Las semanas pasaron, nos habíamos olvidado de Bret. Fiestas. Fiesta. Fiestas, se volvió mi casa y los chicos. Al fin aceptaron mi noviazgo con Jev y me alegraba. Cada día lo trataban mejor.
Este día quedamos de ir a comer fuera de la ciudad, pero me negué, teníamos una comida con sus padre. Vino por mi y salimos. Sabía que no me gustaba andar en auto, pero igual lo trajo. Me subí y empezó a conducir.
-Mis padres hacen muchas preguntas -dijo.
-No te preocupes, voy a intentar hablar tranquila.
-Te van a amar, little.
-No creo.
Sus padres no hicieron preguntas del otro mundo, fueron las típicas, a que se dedican mis padres, cuantos hermanos tengo, a que nos dedicamos, porque no estudiamos. La tarde se fue volando.
El cielo estaba obscuresido. Manejo hasta mi casa. Se estacionó. Hablamos un rato. Unas personas empezaron a rodearnos, los ignoramos. Golpearon a Jev y nos subieron a una camioneta blindada. Me pusieron algo para que respiraba y caí en sueño, igual a Jev.
Cuando reaccioné estábamos en una habitación oscura y sucia. Jev estaba inconsciente a mi lado.
-Jev despierta -le susurre. Nada, no reaccionó.
Una puerta se abrió y entraron dos chicos. Uno lo reconocí, era Bret.
-¿Me extrañaste? -me preguntó.
-¿Dónde estamos? -pregunté un poco asustada.
-Fuera de la ciudad, tú hermanito Jake debe estar muy preocupado, y los padres de este idiota -le pegó-. Vamos, despierta -lo empezó a golpear. Jev abrió los ojos.
-Déjalo -le grité. Sonrió.
-Como digas, tus palabras son mis ordenes.
-¿En serio?
-Si, entonces déjanos ir.
-No tan rápido, antes vamos a hacer algo que debí haber hecho hace semanas.
-No le vas a hacer nada -le gritó Jev.
-Mira idiota, es mejor que no hables o te cortaré la garganta.
-Sabes que no vas a lograr hacerle nada, nos deben de estar buscando.
-Lo estan haciendo y no los van a encontrar hasta mañana o tal vez hoy en la noche.
-Ni se te ocurra tocarla.
-No puedo hacer esto -me sujetó de la barbilla y me besó, mordió mi labio-. Déjanos solos -le dijo a ese chico.
-Eres un bastardo.
-Vamos a ver.
Para mi mala suerte, estaba usando una blusa de botones y una falda hasta la cintura.
-Ya te he mirado, pero lo volveré a hacer -dijo con una sonrisa. Empezó a desabrochar cada boton hasta quitarme la blusa, colgaba de mis brazos-. Ahora entiendo porque te gusta tanto -le dijo a Jev, me miraba de pies a cabeza.
-Maldito bastardo -masculló Jev.
-Me estas agotando la paciencia.
-No me interesa, no voy a dejar que la lastimes.
-Mira -sacó una navaja de su bolsillo-. Te lo advertí.
Tomó el rostro de Jev. No podía hablar, estaba sin palabras, mi mente estaba vacía.
Jev le escupió en la cara, Bret se limpió y le dio una sonrisa. Con la navaja empezó a jugar en el cuello de Jev, me tensé. En un abrir y cerrar de ojos la pasó por la garganta de él, sangre comenzó a caer por todo el piso, se estaba desangrando. Una y otra vez la pasó.
-No -grité horrorizada. Rompió la playera de Jev e hizo una "B" en el pecho-. Déjalo, eres un malnacido.
-Se lo merece, ahora vamos a poder jugar nosotros -me acarició de la cara,sus manos estaba llenas de sangre.
-No, no. Jev -llore. Bret me limpió las lágrimas, evitaba sus manos, pero no podía.
-Una princesa como tú no merece estar aquí.
Me quito la cinta que tenía en la cintura, colocó un poco en mis labios para que no hablara y gritara. Me puso en su hombro y me llevó a otro lugar. Era una habitación en color gris. Me puso en la cama y se desnudó. Quería salir y correr, pero no podía. Tenía mis piernas y brazos con una cinta muy resistente.
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El Mejor Amigo De Mi Hermano.
FanfictionNo leer, no tiene sentido jajajajajaja Un final que no te esperarás.