Capítulo 8

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Capítulo 8- UN DISPARO INSESPERADO.

-Saam- Le dije a mi amiga mientras me paraba y caminaba hacia ella. - ¿Qué haces aquí?- Pregunté.

Kaidan seguía sentado, de espalda a Sam. Pero el muy tarado había olvidado sus lentes en el auto, por lo que sólo traía su gorrito trucho y no ocultaba en lo más mínimo su rostro.

Era domingo, había poca gente en el centro comercial ya que muy pocas tiendas abrían, Kaidan y yo éramos los únicos en el restaurante y por los pasillos sólo caminaban una o dos personas.

-Nat- Ella parecía confundida, y continuó avanzando hacia nosotros. -¿Quién es él? – Preguntó señalando al chico que le daba la espalda.

-Él es, el, el, es un, un, amigo- Tartamudee.

-¿Qué amigo Nat?, Quiero conocerlo.- Dijo ella avanzando hacía Kaidan, quien seguía sentado, inmóvil en su lugar.

-EL NO QUIERE CONOCERTE- La interrumpí. Poniendo mis brazos para que no pasara.

-¿Por qué?- Preguntó ella frunciendo el ceño.

-Es muy antipático, gruñón, tarado y feo- Le dije.

Ella soltó una carcajada que seguramente se escuchó en toda la ciudad. –Ya sé que pasa Nat, están saliendo en secreto y lo estas ocultando-

-¿Ah?, ¿esa cosa salir conmigo? ¡No!, nunca en mi vida-

-Ya, preséntamelo niña tonta- Dijo ella caminando hacia la mesa.

-¡SAM ESPERA!- Le grité.

Sam se sentó en el lugar en el que estaba yo y miro a Kaidan, él tenía la cabeza baja, por lo que no se lograba apreciar su rostro por completo.

-Él, él, él pri...- Comenzó a decir, Kaidan se paró de golpe y le tapó la boca.

-No es lo que estás pensando- Le dijimos él y yo a la vez.

-¿Qué haces con el príncipe Natalia?- Sam estaba paralizada, solo sus labios se movían y su cara de confusión era lo que más me aterraba.

-El, yo, yo, abuela, gobierno, princesa, huevos, beso, harina, desayuno- Dije rápidamente.

-¿Eh?- Dijeron ambos a la vez mirándome raro.

-Samantha ¿no?- Kaidan extendió su mano hacia Sam, y ella tomo esta delicadamente.

-Eso creo su alteza-

-Bueno, permítame contarle señorita Samantha que Natalia y yo estamos saliendo- Le dijo Kaidan a Sam

-¿QUÉ?- Dije, bueno tal vez grité.

-Oh por dios, POR DIOS, NATALIA MCCURTHY- Sam se paró, y comenzó a sacudirme. –Sales con el príncipe, SALES CON EL PRINCIPE, espera, ¿Qué tu no odiabas al príncipe?-

Yo estaba muda, no sabía que hacer o que decir.

-Sí, me odiaba, pero de tanto odio termino amándome- Kaidan definitivamente estaba loco. –Ahora señorita Samantha, por favor, le pido que no le diga a nadie que nos vio juntos-

-NO LE DIRÉ A NADIE, Y POR CIERTO, QUE EMOCIÓN NAT- gritó ella emocionada.

-Querida Nat ¿Nos vamos?- Preguntó Kaidan.

Ambos caminamos lejos de allí, dejando a mi amiga sola, observando como son alejábamos, y al rico desayuno que no comimos también. Nos dirigimos hasta el auto del imbécil y cuando cerramos las puertas comencé a gritarle.

La hija de un Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora