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10:45 pm.

– Tardaste un poco, príncipe.

– Princesa, lo siento, tuve entrenamiento hasta tarde.

– ¿Y te bañaste con friito? 

– Síp, con mucho friito. Quisiera que estuvieras aqui abrazandome para quitarme lo helado.

Silencio.

– ¿Sabes? Mi hermano me comentó que le pediste la dirección para ir al torneo, ¿Me hiciste porras?

– Como no tienes idea.

– ¿No era que tu mamá no te dejaría?

Sonrío.

– Digamos que mi mejor amiga se enteró de ti y le pedí que le dijera a su mamá que le dijera a mi mamá para que fuéramos al partido "de unos amigos del colegio" y como éramos ella y yo nos dejaron.

– ¡Mentiste por mí! ¡En serio querías verme!

– Déjame, Ethan.

– Estás sonrosada ¿Verdad?

Silencio.

–Te quiero, princesa, gracias por estar ahí por mi.

Colgó.

La llamada del chico de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora