Capítulo 13

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Cada uno tiene un Destino escrito.

Está en nuestras manos coger el camino que deseamos hasta él

O no coger ninguno.

Y estaba ahí, en el túnel del que tantas veces había escuchado. Al final estaba aquella luz, como una única esperanza de salir de aquella oscuridad, de aquellas paredes que llevaban a un único final. No sentía temor, dolor, pena ni alegría. Su Alma estaba serena y sus ojos sólo observaban aquel camino.

Comenzó a caminar sintiendo que sus pies no tocaban el suelo, por el contrario, parecía flotar por aquel túnel. Mientras más avanzaba, más pleno y tranquilo se sentía.

--¿Y os vais así? ¿Tan fácil?

Vicente se detuvo. Aquella voz no la conocía, pero era imponente y hermosa.

--¿Fácil?

--¿No dejáis nada inconcluso? ¿Acabáis con vuestra vida así como así?

--¿He muerto?

--Habéis caído.

--¿Quién eres?

--Amaranthya.

Vicente giró y se topó con la espalda de una alta mujer de larga y ondulada cabellera roja.

--¿Por qué no me miras?

--Tengo prohibido mirar hacia la luz ¿Es tan bella como dicen?

--Es...cautivadora. Inspira paz.

--¿Tanta como para abandonar a los vuestros?

Un camino de agua comenzó a correr por el suelo. Era pequeña y cristalina, cosa que hizo que Vicente recordara un poco su vida terrenal.

--Allá no soy útil.

--¿No me buscaréis y me liberaréis? ¿No le prometisteis a Constanza algo?

Constanza. Si seguía esa luz...¿encontraría a su hermana y a su madre?

--¿No prometisteis algo?

Vicente caminó hasta donde ella, la rodeó para verle el rostro. Era bellísima. Sus ojos verdes eran cautivadores, tanto o más que la misma luz al final del camino. Sus deseos de pronto cambiaron a querer irse con ella.

--Llévame contigo.

--No puedo llevaros conmigo.

--¿Por qué? ¿No he sido lo suficientemente malo para el Infierno?

--No puedo moverme de aquí. Hades me tiene prisionera en este lugar donde no tengo poder. Sólo puedo observar como algunas almas comienzan a vagar sin rumbo fijo.

Vicente observó el agua.

--Pero era mi destino morir.

--¿Nadie conoce su destino?

--Pero he muerto.

--Sólo has caído.

--¿No es lo mismo?

--Cada uno tiene un destino. Está en nuestras manos cuál camino seguir o si queremos llegar hasta él. Tenemos más poder sobre nuestras vidas que el que imaginamos. Sólo respondeos una pregunta: ¿qué es lo que deseáis para vuestra vida?

El Cantar al otro lado del EspejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora