El mejor amigo de papá |Severus Snape|

Capítulo 29: No te irás...

Apenas me faltaban dos meses para recibir los éxtasis cuando Eileen llegó a mi vida y a la de Severus. Era una pequeña rubia con ojos negros, que apenas lloraba, solo cuando tenía hambre lo hacía, el resto del día se la pasaba o durmiendo o tranquila viendo todo a su alrededor mientras yo estudiaba, y Sev buscaba a quien encargarle temporalmente su botica, aunque le insistía que no era necesario...

Mientras que mi hermano por otro lado, venía casi siempre con Astoria a ver a su sobrina, incluso mi madre vino el día que nació a ver a su pequeña. Con la cual quedó encantada al verla, e insistía en que la llevara a la mansión Malfoy, para que mi padre la viera, pero siempre me negaba, si quería verla que viniera él.

— Deberías volver a Hogwarts este último mes...—comentó Astoria al venir a verme como todos los fines de semana, cortesía de la directora—. Estamos repasando todos los temas, para que sepas que debes reforzar y que no...

— ¿Y Eileen? —pregunté con tranquilidad mientras veía a mi pequeña recién dormida en mis brazos—. No creo poder dejarla con alguien, aun es muy pequeña, además, aunque pudiera dudo que Severus me dejé salir de aquí, sigue insistiendo que aún no me recupero del parto, ni siquiera me toca por ello— solté algo hastiada de ello.

— Con más razón deberías buscarte un elfo doméstico, son buenos cuidando niños, incluso creo que McGonagall te dejará venir aquí de noche a dormir, o mejor, te da una habitación para ti sola, y pones allí a Eileen...—soltó ella como si nada dándome una buena idea, después de todo sería casi lo mismo que estar en casa, ya que solo veía a Sev cuando regresaba de trabajar.

— Tienes razón— le dije sonriendo sin pensarlo mucho—. ¿Qué tal si comenzamos a empacar? —le pregunté parándome con Eileen en brazos antes de ella asentir y pararse también.

— ¿No le dirás primero a Snape? —preguntó con curiosidad mientras subíamos las escaleras, pero solo negué sin darle importancia.

— Cómo te dije será como si estuviera aquí, apenas lo veo en la noche, no notará mucho la diferencia...—respondí al llegar a mi habitación y recostar a la bebé en mi cama, para luego con un hechizo recoger todo dentro de mi baúl que estaba al frente de mi cama como siempre.

— Se va enfadar...—soltó en forma de regaño, pero solo sonreí antes tomar a Eileen de nuevo e ir a su habitación, a buscar un pequeño baúl que Severus le compró al nacer para guardar todas las cosas que aún no le servían.

— No me importa. Saca la ropa que ahí allí, coloca la del armario en el baúl, y la del baúl en el armario...—le indiqué a mi cuñada antes de ella con un simple hechizo hacerlo, para luego encogerlo, y echárselo en su bolsillo.

— ya encogí tu baúl también...—explicó antes de yo asentir—. Debes ir primero con McGonagall, para ver si te permite ir a clases, yo me quedaré con Eileen...—me dijo dejando de discutir lo de Severus para luego yo asentir y darle a mi pequeña en brazos.

— Volveré de inmediato— le aseguré antes de desaparecer, y reaparecer fuera de los terrenos de Hogwarts, haciéndome añorarlo.

Cuatro meses fuera de este lugar, y ya comenzaba a extrañarlo. Tantas bromas que no llegué a hacer, tantos buenos recuerdos.... Por lo que no pude evitar sonreír al llegar a la puerta, la cual como era de esperarse estaba cerrada.

Así sin muchas opciones tomé mi varita y mandé un patronus a la directora con un sencillo mensaje: "estoy en la entrada", para luego un resplandor ir directamente al colegio.... Minutos después apareció Hagrid caminando hacia mí, para luego abrirme la puerta.

— Señorita Malfoy— me saludó antes de yo asentir—. La directora la espera en su despacho, "la valentía es lo que vale" ...—solo explicó antes de yo volver a asentir entendiendo que era la contraseña, para luego comenzar a caminar hacia la torre del director.