Capítulo 11- FRANCIA
-¿Francia?- Pregunte dudosa, mi abuela asintió con la cabeza, ¿Qué íbamos a hacer en Francia?, no hablo francés, no conozco sus tradiciones y mucho menos sus costumbres, nunca había salido de mi país, nunca había tenido la oportunidad y tampoco lo había pensado. Los padres de mamá viven en Francia, es decir mis otros abuelos, al menos tenia alguien conocido, aunque no se en que parte viven ellos... – ¿Qué haremos en Francia?- Pregunté.
-Tomarán clases, vivirán en el Palacio, con la princesa Camila y sus padres, y sobre todo estarán a salvo- Respondió seria.
-¿Camila?- Le pregunto Kaidan a mi abuela.
-Si, Camila, la pequeña Camila con la que jugabas hace unos 10 años atrás- Le respondió ella, ya un cambio se notaba en su mirada, una leve sonrisa se dibujaba en su rostro. -y Nat, concreté clases de Francés con Emma, ella te ayudara con eso y lo que necesites, estarán allá al menos dos meses- Dijo apresurada, dejando su bolso en uno de los sillones. -Ahora váyanse a dormir, que es bastante tarde para estar despiertos jovencitos son las 5 de la mañana- Dijo, volvió a tomar su bolso, y se dirigido a las escaleras. -Pasaremos aquí la noche, es más seguro y hay guardias afuera, tomare la habitación número tres- Concluyo sin voltearse.
Luego de que mi abuela se fuera a dormir, mire a Kaidan y sacudí la cabeza. -Sigo esperando despertarme- Dije, acto siguiente, tome la manta que había en el sillón, la doble, apague el televisor, y me dirigí a las escaleras, antes de llegar voltee a ver a Kaidan. – Sube a dormir, es tarde ya, y no creo que hayas descansado en el sillón- El simplemente asistió y luego me siguió, silencioso, tenía algo diferente en su mirada. -¿Estas bien?- Pregunté.
-Si- Respondió en un tono frío, y comenzó a subir las escaleras. Preferí quedarme callada, y no sacar conclusiones equivocadas antes de tiempo. -Buenas noches- Dijo el, entrando en una habitación.
-Buenas noches-Respondí entrando en la habitación de enfrente, tenía el numero 5 marcado en la puerta, parecía un hotel al tener números en las puertas, pero bueno, no soy quien para criticar.
Al entrar me sorprendí bastate, estaba limpia, al igual que toda la casa, y era tan grande como cualquiera del palacio, evidentemente pertenece a la familia real.
Estaba cansada, así que apenas llegué a la cama, me dormí, después de todo el hombro de Kaidan no es tan cómodo.
...
-Nat- Escuche de repente. -Natalia- Escuche de nuevo, pero esta vez más cerca. -NATALIA- Me gritó Kaidan, estaba sentado a mi lado, mirándome fijamente. -Hace una hora que te estoy hablando Nat- Dijo, parándose. -Levántate de una vez, nos vamos en una hora-.
- ¡ME TENGO QUE BAÑAR! - Grité mientas me levantaba. -Ropa, necesito ropa- Dije desesperada mientras volteaba para mirar a Kaidan, quien, mientras sonreía, señalaba la ropa que tenía en la mano. Tomé la ropa y me metí en la primera puerta que vi en la habitación.
-ESE ES EL ARMARIO- gritó Kaidan del otro lado, apagué la luz y salí.
-No me di cuenta, sabias- Dije sarcástica mientras entraba en la otra puerta.
-ESE ES EL BALCÓN NAT-Me volvió a gritar.
-Quita esa mirada de satisfacción idiota, sabía perfectamente que era el balcón, quería tomar aire, me acabo de levantar- Le respondí mientras entraba en la tercera puerta, suplicando que este si fuera el baño.
Me duché a la velocidad de la luz y me puse el conjunto que me había dado Kaidan, hacia un poco de frío, o tal vez yo tenía frío, me vestí rápidamente y bajé.
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La hija de un Rey.
Jugendliteratur..."Las princesas no son historia vieja"... Tras encontrarse un testamento que exige el cambio de gobiernos, volviendo así al reinado por parte de Reyes y Reinas, la abuela de Nat, la reina, se debe presentar frente a su nieta después de 12 años...