Capítulo 16

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¿Cómo puedo pensar eso? Dios por favor quitame estos pensamientos que no son de tu agrado. Es problema de Greg. No es de mi incumbencia. Pero es mi novio. ¡Ah! No me importa, no me importa, no me importa.

- Ya no me viste acosadoramente. ¿Pasa algo? -Dice un poco burlón.

- No, nada. Estoy bien. -Le digo sonriente.

- Muchas respuestas para una pregunta. -Dice y me tenso.

Se estaciona en el primer lugar que ve y apaga el auto. Se quita el cinturón de seguridad y me ve de una forma intimidante. Me tense aún más, pero no me moví, deje mi vista pegada al volante, para que se viera el interés. Y de ahí seguí sus manos, las cuales estaban en el volante, sus brazos, su barbilla, labios, nariz, hasta que llegue a sus ojos. Me sentí pequeña y mis mejillas arder.

- Se mucho de ti, pero no se si... de verdad sé, de ti. -Dice y me siento nerviosa.- Pero... algo me dice, que estás pensado demasiado, sobre algo. ¿Qué es? -Me pregunta de una forma dulce.

- Es algo sin importancia. No es importante...

- ¿Qué es Wendy? -Me dice sin terminar lo que le iba a decir.- Sabes que... eres mi novia. Pero está bien si no me quieres decir. Confiaré en ti, pero por ahora. Deja tus pensamientos a un lado, que me haces pensar que estas pensando de mi pasado. -Me dice y siento que mis ojos se abren un poco más de lo normal.- Di en el clavo. -Dice y me sonríe.

Se inclina más hacía mi y besa mi frente. Cierro mis ojos y ciento sus labios arder sobre el pedazo en que me besa. Y cuando se aleja de mi, une sus labios con los mios. Un beso corto, lindo y con un enorme cariño.

- Te quiero Greg.

- Yo también te quiero Wendy. Y si me gustaría quitar de tu cabeza, lo que sea que piensas. Aún más si es algo malo.

- ¿Cuántas citas has tenido? -Le pregunto curiosa.

- No se. Nunca he sido del tipo de persona que sale a citas. Pero de las que me acuerdo son como tres o cuatro. -Dice y su cara muestra confusión, a lo mejor por que no recuerda bien.- La primera fue horrible. La niña con la que salí me beso primero, pago los helados a mis espaldas y coqueteó con un muchacho. Al principió si fue lindo, pero luego de todo eso... ya quería irme a casa. -Dice y reímos un poco.- ¿Qué otra cosa es lo que estabas pensando? No creo que el tema de citas sea para que pienses tanto.

- Me da vergüenza. Además no es de mi incumbencia. Dejemos lo ahí.

- Wendy...  -Dice y veo hacía afuera de la ventana, tomando las agallas para preguntarle.

- ¿Con cuantas... -Digo en voz baja, tan baja que lo más seguro que ni escucha.

- ¿Que? Habla mas alto.

- ¿Con cuantas te has... -Digo un poco audible.

- ¿Con cuántas me he acostado? -Pregunta y siento que ardo.

No lo podía ver a la cara. ¿Porqué tenía que decirle? Pude haber inventado otra cosa. Su mano toco mi hombro y me tense. Pero me calme poco a poco.

- Quiero ser honesto, sabes... y la verdad, no se cuantas han sido. Se que la primera fue cuando tenía 21 y fue en la universidad. -Dice, y no lo volteé a ver.- Pero Wendy. Yo te quiero. Me tienes enamorado. Si lo hiciéramos, yo de verdad le pondría cariño. Te quiero Wendy. -Dice y por fin lo volteo a ver.- No quiero que por ser un... "mujeriego" me trates distinto, porque tu eres mi chica ahora y no te traicionare nunca.

Con eso dicho me quito el cinturón de seguridad y me inclino a él. Lo beso por unos segundos y cuando nos separamos, me siento feliz.

- Perdón...

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