El momento. Yo veo un momento, como algo importante. A veces el momento se guarda en mi memoria, a veces no. Por eso el momento que vivo. Que Dios me deja vivir. Lo tomo en serio.
Lo que Greg me está diciendo. La posición en la que estamos. Todo, es un momento. Y en este momento no se que decir, ni que hacer. Esta sobre mi. Y sus lentes se resbalan poco a poco del puente de su nariz, lo que lo hace ver como un anciano.
Efrén, fue lo que cruzo en mi momento. Me duele, pero lo sigo pensando. Pero Greg tiene razón en muchas cosas. Efrén me hace daño. Y el rose de los labios de Greg si me hicieron desear tenerlo.
¿Qué pasa si digo que si? Mi padre lo podría despedir. ¿Qué pasa si digo que no? Lo haré sentir mal, nuestros encuentros serán incómodos y me estaría mintiendo.
- Seré sincero. -Me dice y me hace salir de mis pensamientos.- Me pones nervioso. Y se que estas pensando. -Dice y hace una pequeña pausa.- Si aún te gusta Efrén, está bien. Lo entiendo. Te dejare ir. Pero te voy a coquetear más de lo normal.
Comencé a reír por lo que dice. Pase una de mis manos a mis labios para calmar mi risa, pero él la quita.
- No, no, no. Me gusta ver tu sonrisa. -Me dice y yo sentí mis mejillas arder.- ¿Que será señorita Twain? ¿Si? ¿No? ¿No sé? Habla.
Levante nuevamente mi mano, pero ahora para empujar sus lentes de nuevo al puente de su nariz. Deje mi dedo en el arco de sus lentes, luego lo baje por su nariz, por su comisura, sus labios, hasta su barbilla. Levante mi espalda del suelo y me recargue con mis antebrazos y codos. Quedé más cerca a él y me sonroje. Su rostro estaba expectante, pero creo que estaba confiado.
- ¿Porque no? -Le digo sonriente.
Y en cuanto lo dije uní nuestros labios. Poco a poco me levante completamente y él se hizo hacía atrás. Cuando se nos acabó el aire, él quedó contra el piso y yo sobre él. Me acosté sobre su pecho dejando mis dos piernas siempre fuera de las suyas.
- Así fue como caí sobré el muchacho. -Le digo.
Y... comienza a reír.
- ¡¿En serio?! -Grita entre rizas.
- ¡Cierra la boca! -Le grito enojada.- ¡Para mi si fue vergonzoso! Y ahora mucho más. -Digo lo ultimo en voz baja.
- Por eso te quiero Wendy. -Dice y me abraza, trayendo me sobre él.- Así que... ¿eres mi novia?
- Si -le digo rodando los ojos- Greg Patterson.
- Ahh... -Dice ansioso.- Que felicidad. Pero ahora sigue que tú padre me mate. -Dice apretandome demasiado.
Eso... es cierto. La última vez que lo vi me dijo que no tenía aprobación para ningún hombre. Pero si Dios quiere que seamos una pareja, Él nos ayudará.
- Greg, todo estará bien. -Le digo y le sonrío.- Confío en Dios y se que nos ayudará si de verdad tenemos fe.
- Quiero conocer al Dios del que hablas siempre. -Dice y me deja de apretar.- Entre, creo yo, como cuatro o cinco veces a tú iglesia, pero no entendía de lo que hablaban. Ya luego, mejor esperaba hasta la hora en que salias y te volvía a seguir. -Se quedo callado un largo rato, pero continuó con lo que tenía en el pensamiento.- Es gracioso. Ya no tendré que estar escondido para verte. Podré hacer lo que quiera contigo.
- No lo que quieras -le aclaro- eres mi novio no mi esposo.
- Hay que casarnos entonces.
¡¿Qué?!
- ¡Tengo 16 Greg!
- No importa. -Dice despreocupado.
- Te meterían a la cárcel.
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¿Por qué no?
Roman pour AdolescentsEl momento. Yo veo un momento, como algo importante. A veces el momento se guarda en mi memoria, a veces no. Por eso el momento que vivo. Que Dios me deja vivir. Lo tomo en serio. - Seré sincero. -Me dice y me hace salir de mis pensamientos.- Me po...