Cada uno tiene un Destino escrito.
Está en nuestras manos coger el camino que deseamos hasta él
O no coger ninguno.
Y estaba ahí, en el túnel del que tantas veces había escuchado. Al final estaba aquella luz, como una única esperanza de salir de aquella oscuridad, de aquellas paredes que llevaban a un único final. No sentía temor, dolor, pena ni alegría. Su Alma estaba serena y sus ojos sólo observaban aquel camino.
Comenzó a caminar sintiendo que sus pies no tocaban el suelo, por el contrario, parecía flotar por aquel túnel. Mientras más avanzaba, más pleno y tranquilo se sentía.
--¿Y os vais así? ¿Tan fácil?
Vicente se detuvo. Aquella voz no la conocía, pero era imponente y hermosa.
--¿Fácil?
--¿No dejáis nada inconcluso? ¿Acabáis con vuestra vida así como así?
--¿He muerto?
--Habéis caído.
--¿Quién eres?
--Amaranthya.
Vicente giró y se topó con la espalda de una alta mujer de larga y ondulada cabellera roja.
--¿Por qué no me miras?
--Tengo prohibido mirar hacia la luz ¿Es tan bella como dicen?
--Es...cautivadora. Inspira paz.
--¿Tanta como para abandonar a los vuestros?
Un camino de agua comenzó a correr por el suelo. Era pequeña y cristalina, cosa que hizo que Vicente recordara un poco su vida terrenal.
--Allá no soy útil.
--¿No me buscaréis y me liberaréis? ¿No le prometisteis a Constanza algo?
Constanza. Si seguía esa luz...¿encontraría a su hermana y a su madre?
--¿No prometisteis algo?
Vicente caminó hasta donde ella, la rodeó para verle el rostro. Era bellísima. Sus ojos verdes eran cautivadores, tanto o más que la misma luz al final del camino. Sus deseos de pronto cambiaron a querer irse con ella.
--Llévame contigo.
--No puedo llevaros conmigo.
--¿Por qué? ¿No he sido lo suficientemente malo para el Infierno?
--No puedo moverme de aquí. Hades me tiene prisionera en este lugar donde no tengo poder. Sólo puedo observar como algunas almas comienzan a vagar sin rumbo fijo.
Vicente observó el agua.
--Pero era mi destino morir.
--¿Nadie conoce su destino?
--Pero he muerto.
--Sólo has caído.
--¿No es lo mismo?
--Cada uno tiene un destino. Está en nuestras manos cuál camino seguir o si queremos llegar hasta él. Tenemos más poder sobre nuestras vidas que el que imaginamos. Sólo respondeos una pregunta: ¿qué es lo que deseáis para vuestra vida?
ESTÁS LEYENDO
El Cantar al otro lado del Espejo
FantasíaLos Espejos no sólo pueden mostrarnos nuestros reflejos, si no que también llevarnos a aquel mundo donde se pueden encontrar aquello que perdemos...o incluso, aquello que creemos que no tenemos.