맹목적 사랑 | m. yg

셋

Capítulo 3

Julio 26 2014.

—¡Alessia! —gritó mi madre desde el living.

—¿Qué mamá, que? —grité desde mi habitación.

—¡Voy apagar el wi-fi si no bajas en este momento!

—Agh.

—¡Alessia Rowling! —De nuevo mi querida madre—.

—¡Ya bajo! —grité.

—¡Alessia!

—Yah, ya estoy bajando.

[ ∞ ]

○ Alessia, ¿estas
despierta?

○ Si, estoy despierta.

○ Te extrañe. :c

○ Ow! YoonGi🙊

○ Alessia...

○ ¿Si?

○ Te quiero mucho ;-;

○¿Qué quieres Min?.

○ ¡Oye! Bueno ¿tienes
WhatsApp? Voy a
llamarte por ahí.

No lo pensé ni un instante y ya había enviado mi número.
No tardo ni cinco minutos, y mi celular ya estaba sonando.

[ Llamada entrante ]
00 +88 139 6547 224
Desconocido

Oh Dios mío, no puede ser. YoonGi está loco.

—¿H-Hola?

—Le llamo para ofrecerle una crema antiarrugas que le...

Su acento en inglés era borde, pero para nada era malo. Comprendía a la perfección que nuestros idiomas eran totalmente diferentes, y eso era lo que más me gustaba.

—¡YoonGi! —reí tontamente.

—¿Quien es YoonGi? —preguntó entre una risa ahogada.

—¿Eres tú, verdad? —detuve mi risa y escuche la respiración que provenía a través de la bocina del teléfono.

—¿Quién más?, tonta —soltó una risita nerviosa.

Mierda. No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a... Solté un pequeñísimo sollozo.

—¿Alessia?, mierda no llores. No creí que te pondrías así por una llamada.

—YoonGi —susurré en un llanto ahogado.

—Si lloras me parte el corazón, en estos dos meses te has vuelto muy importante para mi. Y el no tenerte cerca para abrazarte me mata. Así que, por favor para. Por favor —YoonGi suplicó que parará, pero mierda era su su voz—.

Cuántas veces imagine escucharle hablar, y justo en este momento lo podía hacer. Lo escuchaba, escuchaba su tono grave, su risa y su forma extraña de hablar y pronunciar palabras mochas sin sentido pero que por algún raro súper poder, lograba entender.

—L-L siento —traté de recuperarme del pequeño shock.

—Te quiero, en verdad odio está maldita distancia. Quisiera tenerte cerca de mi. Sólo para mi. Odio al mundo entero menos a ti. Lo juro —soltó un débil suspiro—. No debí llamarte, perdón por hacer que lloraras.

—¿Eres idiota o qué? —intenté sonar lo más normal posible.

—¡Que agresividad! No, no lo soy —soltó una pequeña carcajada.

—Ojalá y también pueda verte. Eso sería mucho mejor que sólo escucharte. Aún que, ¿a quién engaño? Es la puta madre —reí en lo último y el se unió conmigo.

—Eres muy grosera.

—¿Y?...

—¡Me encanta!

Oh mierda, mierda, mierda.

—Alessia, me encanta que seas así. Tan tú y distinta a las demás. Eso me gusta mucho.

—Carajo Min, cierra la boca.

Aún que el no pudiera verme, mi voz me estaba delatando vilmente.

—¿Te he sonrojado? —se burlo a sabiendas.

—¡Claro que no idiota! —escupí, deformando mis labios en una sonrisa llena de sentimientos.