Sara se levantó a las seis en punto, se duchó y se preparó con la ropa que encontró en el armario: una camisa de asillas algo escotada para su gusto, una cazadora de cuero negro, unos shorts y unas botas altas.
Desayunó unas tostadas con mantequilla y un café y, de algún modo, logró estar lista para las siete.
Crowley se presentó a la hora acordada en la casa, y la pilló revisando fotos en su móvil.
—Fan de los Winchester?
— ¿Los conoces?
El demonio asintió.
—Empezaremos por entrenamiento básico, debes reforzar tu cuerpo para adquirir poderes mentales.
La llevó a un campo de entrenamiento, donde había varios títeres.
—Veamos qué tienes.
Le dio un cuchillo y le indicó que lo atacara. Ella obedeció, golpeando con su puño el estómago del demonio, para luego tratar de acuchillarlo. El ser negó con la cabeza mientras paraba sus puños y la lanzaba contra una pared.
—Demasiado lenta. Soy un demonio, ¿recuerdas?
Ella lo intentó unas diez veces más antes de caer al suelo.
—Venga, princesa. Sorpréndeme.
—Auch... Me duele la cabeza.
—Bueno, tomemos un descanso.
El demonio la ayudó a levantarse, y ella le clavó el cuchillo en el hombro.
—¿Sorprendido?
El demonio se rió con fuerza y se arrancó el cuchillo,
—No está mal. Eres una de las que apuñalan por la espalda, ¿eh?
—Si llevo tres horas intentando pelear y llevándome golpes contra la pared, sí.
Volvieron a la casa y Crowley se sentó en un sillón mientras Sara se apoyaba en una silla.
—¿Cómo sabías que quería ser Rey del Infierno?
—No timas al Rey de los Cruces de Caminos sin un plan, ¿no?
El mencionado apareció frente a ella y la agarró por la garganta, levantándola en el aire.
—Hey, hey, cálmate, ¿quieres? Era una broma.
El demonio la soltó y la miró.
—Responde. A. La. Pregunta.
—Te he estado observando. Eres ambicioso, como un buen demonio. Si hay que apostar, que sea a lo más alto. Además, creo que serás un buen Rey del Infierno. Esto necesita un cambio, porque lo de Azazel saldrá fatal.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque él apuesta por Sam para liderar el Infierno junto a él, y Sam tiene a Dean de su lado, y esos dos están tan unidos que nunca lograrán separarlos.
—¿Cómo sabes eso?
—¿El gran plan secreto de ese ojos amarillos? Porque Sam es el plan B.
El demonio parpadeó, asimilando la información.
—Me lo contó porque yo era el plan A. No sólo me dieron sangre de demonio, soy nieta de Lucifer, un Arcángel Caído y creador de los demonios. Además de Miguel, claro, y, si no lo sabías, son los arcángeles más poderosos. Soy un bicho raro muy poderoso. Pero mis padres lo sabían, y por eso siempre nos escondieron. No puedo caer en su juego porque solamente hay dos cosas que me importan. Mi hermana y yo.
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De dioses paganos y cruces de caminos
Hayran KurguLuna y Sara, dos gemelas con nada en común excepto el físico y la Marca del Arcángel. Nietas de Miguel y de Lucifer, son de mundos opuestos, pero sacrificarían su vida la una por la otra sin dudarlo. Se suponía que una persona tuviera los poderes...