Hunter » h.s

12.

—Tu personalidad....—sonríe hacia otro lado, como recordando algo.—Es idéntica a la de ella.

—Eso es imposib...

Puso uno de sus dedos en mis labios, haciendo la señal del silencio.

—Porque eres como ella y no puedo dejar que nada te pase como...—Hizo un silencio en el que pude observar que sus ojos poco a poco empezaban a llenarse de lágrimas.—Le ocurrió a... Ella.

***

*Flashback*

—H-Harry...—le dije quitándole algunas lágrimas que se escaparon de sus bellos ojos.—Puedes... Puedes desahogarte conmigo, no hay problema.—le sonreí.

Él me correspondió el gesto y lo abrazé con todas mis fuerzas. Soltando algunas lágrimas también, de modo que los dos nos desahogamos de los problemas.

Me gustaría que llegue a confiar en mí hasta el punto de que yo sea... Alguien importante para él.

Ya lo eres.

Ignoré esa voz en mi cabeza diciéndome estupideces.

Harry se separó un poco de mí para quedar frente a frente.

  —Princesa... No llores. —me susurró de la manera más hermosa que pueda existir y lo aprecio bastante.

  —Creí que...—reí un poco secándome las lágrimas —Sería bueno desahogarnos los dos juntos, ¿sabes?

Me sonrió con el aclamado bello brillo de sus ojos. No muestra los dientes, sólo sus hermosos labios en curva.

—Eres hermosa...

Me besó lentamente, poniendo un conjunto enorme de sentimientos en mi cabeza y... Corazón también. Mi corazón latía en señal de que mi nerviosismo estaba presente, pero trataba de ignorarlo. Nuestras bocas se movían lenta pero apasionadamente a la luz de sol que estaba por salir. Me tomó de la cintura mientras yo le acariciaba la nuca y jugaba un poco con sus bellos rulos. De a poco, iba metiendo su lengua y en unos instantes, nuestras lenguas bailaban a un ritmo sensacional. Me hubiera dado asco si lo hubiera visto del punto de la Miranda antigua. Creo que Harry ha creado una nueva Miranda en el poco tiempo que llevamos conociéndonos.

Unos minutos más tarde, nos separamos con las respiraciones más agitadas que nunca. Apenas teníamos tiempo para respirar en el beso, lo cual es emocionante. Él me sonrió y me abrazó nuevamente.

  —Contigo... Es como estar en casa otra vez, Miranda.

Una de las mejores frases que me han dicho a lo largo de mi corta vida.

Pero, hay algo que no me cuadra muy bien.

  —¿Porqué yo?

Le pregunté.

  —Mi ex-novia murió en... un... incendio. —Lo veía tan vulnerable. —Y-yo pude haberla salvado si no me hubiera ido en busca de esa maldita presa para cenar. —Sólo miró para abajo con enojo en sí mismo.—Pero así es la vida... Mi difunto padre... No era tan bueno como todos—sonrió. Y yo me puse a pensar, tenemos algo en común.—No creo en Dios, ni que el tiene algo preparado para nosotros... Yo creo que cada uno construye su propio destino. 

Las palabras de Harry fueron algo confusas para mí, pero logré entender.

Cada uno con sus propios actos construye su futuro, tal vez el padre de Harry no hizo lo que un buen padre hace y ahora él está pagando las consecuencias.