10:16 pm.
– No te creo.
– ¿Qué?
– No creo en lo que me dijiste anoche.
– ¿De qué no me gustas? ¿Por qué no lo crees?
– Sí, porque, Mara, a pesar de que no estoy enamorado de ti y tu no de mi, sé que hay algo, no sé cómo, pero no me creo que no sientas nada por mí.
– ¿Alguna vez te dije que sí me gustabas?
– No.
– Tienes tu respuesta.
– Pero me lo demostraste.
– ¿Ah sí?
– Fuiste a mi partido y me hiciste porras durante todo el tiempo, mentiste a tus padres para ir, tu mejor amiga sabe de mi y fui yo quién llamó a la policía cuando tu padre te lanzó la botella.
– ¿Qué sabes tú de mi accidente?
– Mara, vi todo, te golpeó y te lanzó botellas y vasos, ni siquiera tu hermano pudo separarlo, él está entre las rejas ahora.
– Ethan, yo...
– Si de algo estoy consciente, Mara, es de qué te tengo un aprecio inmenso y no dejaría más nunca que te ocurriera algo, y sé que te atraigo, sé que esa chica retraída salió porque se lo pedí y me felicitó por ganar, no quiero sonar egocéntrico, pero para mí eso es aunque sea gusto.
Me quedé en silencio.
– Pero esa chica se fue, no sé si sigo siendo la misma, no sé si...
– ¿Si volverás a ser la misma?
– Tengo miedo.
– Estaré para ti, no lo dudes.
– Gracias, Ethan...
– Gracias a ti, Mara, por ser esa luz en mi vida.
Colgó.

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La llamada del chico de al lado
NouvellesMara no esperaba encontrarse con unos chicos nuevos en la habitación de su tía cuando fue a visitarla. Entonces comenzaron a llamar a la casa por parte de un chico de la casa de al lado, sólo que ella jamás lo ha visto, ni conoce, y no esperaba que...