El sonido de una campanas me despertó tal parece lo usan a modo de despertador, me levante, dormí con mi misma ropa y seguiría con ellas no quiero ni me interesa uniformarme, quizás solo ducharme estaría bien. Mi compañera de habitación ya se preparaba para ir a ducharse —¿oye puedo acompañarte?— ella asintió con la cabeza, abrió la puerta y simplemente salió y yo detrás de ella. El lugar si que era amplio, había baños las tres plantas, entramos y por suerte las duchas estaban desocupadas, comencé a quitarme mi ropa, pero note que la chica no lo hacia solo estaba mirando para otro lado, si que es extraña, entre y abrí las llaves, el agua comenzó a caer en mi cara, pero sorpresa no había mas jabones solo uno ya usado y me resultaría antihigiénico usarlo. La puerta se abrió levemente y la mano de mi compañera se asomo agarrando un jabón nuevo, el cual tome y la puertita se cerró nuevamente. Me lave el cuerpo, me enrolle una toalla y Salí, fui al espejo para ver si la pintura en mi pelo había sufrido deslave lo cual si fue así pero solo muy poco. Ella salió agarrándose de lo que podía, sus lentes estaban a sobre el mueble del espejo, los tome y se los puse a lo que ella solo volteo a otro lado.
—eres demasiado tímida— fue lo único que dije tome mi ropa y Salí de ahí rumbo a la habitación
Me puse nuevamente mi ropa, mi compañera entro y seguía sin mirarme. —¿no te gusta ver a la gente?— pregunte, ella negó con la cabeza segundos después escuche ruidos las demás estaban bajando y haciendo sus cosas, se dirigían al comedor. Después de que ella termino de vestirse bajamos al comedor, todas las miradas estaban sobre mí tampoco paso tan desapercibida, camine junto a mi compañera y solo podía verlas murmurando a saber que cosas se decían
—¡oye Sofía¡, ¡¡al fin tienes compañera pero ¿sabe que eres lesbiana?!!—grito una chica desde el comedor tercero y mi compañera que tal parece se llama Sofía solo se agacho entonces por impulso o lo que sea yo respondí por ella. —si ella es diferente a ti que te valga madres— fue lo único que dije pero no pareció agradarle así que se levanto en conjunto con otras mas y se acercaron hasta donde estábamos.
—¿veo que aun no sabes quienes somos?.
—¿te parece que me importa si quiera saberlo?.
—nosotras podemos hacer de tu vida un infierno si no pregúntale a la asquerosa lesbiana.
—no sabes lo que es el infierno no hables de lo que no conoces y desde ahora te digo que Sofía como mi compañera que es esta bajo mi protección si te metes con ella te metes conmigo.Tome a Sofía de la manga y la lleve conmigo hasta otro comedor vacío donde nos sentamos pero ella seguía cabizbaja y muy callada. —ey no me molesta como seas todo somos diferentes de muchas formas— ella me miraba pero no decía nada. —respecto a lo que me preguntaste anoche mi respuesta es si, seremos amigas. Mi nombre es valentina Ledesma y el ¿tuyo?— ella parecía tener una pisca de felicidad reflejada en sus ojos. —M-mi nombre es Sofía Aguilera.
No se porque actué así creo que fue porque intuí que ella era demasiado bulleada por lo que una parte de mi no quiso que siguiera pasando por lo mismo. Desde ese momento desidia que tenia que enseñarle a ser fuerte pero estaba descubriendo algo que no imaginaba. La hora del desayuno paso y las clases que impartían comenzaron, me presentaron a te las demás pero simplemente seria un perdida de tiempo estar ahí pues no hice nada, me negué a hacerlo y eso pareció molestar a la profesora que usaba habito, me dio igual y me Salí de ese sitio fui al patio que había visto atreves de la ventana. Las quejas llegaron con la señora madre superiora o no se que rango tenga pero ella fue molesta hasta donde yo estaba.
—porque no entraste a clases ni hiciste tu deberes?— dijo molesta.
—no quiero y no obedeceré.
—te advertí que no queríamos problemáticas así que una vez mas te digo que uses el uniforme y !obedezcas!.
—no lo hare.
— ¡verónica!—grito he inmediatamente en compañía de dos hombres salió una monja de aspecto poco amigable —creo que ella necesita correctivo— posteriormente a decir eso los hombres me sujetaron a lo que yo me resistí y les golpe como pude pero usando un tranquilizante que me inyectaron me desvanecí. Recordé atada a una pared en un especie de cuarto se mi vacío pues había algunas cosas y lo posterior que vi fue a un hombre con mal aspecto mas bien diría desagradable a la vista, sujetaba un especie de látigo lo cual me dio la respuesta de porque estaba ahí y porque estaba amarrada de las manos simulando la crucifixión de cristo pues no tardaron lloverme los azotes. El comenzó a darme azote que sentí que me abría la piel de apoco en poco pero saben no grite ni llore creo que fue estimulante aun si mi espalda comenzaba a sangrar yo comencé a reír y reír no se si por la estimulación el dolor se convirtió en cosquillas y eso frustro mas al sujeto que los daba mas fuerte y mas el quería verme llorar o pedir piedad lo cual estaba resultando en lo contrario por solo me estaba causando gracia. Después de exactamente 150 azotes bajo la monja verónica para ver que no me hubiera destrozado.
—!que le haz echo a su espalda ¡ te dije 50 azotes¡.
—se lo que me dijo pero ella se comenzó a reír y no mostro que le doliera ni si quiera esta llorando mírela.
Verónica se acerco a mi para verme pero me vio sin reacciones aun si mi espalda estaba echa mierda. — ¿Terminaron?—pregunte a lo que ella me soltó y me dijo que me marchara, me agarre como podía y subí unas escaleras no me dolía y si lo hacia creo que me gustaba pero tampoco tenia tanta fuerza pues mi cuerpo pesaba así que como pude llegue a mi habitación parece que ya era tarde, abrí la puerta y pase, ahí estaba Sofía quien se levanto inmediatamente de su cama para ayudarme y llevarme a mi cama donde me acosté boca abajo.
—buscare algo con que limpiarte creo que ay un botiquín en el baño, !voy por el!—salió corriendo rumbo a buscarlo, realmente tan mal se veía me pregunte a mi misma no sentía mucho pero tal parecía mi blusa estaba rota de la parte de atrás ,Sofía entro y se arrodillo en mi cama abrió el botiquín y saco gasas y agua oxigenada . —Esto no fueron solo 50— comenzó a limpiar la sangre— te hicieron fea la espalda…— dijo en tono triste. —Esto no es nada— dije mientras la veía limpiarme. —¿te duele?—pregunto a lo que yo negué, realmente ya me había acostumbrado al dolor. —nunca me ha tocado eso pero he visto como lo aplican a las demás por eso dije que aquí es un infierno pues no es el único castigo que existe— paso su mano sobre mi espalda de forma suave. Me levante y me senté en la cama. —lo siento— dijo ella y agacho la mirada. —no pasa nada es solo no creo que sea para tanto repito esto no es nada pero gracias por curarme sofí— ella se levanto y sonrió, me parece que ella es buena persona me pregunto que hace aquí.
—me imagino que haz pasado cosas peores.
—¿porque lo dices?.
—porque la mayoría se retuerce de dolor o no para de llorar cuando le dan un castigo así y tu no tienes ninguna reacción creo— ella se sento a mi lado mientras un ambiente algo tenso se emoezaba a sentir.
—no se como responder eso siento molestia leve y ardor pero no lo suficiente como para doblegarme.
—eres fuerte
—tal vez o tal vez solo es voluntad— me levante y me acerque a la ventana para ver el cielo nocturno. —Sofía dime, ¿porque estas tu aquí?.
—creo que a ti si puedo contarte…— Solto un enorme suspiro y comenzó a relatarme su pasado.
—Era el verano y las vacaciones habían comenzado, pocos amigos tenia yo hasta cierto punto o podía socializar y mis padres se habían separado así que solo vivía con mi madre y hermano, tengo una hermana mayor pero ella se fue de la casa tiempo después de la separación. Mi madre empezó a desquitarse conmigo por así decirlo, cada vez que ella discutía con su novio. No podía confiar en nadie les daba alguna repugnancia el echo de que yo fuera lesbiana así que eso provocaba que me agredieran verbalmente al poco tiempo deje de comer incluso de dormir. Siempre lo mismo siempre me sentía tan sola, ansiosa y paranoica. Ese día lo recordare siempre pues mi padre discutió fuertemente con mi madre y su novio empezaron a agredirse y yo estaba harta solo quería paz… así que tome puñados de pastillas a manera de querer a cavar con esto… desperté en el hospital quizás triste por no haber partido de este mundo que siempre sentí que no era al que pertenecía. La psicóloga determino que mi estado mental estaba saturándose y que seria bueno desintoxicarme así que me trajeron aquí a modo de distracción y por que mi familia no estaba poniendo la suficiente atención en mi. Pero sabes creo que solo pase mal a peor, este lugar es peor que mi casa pero debo permanecer aquí el tiempo que sea necesario según la persona que me dejo aquí.
—creo que también eres fuerte— que mas podría decir y mejor dicho porque dije eso sentía empatía con ella. Abrí la ventana dejando entrar el aire fresco que levemente soplaba y movía algunos cabellos de mi cara. — ser amigas seria un problema pues somos tan opuestas que no se porque nos han enjaulado en un sitio como este. Tengo metas que cumplir, saldré de aquí pero antes me divertiré y no deseo involucrarte— no se realmente si yo estaba siendo consiente de lo que decía realmente no me importaría arrastrarlo junto con este lugar pero la vulnerabilidad que proyecta se manifiesta lo cual bloque mis pensamientos. ¿Qué demonios tiene?, no ay explicación del porque me siento rara como si algunas de sus vibras entraran en mi y me dieran estabilidad. Esta chica es peligrosa pero yo lo soy aun más. Me mordí el labio hasta obtener sangre del mismo el desliz leve de su sabor me provocaba euforia y lo disfrutaba pero mi pensamiento fue invadido por querer saber a que sabe ella. La voz de mi cabeza se retumbaba fuerte diciendo “deberías probarla”, “ a que sabrá su sangre”, “ vamos solo un poco, hazlo” me puse las manos en la cabeza y la apreté fuerte pues estaba envolviendo todo en distorsión y mi mente se desconectaba tal como la primera vez.
—¡¡MALDITA SEA!!— empecé a decir en voz alta.
—¿¿que te sucede??, ¿¿te duele??.— Sofía se acercó a lo que yo la empuje.
—aléjate…ah… debo salir— sabia que era una locura saltar de la ventana pero era una opción que debía tomar no podía explicarme que era eso o porque pasaba. Subí a la ventana y observe el suelo paso un minuto cuando sentí los brazos de Sofía aferrarse fuertemente a mi.
—tranquila…— mas fuerte se aferraba mientras su rostro estaba pegado a mi espalda y su piel rosaba las marcas de los azotes.
—suéltame.
—no te soltare tal y como tu me defendiste, ¡yo te defenderé!, ¡no perderé a mi primera amiga!— algo se descontrolaba y me absorbía me gire y la derribe estaba a punto de hacerle daño pero una voz diferente sonó en mi cabeza “¡DETENTE!” retumbo y quebró las paredes que me aislaban en mi pensamiento. Sofía estaba asustada, quizás a punto de llorar.
—no debías ver eso— pronuncie y me levante —es mejor que te cambien de cuarto pues la próxima quizás no me detenga no quiero que seas otra victima— Salí de la habitación buscando alejarme de ella. Aunque fuera sólo por momentos.
ESTÁS LEYENDO
VALENTINA
Teen FictionUna niña normal, una vida poco común pero es abrazada por la oscuridad que habita en cada ser humano, la tragedia la transformó en otra persona. ¿Encontrará el camino correcto? o sólo será el mounstro que ellos crearon.