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Camino unas cuantas calles más, antes de llegar a mi destino. El trabajo. Es genial, la comida es gratis para los nosotros los meseros. Es deliciosa. Y lo mejor, es que cada viernes toca una banda o cantante diferente y podemos quedarnos a conocerlos hasta que el local cierre.

Sin duda, amo Hard Rock Cafe.

Llego y entro rápidamente por la puerta trasera, a ponerme mi respectiva uniforme, un delantal negro lleno de pins, con el símbolo ya marcado del local. Lo adoraba.

Había sido una de las primeras en llegar, sólo estaban Olivia y Mason. Una pareja. A los cuales, aún no llegaba a conocer muy bien. Apenas he hablado con Olivia un par de veces, y es buena persona pero no era considerada amiga mía.

Me senté en la mesa, esperando a que el local abriera. Aún era al medio día, y eran las once y cuarenta y tres.

Poco a poco, empezaron a llegar todos mis demás compañeros del horario, y superiores. Entre ellos, mi único amigo en el local. Liam. Era mi mejor amigo, y no lo cambiaría por nada del mundo. Sabía todos mis problemas, acerca de todo y me apoyaba mucho.


—Hey, Miranda. —me dice Liam dejando sus cosas en la encimera.

—Liam. —finjo sonreír. — ¿Y esa manera de llegar tarde? Son las doce y tres. —digo fijándome en la hora en mi celular. Él ríe.

—Me quedé dormido. Aparte, esto de estar hasta las cinco de la tarde y estudiar después no es lindo. —reímos juntos. Al menos me sacó una sonrisa después de lo sucedido.


Nos quedamos conversando un momento sobre tonterías, sin duda él tiene un muy buen sentido del humor y eso me gusta. No digo que me guste de una manera como pareja, pero me encanta como amigo.

Me cuenta sobre su novia, Maggie, que regresó de Italia después de meses de estar separados. La conozco, es buenísima persona.

Está viviendo en su casa por mientras, hasta que consiga un apartamento para ella sola, ya que se quedará aquí a vivir. Aunque Liam no quiere, pero según lo que me dice, ella quiere ser independiente.


—¡Ya llegaron clientes! ¡A trabajar! —gritó la supervisora desde la puerta de servicio.


Rápidamente todo el mundo se puso a hacer lo que tenía que hacer. Como el lugar es enorme, los camareros nos dividíamos la cantidad de mesas que atenderíamos. Yo ya tenía las mías seleccionadas lamentablemente, Liam atendía las del otro extremo a las mías.

Para ser las doce y unos minutos, el local estaba lleno a pesar de ser muy temprano. Como todos los días.

Veo que ya hay gente en algunas de mis mesas, y rápidamente voy a atenderlas.



Sin duda será un día muy largo. 






***





—Miranda, lo siento mucho. Quedé en ir con Maggie a comer. —tomó su abrigo del gran perchero y su mochila. —Sé que te llevo usualmente, pe...

—Ya, no te preocupes. Es tu novia, acaba de regresar, quieres pasar más tiempo con ella. Lo entiendo. Si me llevas, perderás tiempo para llegar temprano a la universidad después. —digo tratando de zafarme del gran discurso que seguro me daría.


Aunque no tenía ni idea de como era estar en una relación seria.


Liam me llevaba todos los días a la estación de metros, la cual quedaba algo lejos del local. Incluso siendo las ocho y unos minutos, había más tráfico por lo que el camino se hacía largo.

Hunter » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora