El mejor amigo de papá |Severus Snape|

Capítulo 2: Bromas de bienvenida...

Aun corriendo llegué a las mazmorras en donde sabía que estaba gracias a mi hermano y su explicación antes de entrar a clases. Al hacerlo el primero a quien vi fue al peliteñido con una sonrisa antes de alejarse de sus amigos e ir a donde mí.

— ¿Qué ocurrió? —preguntó con doble sentido por lo que rodé los ojos.

— Me dejó libre por ser la primera vez que hago algo malo, aunque luego le dije que no era una santa antes de irme corriendo— respondí antes él reírse aunque no sé si de mí o conmigo.

— Te veo mañana en el castigo hermanita...—comentó con burla haciéndome reír—. Sabes que mi padrino no le gusta que le retén...

— Lo sé— solté sonriéndole—. Pero no por eso dejaré de ser yo...—dije encogiéndome de hombros como si nada.

— ¿Acaso es una estrategia para llamar su atención? —susurró con burla antes de yo sacar mi varita lista para matarlo.

— No quiero llamar su atención, Draqui— le respondí sin dejar de apuntarle—. Esto es lo que soy, que él sea director es solo algo sencillo con lo que tendré lidiar...—solté con arrogancia.

— Aquí no te valdrá ser hija de nuestro padre Auri y lo sabes. Además conoces el temperamento de mi padrino...— me advirtió haciéndome reír.

— Es mi problema...—solo le dije antes de ir hacía la habitación por donde había notado que subían la mayoría de las chicas...

Para mi mala suerte, al contrario que en mi antiguo colegio, en este tendría que compartir mi habitación con tres chicas más, a las cuales ni me molesté en conocer, por lo que sin decir nada me puse mi pijama, para luego quedarme dormida, pensando en mi primera broma del año....

Me desperté mientras aun estaba oscuro, como tenía habituado a hacer todas las mañanas en mis antiguos años. Las primeras horas de la mañana, son las mejores para hacer travesuras.... Sin perder tiempo, fui directo a mi baúl en donde tenía encogidos dentro de frascos, algunos artefactos de la tienda de bromas Weasley.... Al terminar salí de la habitación, directo al baño de las chicas. Antes que todo, me aseé para no tener ni que entrar en ella...

Lo primero era la bienvenida que le antes les daba a mis antiguas compañeras y ahora se las daría a las nuevas. Los gemelos Weasley eran unos jodidos genios, gracias a ellos, mis bromas mejoraron, comenzando con la pasta dental que ennegrecían los dientes por horas y que no se quitaba con ningún encantamiento. Había empacado varios para poder reemplazar los que había en el baño de chicas, lo cual hice sin dudar.

Lo siguiente era el agua, la cual con un pequeño encantamiento la modifiqué un poco. No su color, ni textura, sino lo que haría. Al terminar salí con cuidado que nadie me vea para luego volver a mi habitación a volver a dormirme. Ya que si salía podrían sospechar de mí...

Dos horas, solo dos horas fueron necesarias antes de despertarme al escuchar los gritos de chicas. Sí, tenía las horas calculadas, ya que tenía el sueño ligero.... Intenté no reírme, para no levantar sospechas antes de salir de mi cama, como si no supiera nada.

— ¿Por qué los gritos? —pregunté haciéndome la soñolienta, para luego ver dos de mis compañeras estaban calvas, y las tres se miraban en el espejo sus dentaduras, por lo que no pude aguantarme morirme de la risa—. ¿Qué... diablos...le pasó? —solté en medio de las risas, pero todas me ignoraron, preocupadas por su apariencia.

Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para dejar de reírme y levantarme de la cama, para no llegar tarde a mi primera clase.... Con un solo movimiento de mi varita me vestí con el uniforme antes de buscar mi túnica y ponérmela encima.