Stuck In Love {Harry Styles}

19.I thought that I'd been hurt before

I thought that I'd been hurt before, but no one's ever left me quite this sore

Me dormí a medias, con la cabeza llena de cosas y dolida.

¿Cuántas veces había tratado de bloquear las emociones? Millones. ¿Cuántas veces de esas fueron logradas? Ninguna, creo yo.
Me desperté con un martilleo que solo procedía de mi cabeza.
Me levanté y me di una ducha, que la necesitaba.
Bajé las escaleras en busca de algo para comer, la casa estaba completamente en silencio, al parecer estaba sola.
Busque algo en el refrigerador para ingerir al menos algo y me senté en el sofá del living. Prendí la tele y al no encontrar nada me paré y me fui para el columpio en el patio trasero.
Suspire, adolorida todavía. Harry de seguro se había ido con alguna de sus novias momentáneas, al igual que siempre.
Me levanté nuevamente de la hamaca, inquieta y sin saber que hacer, arranque a caminar hacia el parque.
Cuando llegué me senté en un banco de plaza, muy viejo pero muy cómodo a la vez y contemple el paisaje.
De un momento a otro, creí visualizar una cabellera ondulada e imaginé que era Harry, tenía que dejar de pensar en él.
Estaba abrazado y besando a una chica a su lado.
Cuando los vi acercarse, reconocí que era el mismísimo Harry, entonces me escondí detrás de un árbol mientras ellos pasaban. Muy inmaduro de mi parte, lo sé.
-Me acaba de llamar mi madre, me avisó que se marchaba a trabajar, por lo tanto estoy sola en casa-escuché insinuar a la chica y rodeé los ojos.
-¿A qué estamos esperando entonces, Cat?-lo escuché a él mientras pasaban por delante del árbol.
Respiré hondo, su lujuria era incontrolable.
No me dolió como pensé que lo haría porque previamente me imaginaba esta situación. Así que me di media vuelta y sin mirar hacia atrás comencé a caminar hacia el lado opuesto dirigiéndome a lo de Ethan.

Llegué luego de media hora aproximadamente, con sed y cansada pregunté si se encontraba en su casa.
Me atendió su madre en la entrada.
-¿Se encuentra Ethan?
-No, ha salido hace un rato y me avisó que volvía tarde.
-Oh, bueno, mmm... Gracias-agradecí decepcionada.
Más sola que nunca volví a mi casa, ya estaba anocheciendo debido a que en invierno la noche caía muy temprano.

Llegué a mi hogar y entré arrastrando los pies.
Escuché gritos del despacho de mi padre, otra vez ambos discutían. No quise meterme y seguí de largo hacia mi cuarto.
Me tiré en la cama y quedé así hasta caer dormida sumida en el aburrimiento.

[...]

Sentí unos golpes en la puerta que me hicieron despertar bruscamente. Mi madre entró por la puerta hecha una furia.
-En un mes contraerás nupcias con Harry, quieras o no, no pienso caer en la miseria por tus caprichos-dicho esto salió de mi habitación.
-No-suspiré y me pasé las manos por la cara.
En cuanto la noticia llegara a oídos de Harry, destrozaría todo lo que se le pusiera delante con tal de cancelarlo.
Miré el reloj y vi que eran las dos de la madrugada. Me recosté de vuelta y sin poder dormir bajé y me fui al patio a respirar algo de aire fresco.
A la media hora aproximadamente volví a mi habitación y me encontré con una desagradable sorpresa.
-Solo no digas nada-corté antes de que empezara con las excusas.
-Lo siento Scar, tuve que ir a solucionar un problema-se animó a decir de todos modos y se acercó.
Me imaginé cual era su problema.
-¿Tu problema con la abstinencia, tal vez?-pregunté y lo vi fruncir el ceño.
-No exactamente-dijo sin saber que contestar y se aproximó aún más.
-No cambias más-me reí sin gracia.
-Lo siento, en serio que no volveré a dejarte sola-prometió y colocó su mano en mi hombro.
En esos segundos hizo dos cosas que me molestaron muchísimo; hizo una promesa que de seguro no cumpliría, y lo segundo; la forma en la que me tocó, una de sus tácticas para manipular a las personas que conocía bastante en él, esta vez no lo dejaría.
-No te perdono-afirmé y quité su mano de encima.
-¿Vamos a seguir así toda la vida, de aquí en adelante?-preguntó incrédulo, como si no supiera todo el daño que me hizo.
-Sí, lo hemos hecho por años, ¿por qué no seguir con la costumbre?
-Te hará mal guardar tanto rencor.
-¿Y qué? ¿Acaso te importa? No Harry, se que viniste aquí con algún propósito que seguro sea pedirme algo, así que dilo.
-Está bien, si lo quieres así por mi bien. Se que nos casamos en un mes, y quiero hacer un trato.