Jared El Mutilador (Creepypasta)

Capítulo 10: Los Morgan

*Narra Jared*

-Creo que la muerte de Rachel es una de las que mas placer me ha causado, aunque sinceramente las personas aguantan muy poco, puede ser también que lo que yo las hago sea demasiado bestia y debiera ir poco a poco con pequeñas torturas que causen un gran dolor y así me pueda pasar horas y horas divirtiéndome, sin embargo los siguientes en mi lista, Los Morgan, no tenia planeado hacer esa clase de tortura con ellos, esta vez iba a ser mas rápido, bestia y eficaz ya que por fin me desplazaría a su hogar y con los gritos que pegaran fijo que algún vecino los oye y llama a la policía por eso no lo haré de esa forma, sera muy sangriento, puede ser gracioso a la par que divertido, me llevare mi linda hacha para cometer el gran asesinato.

Primero he de sacar el desmembrado cadáver de Rachel y planear como haré mi matanza, con un hacha se pueden hacer muchas cosas, demasiadas para ser exacto, aunque como dije antes iré a lo bestia, en ellos frustrare todo el daño que me causaron.

Cuando era pequeño y mis padres y el Tío Robin no podían cuidarme, me dejaban al cuidado de ellos un matrimonio de unos 40 años que en un principio parecían muy buenas personas, pero finalmente me maltrataban y me trataban como un esclavo mandándome hacer todo tipo de cosas, muchas veces me negaba pero al hacerlo me pegaban y cuando me chivaba a mis padres ellos nunca me creían, y los muy cabrones se hacían los tontos diciendo que eran cosas que veía por la televisión, de modo que cada vez que me llevaban pasaba por ese horror, y nunca pude hacer nada hasta que me hice mas mayor y aprendí a cuidarme por mi sólito, ese momento fue genial en mi vida, ya no tuve que volver a pasar esas horribles tardes en casa de los Morgan.

Pero han pasado los años y dado que mi vida ha dado este giro inesperado el rencor acumulado y la sed de venganza que poseo han de ser saciados por completo, para su desgracia yo nunca olvido por muchos años que pasen, el sufrimiento que me hicieron pasar sigue ahí, generado mas odio y desprecio a cada día que pasa, soy de esas personas que guarda todo para sí y que el día que explota puede que algo muy malo le suceda al o a los causantes.

Dicen que lo mejor es pasar y que la venganza solo genera mas venganza, lo que pasa es que en mi caso ese dicho no vale de nada en absoluto porque es imposible que los muertos se vuelvan a la vida para vengarse, cuando alguien quiera vengarse de verdad solo tiene que matar a esa persona, así no podrá devolvértela.

Como me digo a mi mismo, mi libertad empieza donde acaba la de los demás, llamarme egoísta, pero es mi manera de ser, no puedo remediar lo que ahora soy.

*Narrador Omnisciente*

Llego la noche y Jared se puso en marcha, se coloco su gorro, bufanda y demás, cogió su hacha y emprendió camino. A estas horas no suele haber nadie por el vecindario aun así debía ir sigilosamente.

Esta vez el camino se le hizo mas corto, incluso supo tomar algún que otro atajo para llegar antes. Llego hasta la parte trasera de su casa y con lentos pasos se fue acercando a la parte delantera, miro a todas partes, como vio que no había nadie rápidamente fue hasta su destino y de nuevo miro alrededor, todo estaba desértico, ni un alma transitaba por su calle, se encamino a la parte trasera, rompió la cerradura de un hachazo y con mucho cuidado entro cerrando la puerta tras de si.

Al ver una a una las estancias de la casa, los malos recuerdos que llegaban a su memoria le hacían enfurecer con rabia, no tardando subió las escaleras para llegar a la habitación de los susodichos e iniciar la ansiosa matanza.

Giró el pomo de la puerta con precaución de no hacer mucho estruendo, no quería despertarlos tan rápido. Sigilosamente entro y durante unos instantes se quedo observando como dormían plácidamente, que inocentes parecen a primera vista, realmente las apariencias engañan y mucho.