Estaba agotada. Faltaban 2 horas para terminar la jornada escolar, y estoy cien por Siento segura de que no iba aguantar una hora más. ¡Examenes del infierno!, Dejé caer mi cabeza en el pupitre y cerré por unos segundos mis ojos, hasta que Siento que acarician mi cabello. Levantó la vista y me encuentro con un sonriente kou.
-¿Que pasa Yui, porque tienes esa cara?.-preguntó suavemente.
- No he dormido muy bien que Digamos.- suspiro pesadamente- me he estado acostando muy tarde estudiando para sacar buenas notas. Y que hay de ti, tampoco te ves muy bien.
Se encogió de hombros y se sentó a mi lado.
-creo que estamos en la misma situación. Tampoco he dormido bien esta última semana.- habló un poco cansado.
Lo volteé a ver. Y con un poco de timidez le pregunté.
--kou... ¿Podrías sentarte conmigo en el descanso?.-- lo miré. El me sonrió y aceptó.
-- claro pequeña, además de que creo que arrasaré con toda la cafetería y dejaré a los demás sin nada que comer.- soltó una carcajada.
Lo Vi curiosa y le pregunté.
-- ¿Porque lo dices?.- lo Vi dudar. No me respondió.
Frunci el ceño, y se lo pregunté una vez más.
-- kou. Te he hecho una pregunta.- insistí. El volteó a verme, y suspiró rendido.
-- Bueno... Lo dije porque...-- pausó un momento- No he comido muy bien estos días y... No soy buen cocinero así que no me atrevo a cocinar por miedo a incendiar la cocina, no quiero ver bomberos en la entrada de mi apartamento. ¿Entiendes?.- asentí.
-- así que por eso te veía tan delgado. No estas comiendo bien ¿cierto?.- asintió lentamente- entonces ¿como haces para poder comer?.
-- bueno. Digamos que siempre como en restaurantes... Pero no es lo mismo como la comida hecha en casa- dijo con algo de tristeza.
Me acerqué y lo abracé. El no dijo nada y escondió su cara en mi cuello. Sin deshacer el abrazo, acaricié su suave cabello.
-- ¿Vives sólo?- pregunté.
--Si. Me cuesta un poco ya que... Yo solía vivir con mis hermanos pero... Por órdenes de mi padre tuve que vivir aparte.- me Abrazó un poco más fuerte.
Me Sentí triste. El se sentía solo y extrañaba a sus hermanos. Me puse a pensar de que manera podía ayudarlo, hasta que tuve una idea. Me separe un poco de el y le miré.
-- kou... Te gustaría que fuera a tu departamento, ¿y te hiciera compañía?.- le brinde una cálida sonrisa.
-- No creo que sea una buena idea, Yui.
Mi sonrisa se desvaneció. Me aparté un poquito de el y le pregunté.
-- ¿No te gusta tener mi compañía?- le dije algo triste- si es así entonces entenderé.
El no dijo nada. Se acercó a mi y me estrujó fuertemente entre sus brazos abrazandome con necesidad.
-- No es eso. Es sólo que no quiero que tengas problemas por querer ayudarme- noté sinceridad en sus palabras- por eso no quiero que vayas.
-- intentaré convencerlos. Además eres mi mejor amigo y quiero que Estés Bien. Sabes me preocupa mucho tu salud, tu bienestar y también me aseguraré de que te alimentes bien. ¿ de acuerdo?.- asintió resignado.
-- esta bien, pero ¿como harás para que te den permiso?.
-- Bueno puedes acompañarme, decir que te Sientes un poco enfermo y que yo me ofrecí para cuidarte, ya que no tienes un familiar cercano que se ocupe de ti.- el rió ante mi comentario.
-- Que mentirosa te has vuelto neko-chan- bajé la mirada un poco apenada.-- pero me parece buena idea, sólo espero que la puedan creer.
Sonreí tratando de ocultar mi vergüenza. No soy una persona de mentiras pero, es por una buena causa.
-- Bueno entonces a la salida te busco, nos encontramos y ponemos en marcha nuestro pequeño plan.- le dediqué una mirada traviesa. El sonrió y dio suaves palmaditas en mi cabeza como si fuera una niña pequeña.
-- Esta bien. Sólo espero que tu... No nuestro pequeño plan marche a la perfección. - me sonrió con ternura, ocasionando un sonrojo de mi parte.
Iba hablar, pero el sonido de la campana se hizo presente para anunciar la siguiente clase. Kou bufo y se levantó del asiento.
-- parece que están acostumbrados a interrumpirnos cuando las conversaciones se hacen interesantes.- espetó entre dientes ocasionando que una suave carcajada saliera de mi boca.
Su ceño fruncido desapareció y dio paso a una sonrisa tierna de su parte.
-- Lo dejaré pasar por esta vez.
-- kou se te hace tarde para ir a clase, si no caminas rápido te quedarás afuera-- miré mi reloj-- faltan cinco minutos para que empiecen las clases.
Me miró asustado y sólo me limité a reír.
-- ya se me hace habitual que me avices cuando voy llegando tarde a clases-- depositó un beso en mi mejilla como de costumbre y se marchó.
-- ese kou no cambia.
Mientras que los demás alumnos entraban y se acomodaban en sus respectivos lugares. Me puse a pensar de que manera convencería a los mukami de dejarme cuidar a kou. Sería difícil, pero no imposible. Rogaría si fuera necesario porque de verdad me preocupaba el estado de salud de mi amigo, y que mejor que quedarme con el para cuidarlo y estar pendiente de que coma saludable y como se debe. No dejaría que se enfermara, eso si que no me lo perdonaría.
Sólo falta esperar a que terminen las clases y buscar a kou para empezar.
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Hola chicas, no había podido subir capítulos por cuestiones personales. Se que no subí tres capítulos de seguido como les prometí ya que es tarde y tengo que madrugar para ir al colegio. ¡ pero mañana los subiré!. Adiós y buenas noches ;).