Estupidamente Enamorada

Capítulo 16

Subí a mi habitación a despejar un poco la mente.

Me quedé dormida.

-Emma, mamá quiere que bajemos- dijo Grace mientras abría la puerta, parpadeé y me incorporé en la cama, afuera ya había oscurecido- Trajo a alguien... y no es Mark- fruncí el ceño

- ¿Quién es?

-Ni idea

Grace salió y la seguí para lavarme los dientes; bajamos juntas. Se escuchaba la risa de mamá y la profunda voz masculina del visitante. Era el detective Bower.

- ¡Hola chicas! - exclamó alegremente mi mamá -Mason, estas son mis hijas, Grace y...

-Emma- a completó el detective con una sonrisa -Si, la conocí hoy, es la nueva amiga de mi hijo Nicolas- me sentí agradecida de que no mencionara la situación en la que nos conocimos.

-Oh vaya, Grace, el detective y su hijo se acaban de mudar aquí como nosotras- mi hermana se sentó a comer las galletas que estaban en el tazón sobre la meseta.

- ¿Y qué trae a un detective aquí? - preguntó Grace

- ¡Grace! - la regañó mamá

-Oh no Reachel, no es un secreto la razón de mi estadía aquí. Me mandaron para investigar un caso de sospecha de hurto monetario al hospital de la región

- ¿Tu hospital? - pregunté a mamá

-Si... - respondió mirando sin comprender al detective - ¿Entonces alguien le está robando al hospital? ¿Cómo es eso posible?

-El crimen no es un asalto promedio Reachel, ya que llamaría más la atención; esto es un lento y casi imperceptible proceso de adueñamiento de los fondos. Alguien dentro del hospital es el responsable

- ¿Por qué dices eso?

-Porque solo alguien con completo acceso a la información confidencial podría llevar a cabo estos movimientos

- ¿Por qué nos dices esto? - preguntó Grace con arrogancia. El detective sonrió

-Como dije antes, todos conocen la razón por la que estoy aquí

Mamá aún se veía perdida en sus pensamientos.

-Bueno Reachel fue agradable conocerte, gracias por el café. Un placer chicas, gracias

Al fin mamá reaccionó.

-Oh si, por supuesto Mason, cuando quieras. Gracias por venir aquí y aceptar contestar todas nuestras imprudentes preguntas- Otra sonrisa del detective

-No hay problema, hasta luego- y se fue

Pronto las tres subimos a nuestras habitaciones tras breves preguntas usuales de mamá: ¿Cómo estuvo su día? ¿Quieren hablar sobre algo? Etc...

Mi día había sido una patada en el trasero y no, no quería hablar sobre algo, quería hablar sobre todo y sobre nada. Quería desaparecer un rato.

¿Qué podría dibujar ahora?

Usualmente podía dejarme llevar, siempre había tantas cosas en mi mente para distraerme, como cuando Hope y yo estábamos en clase de historia y Luke Owen no dejaba de mirarme; yo estaba sonrojada y mi querida y estupenda mejor amiga no podía soportar la risa, ese día en las gradas había retratado a Hope cubriéndose los labios con las manos y a Luke Owen, tan atractivo que no podía dejar de suspirar en ese entonces.

¿Es que ya nada saldría bien para mí? Yo era la nueva protagonista de un reality show imaginario, estaba muy confundida con Blake, no había sentido nada cuando me había besado. Alex se había quitado el disfraz, había regresado a ser un ladrón de amistad, un ladrón de corazones... pero no un ladrón de besos. No sabía si estaba agradecida o decepcionada por eso.