Capítulo 17

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Capítulo 17- UNA NOCHE PARA RECORDAR

Llevaba un vestido rojo, corto, que Christina me había obligado a ponerme, más elegante de lo que estaba acostumbrada, aun así se supone que soy una princesa y que debo vestirme y actuar como tal, pero eso sin duda era de las cosas que mas me iban a costar, yo no era una chica elegante, y mucho menos estaba acostumbrada a hablar y ser completamente respetuosa.

Me giré a ver el rostro de Sebastian, se me hacia familiar,aunque quien sabe de donde, probablemente de las novelas románticas que miraba mi madre, donde el galán principal era un chico musculoso y alto como el.

Llevaba un buen rato conduciendo callado, se supone que recorreríamos la ciudad, pero sin embargo estábamos saliendo de ella. En la radio sonaba una canción completamente deprimente que me daba aun mas ganas de saltar del auto, de las que ya traía.

-¿Donde estamos?- Le pregunté de repente, mientras estacionaba el auto, nos detuvimos en un lugar bastante oscuro, pero muy iluminado por la luna y las estrellas, quizás si quería deshacerse de mi, pero mi abuela y Christina lo matarian, así que eso realmente no es una posibilidad.

-Solo cállate y camina- Me dijo, caminamos dos o tres metros, sinceramente no podía creer donde estábamos, de todos los lugares que podría haber imaginado, este ni siquiera estaba en mi lista. Un mirador hacia la ciudad , la vista era completamente hermosa. - Tu querías conocer la ciudad, ¿que mejor que verla desde arriba?.- Dijo, era mucho mas grande de lo que me imaginaba, incluso se llegaba a ver el camino que llevaba a la casa donde nos estábamos quedando.

El silencio era agradable,el lugar increíble, incluso el frió que había no me hacia salir de mi asombro, Sebastian se quito su abrigo y lo coloco en mis hombros.

-Gracias- Le dije sonriendo.

-No quiero que te mueras de hipotermia por mi culpa-

-¿Hacia donde va ese camino?- Le pregunté señalando uno que se alejaba de la ciudad.

-Al mar, ¿quieres ir?- Me respondió, lo miré extrañada, luego mire mi celular, eran las 2 de la mañana, y lo volví a mirar, enseñándole la hora sin decir nada. El se rió. -Hay lugares que están abiertos toda la noche, podríamos pasear un rato por la ciudad, comprar comida, y salir a las 5, llegaríamos para el amanecer.

-Estas mas loco que yo- Dije, pero aun así no me desagradaba su plan, era alocado y divertido, pasar la noche despiertos y amanecer en una playa a 30 minutos de la ciudad, genial. -Vamos, pero yo pondré la música esta vez- Concluí subiéndome al auto.

Al encender la radio sonaba una de mis canciones favoritas, "Just the way you are", de Bruno Mars, no podía no cantarla. Sebastian subió el volumen y comenzó a tocar el ritmo con sus manos en el volante, comencé a moverme en el asiento acompañando la canción, el viento me despeinaba completamente. Ahí estábamos los dos, viviendo una escena de película, entrando en una ciudad que nos esperaba, cantando como locos y riéndonos juntos.

-Agradece que te traje ropa- Me dijo mientras tomaba una mochila de la parte de atrás del auto, entramos a un bar, a pedir ir al baño, ya no eramos dos chicos de la alta sociedad, volvíamos a ser nosotros, dos adolescentes dispuestos a divertirse. -Te cambiaste rápido- Me sonrió sentado en la barra, con una gran pizza enfrente. -¿Tienes hambre?.

Comimos y llevamos más para el camino, pasamos dos horas recorriendo las calles, el chico que me acompañaba no era el mismo que se sentó a mi lado en el avión. Nos reímos como jamas lo habíamos hecho y cuando llegó la hora partimos hacia el mar. Tal y como lo dijo llegamos para la salida del sol, nos tiramos cansados en la arena.

-¿Por que tanto odio en estos días?- Le pregunté, quería saber a que se debía ese cambio.

-Creo que me molestó que te olvidaras de mi- Dijo el chico girándose para verme los ojos.

-¿Qué me olvidará de ti?-

-De niños eramos amigos, los mejores, inseparables diría yo- Respondió -Sé que no lo recuerdas, no te preocupes-

-Deberías contármelo.

- Nat...- Susurró,era la primera vez que no me llamaba así. – No importa,simplemente éramos amigos y ya, es una larga historia de la que nunca me dan ganas de hablar-

-¿Me odias? – Le pregunté

-Pospuesto que sí,no recuerdas que te iba a llevar al manicomio- Respondió sonriendo

-Tu estas mas loco que yo querido, fue tuya la idea de viajar una hora para estar aquí- No quise insistir en saber la verdad, se que tarde o temprano la descubriría. Y sinceramente estábamos pasando tan bien que no quería arruinarlo, gracias a el olvidé todos los problemas que me rodeaban.

...

-Podrías despertarte de una vez- Sentía como si estuviera en medio de un huracán, Sebastian me estaba sacudiendo intentado despertarme –Natalia ya levántate-

-¿Qué?, ¿Qué pasó?,¿Qué me perdí?- pregunté confundida mientras intentaba entender que estaba pasando.

-Nos quedamos dormidos en el medio de la nada y tu abuela esta con Christina ahora mismo, preguntando donde estamos, me acaban de llamar-

En todo el camino de regreso no intercambiamos palabras, sabíamos que algo había sucedido, y quizás no era para alegrarnos, sin descartar que habíamos pasado una noche juntos, una noche que jamas olvidaremos, porque había sido la mejor de nuestras vidas.

Sebastian era una persona diferente a cualquiera que haya conocido en mi vida, era divertido, inteligente y sabía cuidarse a si mismo y a cualquiera que lo rodera.

Después de mas de una hora y media de viaje llegamos a la casa, donde habían 5 autos estacionados afuera, mi abuela y Christina hablando muy serias en la cocina.

- Deben irse ahora mismo- Ese fue el saludo de mi abuela, dándonos dos pasajes de avión, una peluca, y dos mochilas. -En esta carta esta todo explicado, nosotras estaremos bien, salgan por el fondo, AHORA- ...

...


Publicado 24 de enero de 2019  


La hija de un Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora