Sweetest Hell (BTS: Suga)

Capítulo 17

La tienda brillaba con colores plateados y azules, las luces blancas iluminaban el interior; lleno de ropas ligeras desde colores sensuales a aquellos más amables.

Lo primero que notó Yoongi era la gran cantidad de mujeres que había allí, lo que era normal porque por algo se llamaba aquello el secreto de Victoria, algo que al mismo tiempo le hacía estar aún más incómodo. Seguía a Youngsam a sus espaldas, como si fuera un niño pequeño avergonzado por ir con su madre a comprar calzoncillos.

Pero ni era un niño pequeño, ni estaban allí para comprar calzoncillos.

Una de las dependientas les saludó con una gran sonrisa nada mas entrar; era rubia y con el pelo corto, aparentaba demasiado bien que le gustaba su trabajo, aunque seguramente estuviera deseando acabar su turno. Preguntó con voz aguda si eran pareja, a lo que Youngsam asintió antes de que el chico pudiera decir nada, mientras enseñaba el boleto del descuento especial.

La muchacha les puso una pulsera de cartulina dorada en la muñeca de cada uno, para indicar que tenían una prenda gratis. Por lo visto, todas las tiendas estaban de super rebajas exclusivas por eso de acercarse el día de los enamorados.

Que todos sabemos que es una pura estrategia del mercado gracias a nuestros profesores que no paran de recordarlo en cada clase que dan un 14 de febrero.

Yoongi toqueteó la pulserita, comprobando que no era fácil de quitar, y que tenía el mismo número, 27, que la pulsera de Sam. "Esto es una tontería." se quejó.

"Lo sé." Youngsam estuvo de acuerdo, "No me esperaba esto de las pulseritas, pero tampoco vamos a morir por un día."

"Se supone que ya estás muerta por dentro por traerme a hacer esto."

"Supones mal," Youngsam frunció el ceño, "Y ahora cállate, no te he obligado a nada, si estás aquí es porque tú has querido."

"Voy a decir que la curiosidad mató al gato."

"Y yo voy a decir que los gatos duermen 18 horas al día y que sólo maullan cuando quieren que se les haga caso."

"Me alegra mucho que te creas etóloga, ahora dime, ¿qué tengo que hacer para irme? ¿Elegir un sujetador que pueda quitarte rápido?" Yoongi preguntó, mirándola a los ojos.

Youngsam sonrió con sarcasmo "Puedes buscar en la parte de hombres algo que te haga más paquete."

"Oh, no has dicho eso." Yoongi se subió las mangas de la sudadera, "¿es que sólo sabes acabar con mi autoestima?"

"¿Lo mismo digo?" Youngsam levantó una ceja.

"¿Yo? Venga ya." el chico se dio la vuelta, andando hacia un estante de ropa interior femenina.

"Oh Sam, ¿a eso le llamas culo? Sam, si tuvieras una talla más de pecho parecerías una mujer y todo. Estás plana pero no estás esqueléti- mhhmbm"

La mano de Yoongi le tapó la boca, harto de que la chica se esforzara por imitar su forma de hablar, lo cual lo hacia tan bien que le molestaba aún más. Al apartar la manos, se miró la palma de esta para vez que tenía pintalabios rojo. Hizo una mueca asqueada.

Youngsam, por otro lado, no paraba de reírse.

"¿De verdad tienes tanto en cuenta mis comentarios sobre tu apariencia?" Yoongi habló con ironía, buscando hacer algo para limpiarse la pintura de la mano.

Youngsam parpadeó. "Simplemente creo que estás ciego, en mi opinión, pienso que estoy de muerte."

Yoongi soltó una pequeña risita al escuchar aquello. No sabía por qué, pero aquella muestra de confianza en sí misma le hacia feliz. Sam se quejó al verlo reír. "Ahora en serio, si no pensaras que soy extremadamente atractiva no te gustaría tanto acostarte conmigo, porque no soy el amor de tu vida que yo sepa."