El mejor amigo de papá |Severus Snape|

Capítulo 28: Discusiones familiares...

Había pasado el sábado completo intentando convencerlo de que ir a casa de mis padres no era buena idea, pero fue en vano. Quería que nos enfrentáramos a ellos, que afrontáramos lo que teníamos como adultos y no como dos adolescentes que se ocultan de sus padres.... Por lo que era definitivo, hoy sería el día de mi muerte.

Como si el día supiera que no quería que pasara, transcurrió más rápido de lo que esperaba. La cena sería en menos de una hora, por lo que ya me estaba vistiendo para ir... intentaba buscar algo con lo que no se notará la panza, pero al menos que usara un hechizo, nada funcionaba. Y Sev estaba renegado a que la ocultara con magia...

Por lo que terminé usando un vestido nuevo, ya que ninguno de los que tenía me servía, con mi túnica negra de gala encima de él, y me pelo recogido en una cola. Estaba lo más decente posible, no quería darle más razones a mis padres para pelear conmigo. Al terminara salí de la habitación con el corazón en las manos de los nervios.

— Estás hermosa, y muy tapada— soltó Sev al verme haciéndome reír.

— Intentaba que no se notara tanto...—expliqué brevemente mientras bajaba las escaleras.

— Te ves hermosa con la panza de nuestra pequeña...—dijo sonriendo antes de caminar hacía a mí y besarme cortamente en los labios.

— ¿En serio no podemos huir del país y olvidarnos de esta cena? —pregunté cambiando de tema al terminar el beso, y él reír negando.

— Solo es una cena, vamos— respondió antes de tomar mi mano y guiarnos hacía la chimenea.

Como sabía que odiaba aparecerme, y más en mi estado, había arreglado todo para que nos fuéramos con los polvos Flú a la casa de mis padres. Sí, nuestra muerte iba a ser más rápido de lo que pensaba....

Aun muerta de nervios tomé los polvos de encima de la chimenea para luego soltar a Sev, entrar en ella antes de lanzar los polvos diciendo "mansión Malfoy", y desaparecer. Como era de costumbre cuando las distancias eran tan lejos, todo se puso oscuro por unos segundos para luego visualizar la sala de mis padres, y salir de su chimenea.

— ¿Estás bien? —escuché la reconocida voz del traidor de mi hermano.

— Si yo muero, y caerás conmigo...—le amenacé mientras me ayudaba a levantarme haciéndolo reír.

— Sí, perfectamente, papá y mamá, te esperan en el comedor...—dijo haciéndome temblar del miedo.

— ¿Están furiosos cierto? —pregunté antes de escuchar con Sev llegaba a través de la chimenea.

— Los he calmado lo más que he podido...—me respondió Draco haciéndome palidecer, antes de sentir la mano de Sev en mi hombro para tranquilizarme—. Incluso Astoria habló con ellos... mamá está menos furiosa, deberías convencerla a ella primera...

— ¿qué hay de papá? —me aventuré a preguntar pero solo negó, haciéndome tener más miedo que antes.

— Tienes suerte de tener dieciocho, quería meter a Severus en Azkaban, pero no hay cargo relevantes para hacerlo, eres mayor de edad en el mundo mágico...—respondió lo que me temía—. Vamos, en cualquier emergencia, preparé un traslador...—soltó antes de caminar hacia la puerta de la sala, y nosotros seguirlos.

Al hacerlo, Sev me tomó de la mano, para luego salir de la sala, y caminar hacía el comedor, al cual entré con la mirada hacia abajo, no quería ni ver a mis padres. Con sumo miedo, me senté en la silla que estaba más cerca a la salida, y Sev, y Draco se sentaron a mi izquierda y derecha.