16.We could do better, if we love a little louder

36 2 0
                                    

We could do better, if we love a little louder


  Como sospeché, me soltó en cuanto se acordó de quien era la persona que estaba estrechada en sus brazos.
Largó el aire resignado y se marchó definitivamente.
Odiaba sus cambios de ánimo constantes que no lograba comprender, me irritaban.
Respiré hondo, entendía su enojo hacia el compromiso arreglado. Ambos concordábamos en eso.

Me quedé en el lugar por unos minutos, hasta que me aseguré de que ya se había marchado.
Decidí dedicar mi día al ocio, me encerré en mi cuarto y me puse a leer revistas y libros.

[...]

Me desperté inquieta, pero por suerte no había tenido pesadillas.
Fui derecho al baño y me di una ducha reconfortante.
Bajé a desayunar, sola como siempre. Bianca me sirvió mi plato favorito y lo devoré como nunca antes.
Le agradecí y me levanté de la mesa enorme que me hacía sentir más solitaria aún en la inmensa casa.
Miré hacia la ventana, principal y noté un coche que no era propiedad nuestra. Di media vuelta y me encontré cara a cara con su dueño.
El hombre de negocios que mis padres me habían presentando días atrás estaba aquí devuelta y parecía alegre de verme otra vez.
-Señorita-se inclinó y su asquerosa boca besó mi mano.
Intenté ocultar mi cara de desprecio y lo salude inclinando la cabeza.
Por detrás venía mi madre, nunca la había visto tan desesperada, mientras el hombre se marchaba apresurado.
-¡Espere, señor Tanner!-gritó ella pero él ya se había marchado.
-¿Qué sucedió?-pregunté con cautela.
-Hay problemas con el trabajo de tu padre-se lamentó. ¿Qué sería de mi madre sin el dinero?
Se dio media vuelta y volvió al despacho.
Decidí escuchar a hurtadillas, me daba intriga saber lo que había sucedido. Agarré la discusión ya empezada.
-...demasiada grande para pagarla, no se como llegó hasta este punto-dijo mi madre y sonaba realmente preocupada. Seguramente se habían metido en una deuda importante.
-Ya veremos como resolverla, tal vez debamos recortar gastos innecesarios-propuso mi padre.
-Por favor, ¡esto no nos puede estar sucediendo a nosotros!-se quejó ella.
-Bueno, pero sucedió igual y quejándote no resolveremos nada. Encargáte de despedir a las sirvientas, voy a ir haciendo el papeleo-ordenó él.
Mi madre salió hecha una furia de allí y solté el aire en cuanto paso por mi lado, ignorándome.
Subí corriendo hacía mi habitación y llamé a Ethan.
Media hora más tarde nos dirigíamos hacia el parque nuevamente.
-Al parecer estamos metidos en una deuda grande-comenté.
-Uh, lo siento, espero que lo puedan solucionar-dijo afligido.
-No lo sientas-sacudí mi mano restándole importancia al asunto-lo que menos me preocupa es el dinero, me da igual perder todo ya que siento como si nada me perteneciera en realidad, todo lo que en verdad me importaba ya lo he perdido hace años, así que no me importaría vivir en una casa pequeña y humilde en caso de perder nuestros bienes-dije acalorada.
-Te entiendo, pero igual no solo sería una pérdida material sino que se desvanecería la tradición familiar-apuntó.
-¿Crees que en realidad les importa demasiado la tradición familiar? A mis padres les hace falta amor, no riqueza. Siempre tuvieron todo lo que querían ya que fueron heredando de familia en familia este negocio y nunca tuvieron la necesidad de sacrificarse por algo. Su propio matrimonio se basa en la imagen que sus padres querían exhibir, fue arreglado al igual que el mío.
No saben lo que es el amor ni saben amar, mis abuelos maltrataban a mi madre al igual que ella lo hace, así que no, por supuesto que no significa nada para ellos las costumbres consabidas, más que el dinero que heredan de ella. Para mi la tradición familiar es el ejemplo adecuado de una maldición que me tocó a mi por desgracia.
Ethan no siguió comentando el asunto, sabía que necesitaba un poco de silencio para pensar más claramente.
Nos sentamos un rato allí para contemplar el paisaje desnudo hasta sentir los primeros copos de nieve caer del cielo.
-Vamos a por un café-ofreció y acepté gustosa.
Entramos en la cafetería e inspiré el aroma a galletas que allí había, delicioso. Se acercó la chica que atendía a los pedidos y le pedí un moca.
Cuando llegaron los pedidos, comenzamos a hablar de cosas triviales a medida que íbamos tomando nuestras bebidas.
Terminamos, mi amigo pagó por mi aunque no lo acepté y nos marchamos caminando de allí.
-Oh-dije en un momento, en cuando me di cuenta de algo. Paré y miré a Ethan.
-¿Que sucede?  

Stuck In Love {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora