Hunter » h.s

4.

Deduzco que son más de la una de la madrugada cuando me encuentro al frente de su habitación, sola, con frío y muchas ganas de comer. Lo típico en mí, siempre, era despertarme por estas altas horas a buscar comida. Pero actualmente ya no tanto, a causa de mi supuesto padre que andaba borracho por cualquier lugar de la casa. No podía esperarme nada de él.

Los recuerdos llegan a mi mente como si fuera obra del destino, mi padre, diciéndome que me odia, la historia de mi supuesto real padre, rompiendo mis fotos con felicidad, en pocas palabras. Deseándome la muerte o algo parecido.

Las lágrimas no tardan en llegar a acumularse en mis ojos. No las suelto, no aquí. No quiero ser más débil. Sé que sólo ha pasado menos de un día, pero estaba al punto de violarme. Y yo no quería eso.

Una traicionera se escapa y pasea lentamente por mi pálida mejilla. Recorre el resto de mi rostro, pasa por el cuello causándome cosquillas, de las cuales no me río.

Me siento sola. Pienso un instante en que Harry y yo podríamos volvernos buenos amigos y no me dejará por nada del mundo. Pero cambio mis pensamientos al instante. Es obvio que no, es un completo desconocido. Sólo se su nombre y aparenta odiarme. Son los pensamientos más locos que he tenido.

Estoy en una duda, en tratar de hacerme alguien cercano a él o sólo dejarlo ir.

Pienso un momento en ir a la pieza de Harry y poder conversar con él, conocernos un poco. Por una parte me da algo de temor hacerlo ya que podría golpearme, sacarme a rastras de aquí o cualquier cosa parecida a esa.

Una de las cosas que me parecen extrañas en él, es su mirada. Es tan oscura, profunda, sin emociones. Es interesante y misteriosa. Siempre con el ceño fruncido, las pocas veces que sonríe. Ese hombre es realmente extraño y me da miedo, pero algo en mí me dice que debo conocerlo más a fondo.

Me pregunto, ¿por qué vivirá por estas zonas? Digo, nadie vive por aquí a excepción de criaturas subnormales, según yo, que comen personas y no es para nada agradable.

Tal vez, él es el subnormal que vive aquí y ya no me dejará salir de esta espantosa cabaña.

¿Porqué vivirá por aquí? ¿Qué hacía en la calle hoy en la mañana? ¿Como le hace para comer o cosas así? 

Y ahí es donde caigo.

¿Qué haré para comer? ¿Para vivir? Digo, ¿como saldré de este lugar y del hábitat de los lobos allá afuera para poder sobrevivir con el dinero que me da el trabajo? ¿Cómo estará Liam? ¿Qué le diré cuando lo vuelva a ver? ¿Lo volveré a ver?

Los celulares por aquí no funcionan, dudo de que Harry tenga uno o algo parecido a un teléfono, y es más que obvio que por aquí no hay cabinas telefónicas.

Harry es algo parecido a un cavernícola.

De pronto la puerta, de la habitación en la que estoy, se abre lentamente. Parece una de las películas en la que el monstruo abre la puerta de la pieza y se come a la víctima. Espero que este no sea uno de esos casos.

Mi corazón late rápidamente a cuestión de mil por segundo. Estoy muy asustada por milésima vez en el día. O bueno, en lo que llevo sin dormir.

¿Será algún intruso? ¿Será algún aliado de Harry que viene a matarme? ¿Violarme? ¿O mucho peor, él?

Déjate de tonterías, Miranda.

Puedo ver la oscura silueta de la persona que está al frente mío, parada en el marco de aquella puerta de madera. Entonces, prenden la antorcha referida a la pieza en la que estoy.