CAPITULO 6

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Narrador omnisciente
Ya habían pasado 3 días desde aquel incidente, Yui estaba inquieta, desde ese día sentía que alguien la seguía, pensó que sólo era producto de su imaginación pero poco a poco sacaba la idea de que en realidad lo inventaba porque cada vez se hacían más y más fuertes el hecho de que estaban persiguiendola.

Yui se encontraba en su habitación tan sumida en sus pensamientos, que no se había dado cuenta de que alguien estaba mirándola atentamente desde su cama. Sin emitir ningún tipo de sonido fue acercándose sigilosamente a la rubia, Rosó sus labios en su nuca sobresaltando a la chica quien rápidamente de levantó de la pequeña silla de su tocador y se giró para encontrarse con nada más ni nada menos que el mayor de los trillizos, que al ver la cara de asombro de esta embozo una sonrisa pervertida.

Pov Yui

- r-raito kun ¿necesita algo?. Pregunté algo asustada.

- Creo que sabes muy bien a lo que vine.- se acercó peligrosamente a mi, a lo que yo retrocedí.- además también porque nos debes una explicación de lo que ocurrió hace unos días.- cambió su expresión a una más molesta.

No sabía que hacer, no me quedaba de otra que contestar con la verdad aunque eso me costara que ellos me castigaran de manera despiadada.

- y-y-yo iba bajando las escaleras cuando escuché golpes, m-me alarme y fue cuando usted y los demás me vieron N-no quería que hubieran peleas y por eso le pido mis más sinceras disculpas.- dije con la cabeza agachada.

Me sobresalte cuando su mano fría tomó mi mentón y lo alzó haciendo que lo mirase a los ojos.

- Esta bien te perdono, sólo porque me di cuenta al igual que mis hermanos que esas no valían nada.- dijo serio y... ¿Decepcionado?.

- ¿Esas?, ¿Habla de las chicas que se encontraban ahí al momento de la pelea?.- dije un poco insegura de como podía reaccionar a mi pregunta.

- Así es, y si te lo preguntas, si las amabamos y demasiado pensamos que ellas eran las indicadas... Pero... Ya vez que nos equivocamos.- dijo tratando de fingir una sonrisa que más bien fue una mueca.

Lo miré, el mantenía su supuesta "sonrisa" pero en sus ojos se reflejaba realmente tristeza, se que reiji san me había dicho que podía acercarme de manera cercana a ellos... Pero con valor me acerqué a el y le abraze con cariño para hacerle saber que tenía mi apoyo, se tenso ante mi contacto y aún así seguí abrazándolo.

- raito-kun no se sienta triste, si por alguna razón no fueron las indicadas... Es porque vendrá alguien mejor que los acepte y valore por como son y no por lo que tienen, que en los momentos más difíciles estén ahí para brindarles su apoyo y hacerles saber que no estarán solos... Y será ahí donde Ustedes sabrán que ellas les aman y no querrán apartarse de su lado.- dije suavemente.

Cuando lo Sentí relajarse, me aparté lentamente para mirarle. Su cabello le tapaba sutilmente el rostro por lo que no podía verle muy bien. En ese momento me percaté de que una solitaria lágrima resbalaba por su mejilla nuevamente se acerqué hasta el, puse mi mano en su helada piel, y con mi dedo pulgar retiré sus
lagrimas. El no lo impidió por lo que me sorprendí, pensé que me alejaría pero no fue así, me dejó tocarlo. Escuché el sonido de algo caerse y dirigí mi mirada hacia dicho lugar, no Vi nada se me Hizo extraño por lo que volteé otra vez para mirar a raito-kun, que para mi sorpresa ya no se encontraba en mi habitación, todo fue tan rápido que no me di cuenta en que momento se fue.

Suspire tranquilamente, por lo que me dirigí a mi cama y me metí entre las sabanas, no pude evitar pensar en lo que deberían estar sintiendo los demás en este momento, y que sin darme cuenta había quedado Dormida profundamente.

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