-¿Qué fue eso?-Pregunté al sentir un leve sonido, como una especie de vibración.
-Tranquila-V se sienta conmigo en sus piernas-Es mi móvil, lo deje en la mesa.
Suspiré-Que susto-sonreí-estoy paranoica con todo esto de las-tomé un arma y la puse en el cuello de Tae-armas.
-Wuoo-Dice V complétame estremecido-Deja esa cosa-moviéndola cuidadosamente con su dedo índice.
-Esta bien-tiré el arma a un lado y volví a besar sus labios.
-Sabes, te vez sexy con un arma, deberíamos seguir el negocio familiar.
-¿Ah?-Reí sarcásticamente.
-Era solo una broma, no te alteres.
-Pues, déjeme decirle señor FBI bromista que su broma no causo nada de gracia en mi-me levante y caminé hacia la puerta-y ya vámonos, no quiero mas problemas, tengo mucho en que pensar, en menos de una semana me caso y..-fruncí el ceño-no tengo nada preparado, tengo exámenes, tengo muchos problemas..-Tae me abrazó fuertemente besando mi cabello-y sobretodo, tengo que prepararme para ser la mejor esposa del mundo-levante la vista y nos quedamos mirando fijamente.
-No sabes cuanto te amo-El dibujo una hermosa sonrisa en su rostro y beso mis labios-Salgamos de aquí-recorrió rápidamente el lugar con la vista y volvió a clavarse en mis ojos.
Salimos de aquel lugar y nos dirigimos a la ciudad, mi vida era completamente de locos, todo esto parece una película de terror sin final, Tae me llevó al apartamento, tomé una ducha y me recosté un rato, rato después recibí una llamada de mi tía, según ella quería entrenarme para ser buena esposa o algo así. Le dije que estaba muy cansada y que mañana iría a su casa, ya era de noche y solo quería dormir y dormir sin importar nada. Pasaban y pasaban las horas y no podía conciliar el sueño, creo que volverán mis aterradores días de insomnio.
Al fin pude dormir después de las tres de la madrugada, por suerte entraba a clases a las 10 de la mañana, en cuanto sonó el despertador me metí a la ducha, me di un baño de agua fría para despertarme, en cinco días me casaba con V, ¡Ay! al pensar en eso me dan nervios, me vestí rápidamente me peine, y fui a la cocina, no tenia mucha hambre así que solo agarre una barra dietética y me fui a la universidad.
Al llegar a la universidad vi en el parqueadero un auto familiar, lo detalle y estudie cada uno de mis recuerdos para saber de quien era el auto, pero no lograba recordar, estaba parada en medio del parqueadero y escuché que me llamaron a mi espalda, cuando gire hacia atrás logre ver el dueño del auto. "EL DUEÑO"
