Nos miramos fijamente por unos segundos, se sentía el placer de verme haberle preguntado eso, deducí que ella no era ni amiga ni enemiga, era una aliada temporal que ambas sabíamos que cuando ninguna quiera nada de la otra haremos caminos separados.
-Interesante - rió- ¿Sabes qué es lo que se requiere para ser un cazador?
-Frialdad, paciencia, fiereza, valentía, fuerza tanto física como mental, eso es lo que recuerdo- dijo Sofía, todos la miramos estupefactos, ¿Alguien tan pacífica como Sofía sabía eso? Notó cómo la mirabamos- lo se porque mi papá era cazador, quizás lo hayas conocido- y desvió la mirada nostálgica.
-Lo dudo niña.
-Sofía- interrumpí- si vas a quedarte deberás aprenderte nuestros nombres Ava.
-Como sea, dime...
-Mara.
-Dime Mara, ¿crees tener todo eso?- no, definitivamente alguien que le teme a sus propios sueños no es valiente y todo lo demás, no, tampoco lo era pero no le daría el placer de verme retroceder.
-Sí.
-Bien, la "prueba" para ser un cazador es ... - en su rostro aparecía una gran sonrisa - pelear con otro cazador. Cuerpo a cuerpo hasta que el otro caiga, ¿suena sencillo, no?
Eso aclaraba su sonrisa satisfactoria cuando pregunté qué se requería para ser cazador. Ella deseaba luchar conmigo. En verdad no la entendía, ¿Por qué se obstinaba a tratarnos como enemigos que por el momento tienen una alianza y luego deberán destruirse?
Me seguía mirando, atenta a mi reacción, yo permanecí seria y pensando, "La única cazadora sobreviviente es ella, entonces, deberemos pelear juntas. Ella tiene mucha experiencia, yo casi nada salvo cuando jugábamos, o según Juan "entrenabamos" con ramitas fingiendo que eran cuchillos pero ¿Por qué un cazador debía hacer eso si a los animales se los caza con lanzas o arcos? Supongo que la respuesta la tendré cuando sea cazadora, ¿Por qué no habré pensado en esto antes? No tengo alternativa. Parece no querer cooperar, además, no quiero ceder frente a ella, quiero que sepa que no me intimida y que no pasará sobre mí, ¿Que otra alternativa tengo? Ningúna".
-Acepto.
-Olvidé decirte algo, Mara- al fin dejaba de llamarme niña- sólo lo podrás hacer si yo accedo a pelear contigo - ahí quería llegar.
-¿Qué quieres?
-Quiero ir a otra tribu, estar a salvo y vivír mi vida en paz, gane o pierda aunque lo último no es muy probable- dijo riéndose.
-¿No estabas más viva en la selva?- aunque si tenía que llevarte a la muerte lo hubiese hecho con gusto.
-Sólo quiero cuidar mi cuello hasta que esto termine y admito que sóla es difícil hasta para mí.
-Lo siento, no tenemos pensado volver a ningúna tribu.
-Pero ya han estado en una, ¿Verdad?- sonrió triunfante, debía cuidar lo que decía.
-¿Cómo lo sabes?
-Esos tiernos hermanitos no parecen de Ilker -era inútil negarlo, aunque odiara admitirlo ella tenía mucha más experiencia que yo.
-Es cierto. Son de Elentor.
-Entonces que uno de tus amiguitos me muestre el camino. No tengo problema en viajar con niños.
Miré a mi alrededor, todos estaban acostados, casi durmiendose ¿Tanto tiempo había estado hablando con Ava? Miré y ya estaba amaneciendo, no me había percatado de toda la luz que ingresaba que ahora que miraba hacia la boca de la cueva debía entrecerrar los ojos que me dolían.
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ILKERS: El inicio de la nueva leyenda
AventuraMara es una chica de 15 años que vive con su madre en la tribu Ilker cerca de la misteriosa muralla que separa su mundo y que nadie sabe su origen exacto. Todo comienza con el ritual de iniciación que debe enfrentar ella y su grupo al intentar sobre...