07.

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Estaba en clase de Biología escribiendo lo que nos dictaba él profesor.

-Oye, Camila.-molesto por enésima vez Matthew que estába detrás de mi. Lo ignoré.-Hey, Cami, Camilita, Cami hermosa, shh... oye, hazme caso.-Jalo mi cabello.

-Auch. Dejame en paz, Matthew.

-Préstame tijeras.

-Estamos escribiendo, ¿para que quieres tijeras?

-Estoy recortando mi foto para ponerla a un lado de la foto de las chicas de Little Mix, así todos creerán que me tome una foto con ellas.-Me mostró las fotos.

-Matthew, Matthew, Matthew. Nadie creerá que te tomaste una fotos con ellas por que esa foto es la portada de su nuevo álbum, tonto.

-Arruinas mis sueños.-Puso su mano en su pecho indignado.

-¿Interrumpo señorita McCall y señor Hells?.-alce la mirada encontrándome con él profesor.

-Si, profesor. Estaba diciéndole a Cami, que me preste tijeras para ponerme en la foto con mis chicas de Little Mix.

-Cierra la boca, Hells.-le dije.

-¿Que hace recortando cuando estoy dando mi clase, señor Hells?.-lo regaño

-Ya le explique, profe.

-¿Por que no usted y la señorita McCall se van a recortar a la dirección?

-No, gracias. Aquí estoy cómodo, gracias de todos modos.

-Callate imbécil.-golpee su hombro fuertemente.

-Señorita McCall, señor Hells. A la dirección.-lo mire haciendo puchero.- ahora.

-Bien.-refunfuñe. Maldito viejo panzón.

Tome mis cosas guardándolas en mi mochila y salí del aula.

-¿A donde vas tonto Matthew.-Le pregunté cuando voltee a verlo.

-A la dirección, tonta Camila.

-¿En serio?,¿Con esa idea en la cabeza te atreves a llamarme tonta a mi?

-Sip.

-Imbécil, vayamos a la cafetería nadie sabra que no fuimos a la dirección

-Buena idea, lista Camila.

Fuimos a la cafetería y estaba vacía, era hora de clases.

¿Y qué tal las cosas con Kendall?.-preguntó mientras nos sentábamos en una de las bancas de la cafetería.

-¿Con Kendall?.-pregunté.

-Si, con Kendall, dije.

-Uy, perdón. Y Kendall y yo solo somos amigos.

-Genial, así no tendré que partirle la cara.-susurro lo último, obvio si logre escuchar.

-¿Qué?

-Nada, que te quiero Cami.-me abrazo por encima de la mesa.
-Si, si si.

Camila. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora