Capitulo cuarenta y nueve: Como si no hubiese un mañana

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Luego del discurso de Cameron, Aaron no objeta más. Aunque, por la mirada que me lanza por instantes, sé que teme que mi familia no esté de acuerdo con esto.

Yo tengo miedo, mucho miedo. Lo que siento por Cameron es tan fuerte que, si mi familia me pidiera alejarme de él, sería muy difícil de soportar.

- Entonces, ¿qué dices? - pregunta Cameron, refiriéndose a su propuesta de salir del apartamento. - ¿Salimos?
- Claro, será genial. - respondo sonriente. - Aaron, ¿también quieren...? - me quedo en silencio en cuanto veo a mi hermano besando a Jessica.

Esto es incomodo.

- Tal vez deberíamos dejarlos solos. - susurra Cameron en mi oido. - Eso nos da más tiempo para hacer exactamente lo mismo. - añade y siento una corriente recorrer mi columna. - O podemos ir despacio, como desees.

Parpadeo un par de veces y escucho la risa de Cameron a mi costado.

Lo hace para provocarme.

- Vayamos por algo de comer. - sugiero rápidamente. - Tengo un buen lugar en mente. Bany y yo hemos ido un par de veces con Aaron.

Jessica abre los ojos de par en par al reconocer el nombre y, antes de que me pregunte algo, me despido y salgo de casa de la mano de Cameron.

Mientras vamos en el ascensor, Cameron me rodea con el brazo y me dedica una de sus cautivantes sonrisas.

- Todavía tienes mi chaqueta.
- Te lo dije, me encanta.

Cameron me extiende su mano para que la tome y juntos caminamos por las calles de San Diego. Lo guío a mi tienda favorita en la cuidad, una tienda de cupcakes, y nos sentamos en una de las mesas al fondo del local.

- ¿Así que vienes aquí con Bany muy seguido? - pregunta Cameron mientras entrelaza nuestros dedos sobre la mesa.
- Hemos venido un par de veces. - respondo con la mirada clavada en nuestras manos. - Los cupcakes aquí son deliciosos.
- Bien, pediremos varios entonces.

Cameron y yo comemos entre risas y miradas furtivas. Él acaricia mi mejilla por momentos y luego, mientras estoy distraída, unta mi mejilla con la crema del cupcake.

Cuando el come y quita la mirada de mí, yo lo veo como una escolar enamorada. No puedo creer lo increíble que me siento ahora que estamos juntos, no puedo creer lo correcto que se siente esto. No me importa lo que los demás piensen, Cameron es la persona que me complementa.

- Vamos al cine, ¿te parece? - asiento ante su propuesta.

- Pero yo elijo la película. - le condiciono con una sonrisa.

- Mientras no sea una de esas que te hacen llorar, no tengo ningun problema.

- Pero las románticas son las mejores. - me quejo y él rie.

- Bueno, si romance es lo que quieres, yo puedo encargarme. - responde, acercandose a mi lo más que puede y rozando sus labios en mi frente.

Caminamos abrazados por San Diego y veo a algunas personas dirigirnos unas miradas enternecidas. Algunos incluso se susurran cosas y luego suspiran cuando nos ven pasar.

Supongo que comenzamos a vernos como una verdadera pareja.

Nos detenemos junto a un puesto de venta de revistas y periódicos, y leemos algunos títulos. Mi mirada pasa por las revistas de moda y noticias sobre los famosas, hasta llegar a una que no pensaba ver.

- La nueva conquista de Jacob Whitesides. - lee Cameron al darse cuenta que me he quedado viendo la revista en donde aparece Jacob junto a una chica en una cafetería. - A solo semanas de haber finalizado su relación con Elizabeth Woods, el galán se deja ver con nueva chica.

En cualquier otro momento, leer esto me hubiese dolido profundamente, pero ahora solo me preocupa lo que Cameron pueda pensar. Jacob y yo prometimos seguir adelante con nuestras vidas y, saber que él lo está haciendo, me hace inmensamente feliz.

- ¿Estás bien? - pregunta Cameron y, en lugar de verse enfadado, tiene una expresión de preocupación.
- Eso estaba por preguntarte. - admito, posando ambas manos en sus brazos.
- Lo que diga una revista no me importa. Yo sé bien que Elizabeth Woods está enamorada de mi. - dice mientras se acerca lentamente a mí y besa mi frente.
- Muy enamorada. - susurro sobre su pecho. - No lo dudes. - añado segura de cada palabra que digo mientras él acomoda un mechon de cabello detrás de mi oreja y me ve completamente enternecido.

- Te quiero tanto, Eli. - siento sus pulgares recorrer mis mejillas y mi cuerpo se debilita con su tacto. - No puedo creer que me haya demorado tanto para decirte lo mucho que te quiero.

- Sí, yo tampoco puedo creer que te haya tomado tanto. - bromeo y ambos reimos.

- Bueno, en mi defensa, cuando comencé a descifrar lo que sentía, cierta señorita aceptó ser novia de Jacob Whitesides. - alega, todavía manteniendo una sonrisa a pesar de la mención de mi ex. - Cuando intente volver a decirtelo, tuve que volver a Los Ángeles para ayudar a Jessica. Y en mi último intento, tu casilla de voz no me dejó continuar hablando.

- Así que eso era lo que te faltó decir en tu mensaje. - digo, comprendiendo todo. - Bueno, admito que las circunstancias no te dejaban hacerlo.

- Pero decidí dejar de esperar el momento adecuado y hacer que el momento sea el correcto. - con su brazo derecho me acerca a a centimetros de su rostro y roza suavemente nuestros labios. - Eres mi persona, Eli, eres la única que ha logrado desestabilizar todo mi mundo y que ha despertado sentimientos tan fuertes que me impulsa a hacer cosas locas.

- ¿Como viajar repentinamente a San Diego par verme?

- Como gritar en la calle que estoy enamorado de ti.

- ¿Qué? - pregunto con el ceño fruncido. - Pero tu no...

- ¡Estoy enamorado de Elizabeth Woods! - grita repentinamente, interrumpiendo lo que quería decir y haciendo que quede boquiabierta.

- ¡Así se hace, amigo! - le grita un joven al otro lado de la calle, quien va de la mano con una bonita chica.

- Estas demente. - le digo entre risas y poso ambas manos en su pecho mientras el me rodea por la cintura.

- Bueno, es la primera vez que hago eso por alguien. - me dice antes de besar mi cabeza. - Y espero que sea la última. - logro escuchar que susurra, pero no le digo nada porque, por lo bajo que lo dijo, supongo que no planeaba que yo lo oyera.

- Te quiero, Cameron. - me limito a decir y él me aprieta contra su cuerpo. - Te quiero enserio, no hay ninguna trampa o algo escondido, te quiero con todo lo que implica la palabra.


Y, entonces, Cameron me besa como si necesitase de mis labios, como si ese beso fuese el aire que necesita para vivir. Me besa demostrándome todo lo que siente por mí, demostrándome que es sincero en todo lo que me ha dicho y que no piensa arrepentirse.

Cameron me besa como si mañana no fuese a existir.





Un capítulo, chicas, un capítulo y acaba esta bonita historia :(

La voy a extrañar!


Hit me with your best shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora