Dos.

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Se sentía pésimo, corrección: se siente pésimo. Bueno ¿Quién se sentiría bien? Después de una noche casi sin dormir, cuando por fin puedo coger el sueño en la mañana, mi hermana decide venir y despertarme con un jarrón de agua fría, con hielo, acabando con toda esperanza de reconciliar el sueño.

Claro, hay mil formas de despertar a una persona, pero no, mi hermana tenía que escoger mojarme.

— ¿Cuál es el punto de despertarme así? —le espeto.

—Venga Cata, no te enojes. Papá me ha pedido que vayamos a buscar moras para que nuestra tía prepare mermelada.

Tomo unas prendas de ropa y me dirijo al baño, salgo de allí vestida y voy por Claudia.

—Vamos ya. No me queda otra opción —es lo que digo cuando salimos de casa.

Moras #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora