Capítulo 5

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Una camioneta negra estaba estacionada afuera. Mark bajó a saludarnos.

-Reachel, te ves hermosa- dijo dándole un abrazo -Y Emma, tú también te ves bellísima- se acercó a besar mi mejilla. Sonreí en agradecimiento, aunque dudaba mucho que ese hombre pensara si quiera en mí. -De acuerdo, Andrew rentó la camioneta y honestamente solo da espacio para una persona mas

Perfecto, podía regresar con mi hermana.

-Así que Alex te llevara a ti en su auto- dijo Mark mirándome. En ese momento el susodicho aparco en la acera. -Ah, justo a tiempo- le ofreció su brazo a mi mamá - ¿Nos vamos? - ella lo tomó ruborizada

-Vamos

Rodé los ojos mentalmente y empecé a caminar hacia el auto de Alex cuando lo vi bajar y caminar rápidamente hacia la puerta del copiloto para abrirla.

Vestía una camiseta blanca, con una chaqueta negra, jeans y tenis rojo vino. Se veía tan atractivo como siempre.

-Hola Emma- saludó esbozando una encantadora y brillante sonrisa

-Hola- dije y le sonreí agradecida por su muestra de caballerosidad antes de subir y sentir su masculino perfume impregnado en el auto

La camioneta negra enfrente de nosotros arranco y Alex caminó apresurado hacia su lugar para luego arrancar y seguirlos.

- ¿Quiénes están ahí? - pregunté mirándolo de perfil. Su mandíbula era de esas mandíbulas por las que querías pasar la lengua... ¿Qué? Contrólate Emma me regañé a mí misma

-Mis abuelos, mi tía, Andrew y Rebecca

- ¿Y Mirna?

-Ella ya se fue, su padre vino por ella- contestó

- ¿Y a dónde vamos?

-Ya lo verás- contestó con una sonrisa y subió el volumen de la música -Band Of Skulls, ¿alguna vez los habías escuchado?

-No, nunca, ¿cómo se llama esta canción?

-Friends- contestó

Miré hacia la ventanilla, para no quedarme como boba observándolo.

Aun no podía creerlo, sería tía; mi hermana daría a luz a un bebé que no solo seria de ella, sino de las tres. Todas viviríamos con él o ella y tendríamos su cuidado como responsabilidad, aunque obviamente la que más sacrificios tendría que hacer seria mi hermana; estaba segura que mi mamá no le permitiría dejar la escuela, así que un trabajo de medio tiempo sería perfecto para ella.

Me pregunté cómo lo tomaría mamá y luego pensé en algo peor; ¿Cómo lo tomaría mi papá? Aunque dudaba mucho que eso a Grace le importara, ella lo detestaba profundamente. Sin embargo, el hombre pagaba puntual la manutención, nos enviaba regalos y nos llamaba de vez en cuando; obviamente nos invitaba a salir con él y su nueva familia y obviamente le decíamos que no.

Siendo la menor, no recordaba muchos detalles del matrimonio de mis padres, pero Grace los llevaba grabados con fuego en la mente. Mamá no hablaba de papá, ni para bien ni para mal; aunque claro que cuando Grace empezaba a despotricar en su contra le ponía freno.

- ¿En qué piensas? - preguntó Alex después de un rato. Lo miré y le sonreí

-Lo siento, pensaba en mi padre

-Oh... ¿Todo bien?

-Sí, todo está bien- respondí sabiendo que no lo estaba -Alex, ya en serio, ¿A dónde vamos? Acabamos de pasar Petersburgo

Estupidamente EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora