Hunter » h.s

10.

—Harry... ¿Porqué me das esto? ¿Porqué me dices todo esto? ¿Porqué...? —No soy capaz de preguntar más, aunque quisiera.

Él me mira. Parece vulnerable. Indefenso. Su mirada de ser oscura y dura nuevamente, se suaviza. Uno de sus dedos toca su barbilla por unos segundos y suspira. Finalmente quita el dedo del lugar anterior.
Sus ojos permanecen viendo los míos durante un buen rato. Yo sólo quiero que me responda. Que me responda a qué viene todo esto, ¿porqué me da un arma?

—Porque no quiero que nadie te haga daño.

***

La bilis de mi garganta subía y subía. Demasiado rápido, haciendo que mi corazón vuelva a latir muy rápido. Siento ya las lágrimas en mis ojos, viendo todo borroso pero no pienso parpadear. Si lo hago, Harry se dará cuenta de que estoy llorando o que estoy a punto de hacerlo.

La última vez que alguien me dijo eso fue... Fue hace como cuatro años.
Lo típico, esas personas te dicen cosas hermosas, promesas, que eres lo mejor de la vida... Y al final son ellos los que terminan haciéndote lo peor de la vida.

Pero fue una de las peores cosas que pasaron en mi vida.

Sin darme cuenta, las lágrimas ya han salido de mis ojos, ya estoy sollozando casi silenciosamente. Claro, como siempre.

¿Por qué no puedo ser más fuerte?

Harry tiene su mirada puesta en mi. No se mueve por nada del mundo, parece una estatua.

—¿Por... Por qué dices eso? —trato de hacerme la fuerte, pero no me sale. Bien. —¿Porqué dices esas cosas, Harry? —un sollozo se me escapa.

Maldita escena de mi vida la que me hizo débil.

Se demora unos minutos en responder, su mirada se transforma cada vez más y más, en una con dolor. Dolor y un sentimiento que no puede liberar en este momento.

¿Porqué? ¿Hice algo mal?

De pronto, sus ojos están empañados de lágrimas, las cuales no deja salir. Haciéndose el fuerte, creo. Esas preciosas esmeraldas estaban rodeadas de un rojizo fuerte, está a punto de soltar lágrimas. Quiero abrazarlo, esa sensación de brindarle amor me pasa por la cabeza y agarra parte de mi corazón, estrujándolo.

Pero como siempre, Miranda, eres una cobarde.

Harry a varios lados de la casa, y termina por mirarme nuevamente a los ojos.

—Sólo... toma esto, ¿sí? —deja el arma en mis manos y sube las pequeñas escaleras dejándome atontada y con la palabra en la boca.

***

Lo que ha ocurrido hace algunas horas, me ha dejado pensando mucho.

Observo la pequeña pero poderosa pistola que está a centímetros de mí, en la mesa de noche. Me pregunto porqué me la habrá dado. ¿Tendrá relación con que el también porta armas por doquier? ¿Hasta en sus bolsillos?

Harry es más extraño cada vez que ocurre algo. No puede dejar de sorprenderme.

Asesino, violador, torturador, idiota por haberte besado en el cuello y labios, ofrecerte la muerte.