Epílogo.

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Suspiro y meto una cucharada de mermelada de moras a mi boca, con la mano desocupada tomo el papel que me entregó Adrián hace una año, el día en que me fui.

¡Oh! Cuanta rabia me da ¿Por qué no me lo entregó antes? Así al menos hubieramos disfrutado bien los días que me quedaban en el campo. Pero no, él tuvo que esperar hasta el último momento para entregarme el papel que explica que me corresponde, más específicamente el papel que dice: "Me gustas".

Vuelvo a suspirar, ya no importa, de a poco hemos dejado de mantener contacto... ya no es lo mismo. Un día sin escribirnos es un día más que me voy enojando con él.

Meto otra cucharada de mermelada a mi boca y escucho el timbre del departamento. Papá se encuentra trabajando y Claudia estudiando, así que voy a abrir.

Fer es quien está detrás de la puerta, me parece irónico como en el transcurso de este año me alejé de Adrián y me acerqué a Fer.

— ¿Qué sucede? —le pregunto mientras ella pasa y se sienta en el sofá.

— ¿No te has enterado? —pregunta reteniendo una sonrisa.

—No, ¿De qué? —su casi sonrisa se me contagia y mi curiosidad comienza a aumentar.

—Adrián se mudará a la ciudad —dice y mi corazón por un instante deja de latir.

No sé cómo tomarme la noticia si triste, feliz o enojada, pero lo que si sé es que vendrá y lo veré después de bastante tiempo y solo con eso ya es suficiente.

Por tercera vez meto una cucharada de mermelada a mi bocay sonrío. Sé que a pesar de todas las dificultades esta historia aun no ha terminado...

Moras #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora