Capítulo 10

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Alex caminaba de nuevo delante de mi guiándome hacia... bueno realmente no lo sabía, ninguno había hablado, yo seguía repitiendo la imagen de Blake al pie de la escalera, defendiéndome fervientemente... pero también recordaba la imagen de él y la rubia plástica en la oscuridad.

-¿Ya me vas a decir a dónde me llevas?

-A mi casa- respondió; hundí mis talones en el pavimento para frenar.

-¿Qué? no, olvídalo

-¿Prefieres regresar ahí con Brant?

-Sí, lo prefiero; ahora suéltame- exigí jalando mi mano de la suya

-¡¿Cuál es tu problema?!

-¡No iré a la casa del hijo del pretendiente de mi madre y que aparte se acuesta con mi hermana!- exclamé. Alex soltó una carcajada.

-Sabía que te morías de celos

-Cállate, no es así. Tú y Grace deberían tener respeto a nuestros padres, por Dios, ellos están saliendo

-Emma no es como si estuviéramos haciendo algo malo

-¿De verdad eso crees? vaya, estas mas loco de lo que creí- respondí impresionada con los brazos cruzados sobre mi pecho. Alex no dejaba de sonreír.

-Emma, no me estoy acostando con Grace- dijo. Lo miré fijamente

-Pero acabas de decir...

-No. Tu lo supusiste, yo no he dicho nada

La vergüenza me invadió, ¿debería disculparme? Baje los brazos a mis costados.

-Bueno, entonces ¿qué se supone que han estado haciendo?

-Estudiar física; endeude la materia y ella me ayuda para pasar el examen- se explico mirándome con diversión. Me negué a mostrarle como me sentía, en su lugar crucé los brazos de nuevo y lo miré muy seria.

-Fingiré que te creo

-Perfecto, ahora vamos- dijo arrastrandome de nuevo

-Te dije que no iría contigo- dije volviendo a resistirme

- ¿y ahora?- preguntó

-Simplemente no iré; aunque gracias por salvarme de Brant- contesté soltándome de su agarre

-Como quieras- dijo y se fue

En ese momento para mi la casa se veía como una mansión embrujada, estaba la bruja rubia y su esclavo, el zombie borracho y al final el hada pelirroja de dudosa lealtad. ¿cómo podría regresar ahí? Blake debería estarme esperando, también Olivia, ¿y quien sabe? tal vez incluso Brant. Pensé en trepar hasta la ventana de mi habitación, pero recordé que la cerré con pasador antes de irme. Genial. Miré hasta el final de la calle, la casa azul, ¿la cueva del lobo podría ser el mejor lugar para ir? correría el riesgo.

Troné mis nudillos antes de tocar la puerta de la casa de Alex; mamá siempre me regañaba cuando lo hacia y a Grace le daba asco, pero lo tenía como un hábito, "un mal hábito" diría mamá.

Después de alguno segundos la puerta se abrió, Alex terminaba de acomodarse la camiseta cuando levanto la cabeza y me vio.

-Creí que eras el chico de la pizza- dijo

-Hola- saludé nerviosa; enarcó una ceja

-Creí que preferías al quarterback borracho

-Lo siento, es que... no se, no quiero regresar ahí- confesé esperando que el no pida explicaciones

Estupidamente EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora