me with your best shot.
FanfictionElizabeth Woods tiene su vida resuelta: un papá asombroso, un hermano que la adora, una carta de aceptación de la universidad que deseaba y dinero suficiente para todo lo que desea. Tiene ya todo planeado y no piensa desviarse de sus metas. Pero cu...