Dos meses... ¡Dos meses viviendo con los mukami y es todo un infierno.! Siento que cada día, cada mordida que ellos me dan me hace pensar, que algún día de estos me vallan a dejar totalmente seca, y cuando ha me hayan aburrido de mi ¡me dejen tirada y abandonada a Dios sabe donde! No quiero ni imaginarme que me podría suceder ¡si siguen drenandome como completos y salvajes animales!.- sin contar que también vivo con un psicópata que cada vez que me ve me pide que le corte.- un escalofrío se apodera de mi cuerpo.
Estoy echada en mi cama, debatiendo e ingeniando un plan de escape... Que de seguro se echara a perder como las demás, y que gracias a eso me han dado como castigo, la drenada de sangre más horribles que podido recibir por parte de ellos.- suspiro exhausta.- no se que hacer, las ideas de como planear la huida perfecta sin que logren atraparme ¡ se están agotando y eso me frustra... Sólo rezo cada y mil noches, por que alguien me logré sacar de aquí. ¡Ah! Y sin contar de que los sakamaki volvieron a la escuela, y que al verme sólo me dirigían miradas asesinas sin contar también las innumerables mordidas, he intentos fallidos por regresar me a su mansión, por que sengun ellos sólo les causo "más problemas" de los que ya tienen...y si es así... ¡¿ por que mejor no me dejan con los mukami?! ¡DIOS! No se que hacer, mi anemia cada vez empeora más. Y antes de que pueda cerrar ojos para poder descansar, tocan la puerta.- dejo salir un suspiro fastidiada, y me limitó a sólo contestar un adelante.
Escucho que abren la puerta pero sigo aún con los ojos cerrados, sin darle importancia a la persona que ha entrado a mi habitación. Siento que me observan y lentamente abro los ojos, pero al hacerlo, me encuentro con un yuma claramente molesto y frunciendo el ceño rápidamente al momento que hago contacto con sus ojos dándole a entender que estoy cansada y quiero Dormir. - el se encoje de hombros y se acerca poco a poco a mi - veo que saca algo de su bolsillo, y tomandome previamente desprevenida, se sube a mi cama y posteriormente acomodándose enzima de mi pero poniendo sus brazos a ambos lados de mi para mantener su peso y no caerseme encima. Me alarmo al pensar que vino a morderme, pero lo que hizo, me dejó totalmente sorprendida, abrió el frasco donde siempre tiene terrones de azúcar- se puso uno en la boca, se acercó a mi y,me lo dio en la boca- estaba atonita, mi cuerpo no se movía por la impresión.- el ríe y le veo confundida. Se aleja de mi dejándome como un tomate por lo roja que estaba- pero antes de alejarse por completo de mi, se acerca un poco y con su dedo pulgar, empuja el pequeño terrón de azúcar hacia mi boca- que claramente había olvidado que aún lo tenía allí.
- sientete agradecida, no le doy a cualquiera mis preciados terrones.
Estaba en blanco, no sabía que podría responder... Espera...... ¡¿ el acababa de darme uno de sus terrones?! ¿ pero que? Eso es algo increíble. Recuerdo muy bien que una vez azusa intentó coger uno pero rápidamente y de la nada aprecio yuma y se lo arrebató de las manos, que sólo estaba a milímetros de llegar hasta su cavidad bucal.- Sonreí ante el recuerdo- dirigí mi vista hacia el, y lo Vi fruncir el ceño con notable molestia-. Me levanté de la cama y caminé hasta- me miró confundido, cuando estuve completamente frente a el-.
- yuma- kun, ¿porque me diste tu terrón de azucar?.-le pregunté- el pareció procesar un poco mi pregunta. Cuando noté que en sus mejillas se había apoderado un pequeño sonrojo.
- no es nada, sólo...- esquivó mi mirada dirigiéndola a algún punto fijo.
- ¿solo...?-dije esperando su respuesta-.
- es sólo que... Bueno yo...- pausó un momento - ¡agh! Sólo te Vi y quise darte uno de mis terrones para que recobraras un poco tu energía.- volvió a mirarme- sólo eso y nada más.
- yuma-kun... ¿Se preocupó por mi?.- hablé y Sentí mis mejillas arder. De verdad ¿estaba preocupado por mi bienestar?.
Lo miré, el me miró y claramente estábamos más rojos que sus preciados tomates.- volvió a desviar la mirada-.
- ¡t-tonta!... Es sólo que quiero que te mejores para que tu sangre se mantenga saludable y yo pueda beber.- y es ahí, cuando caigo en la realidad-.
Como puedo ser tan tonta, y pensar que en ese momento tuve la esperanza de poder creer, que por primera vez creí que podía preocuparse por mi y... ¡No por mi sangre!. Vaya que ilusa he sido. - bajo la mirada, y doy media vuelta para ir nuevamente a mi cama- estoy totalmente segura de que está evitando estallar a carcajadas por lo ilusa que he sido. Llego, me recuesto en la cama tapándome con las sabanas, y sin mirarla le digo.
- buenas noches yuma-kun... Que descanses.- me Siento algo decepcionada u estúpida por llegar a pensar que por primera vez a uno de los hermanos mukami, le preocupaba yo y... ¡No mi sangre! ¡ POR DIOS YUI CALMATE, SOLO INTENTA DORMIR Y DEJA ESOS PENSAMIENTOS A UN LADO!. Y así fue- me Dormí -.
