Capítulo 25: Demasiadas atenciones

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Dejamos a los chicos pasar tiempo a solas con su padre mientras nos dirigimos a la hoguera, era hora de cenar y luego iríamos a dormir.

Comimos todos nosotros juntos alrededor del fuego. Nadie hablaba, sólo comíamos. Muchos recuerdos venían a mi mente. Cuando me enojé con Zed, cuando comíamos juntos, cuando me llevó a la tienda a oscuras y demás recuerdos. Que estúpida había sido en no corresponderle mis sentimientos de inmediato. Nunca me perdonaría por no darle a Zed sus últimos momentos de felicidad. Ya lo extrañaba tanto y apenas había pasado un día, una melancolía me embargó y quise llorar de nuevo. Quise, pero no lo hice. No quería que los demás me viesen más destruida de lo que ya estaba, ni siquiera me habían visto así cuando vimos el genocidio de nuestra tribu y menos quería que me vieran ahora. Estaba débil. Ellos lo sabían, yo lo sabía, no hacía falta dar pruebas de ello.

Como era de esperarse nos dieron tiendas para dormir. Mina y Aaron dormirían con su familia, Eidan y Ciro con otro joven más en una tienda y a Ava y a mi nos dieron una nueva. Resultaba que Ava era compañera de tienda de Amaya y Thais pero dijo que si estuviese en una tienda con ellas y conmigo preferiría matarlas a ellas, lo que consideré como una clase de cumplido y ambas fuimos a dormir.

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-¡Oye! ¡Hey Mara! -dijo una voz susurrando.

Intenté vagamente abrir los ojos y ajustarme a la poca luz, aún era de noche. Iba a matar al que me despertó, logré dormir inmediatamente gracias al extremo cansancio y sin tener pesadillas ¡Y esa persona me había despertado!

-¿Quién es? -pregunte perezosamente.

-Soy Eidan tonta. Despierta y ven afuera.

Claro, ¿Quién más podría interrumpir mi precioso tiempo de sueño más que el insoportable de Eidan? Además, ¿Qué querría a esa hora? Dejé de preguntarme cosas y salí afuera donde estaban Eidan y Aaron.

-¿Qué quieren?

-Vaya, estás de miedo. Ahora se que nunca debo verte en las mañanas -dijo Aaron.

-Ya me has visto en las mañanas.

-Si, pero nunca te había prestado atención en ellas.

-Da igual, si no quieren nada volveré a dormir.

-Espera Mara. Queremos hablar como personas normales. -Explicó Eidan.

-Si fuera eso hubieran esperado a mañana.

-Buen punto, aunque parezcas cadáver sigues estando atenta. -Eidan le pegó un codazo y lo miró como diciendo "idiota". No me había percatado de que había usado la palabra cadáver hasta ver la acción de Eidan pero me daba igual, sólo me ponía sensible al oír el nombre de mi amigo, no con cualquier cosa ¡Tampoco era tan sensible!

-Eh... En fin, queríamos hacerte una pregunta, ¿Estás segura de que lucharás contra los seres blancos?

La pregunta de desconcertó, ya se lo había dicho a Zarek anteriormente y ellos estaban presentes, ¿Por qué les inquietaba eso?

-Ya lo había dicho, ¿Por qué no estaría segura?

-Creo que no se entendió bien, ¿Vas a luchar o vas a dejarte matar? -preguntó Eidan aclarando mis dudas.

-¿Quién les dijo?

-¡Lo sabía! -exclamó Aaron.

-¿Estás loca o qué? Ya hemos pasado por mucho para que te des así por vencida. -Dijo Eidan.

-¿Y a ti que te importa? ¿A quién le importa? Mi mejor amigo está muerto, al igual que mi familia y la máxima venganza que conseguiré será en unos días matar a algunos seres blancos ¿Por qué querría seguir viviendo luego?

ILKERS: El inicio de la nueva leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora