CAPÍTULO 4 (parte 3)

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Salí de la habitación y subí algunas escaleras el internado contaba con un piso mas al cual nadie subía por la razón de que nadie habitaba las demás habitaciones por lo que ese piso estaba abandonado. Mi cabeza dolía y al mismo tiempo estaba confundida, tan abrumada por lo que acababa de suceder, por la extraña voz que sonó he inundo mis oídos y por mi comportamiento con Sofía… quizás ahora teme de mi pero eso esta bien, entre menos me relacione con las personas de este lugar estaré bien, sus castigos no son nada para mi, no asistiré a ninguna actividad.
Entre en una de las habitaciones vacías, el polvo cubría todo, las telarañas estaban por doquier esperando que algún insecto callera en sus enredos, el silencio me envolvía que decidí sentarme a pesar de la suciedad, pase mis dedos por mi cabello el cual comenzó a cubrir mi rostro. La imagen de Sofía no abandonaba mi cabeza su expresión se plasmo en mi mente de algún modo me sentía extraña. Creo que seria mejor quedarme aquí. No quería verla al menos no ahora pero ¿porque me siento así?, no he convivido tanto con ella, ella es irrelevante para mi. Decidí vaciar mis pensamientos y dejarlos completamente en blanco pero en ese mismo momento mi cabeza comenzó a punzar y en un abrir y cerrar de ojos había una silueta enfrente de mi la cual se sentó enfrente de mi.
—¿tienes miedo?—pregunto.
lo tuve antes ahora ya no siento nada.
—¿y crees que eso esta bien?
para mi lo esta, quien sabe realmente lo que esta bien o mal pero a todo esto tu voz me suena familiar.
si no fuera por mi tu la hubieras matado.
¿tu gritaste?
—¿no recuerdas quien soy?
—¿acaso necesito recordar algo importante ?
pasaron muchos años y cambios que sufriste a lo largo de ese tiempo.
no creo haber cambiado tanto
te ayudare a recordarlo, en tu niñez tuviste una amiga muy cercana a ti recuerdas ¿como se llamaba y que le paso?
que parte de “¿acaso necesito recordar algo importante ?” no entiendes.
cuando tenias solo 6 años tenias una amiga llamada lunari esa amiga impedía que te portaras mal o actuaras impulsivamente esa chica era tu amiga imaginaria.
nunca tuve tal cosa.
Me levante de ese lugar, al volver a mirar esa silueta había desaparecido quizás solo la imagine la falta de sueño me hace experimentar alucines extraños pero solo son eso, talle mis ojos con mis manos posteriormente me recosté sobre la vieja y polvorienta cama que al dejar caer el peso de mi cuerpo levanto una pequeña nube del polvo que la cubría, solo me dedique a ver el techo y cuando menos lo supe el sueño me venció. Por un periodo corto no sabia lo que me rodeaba entonces las imágenes comenzaron a proyectarse.

la casa en la que vivíamos se veía mas grande de lo normal, el jardín estaba lleno de vida, la casa era lo contrario a como estaba y a lo lejos en ese jardín se podía ver a un pequeña niña jugando con una pelota color rojo, parecía que jugaba con alguien mas pero solo estaba ella sola de repente mis padres aparecieron a mi lado viéndola desde la puerta mientras murmuraban cosas.
espero que mejore cuando comience a ir al psicólogo— dijo mi padre mientras miraba a mi madre.
veras que si, ella será tan común como cualquier otra niña.
eso espero porque no puede seguir con esa actitud.
La pequeña era yo a los seis años, esa niña que comenzó a correr en dirección a hacia la casa, brincando y corriendo.
papaaa lunari dice que si puedes comprarnos dulces.
claro hija te comprare lo que quieras.
también quiero,¡un perrito!
también te lo comprare cariño.
ven lunari vamos a jugar mas.

Aquella niña le hablaba al viento mientras sus padres la veían con expresión de preocupación, su hija hablaba sola ¿acaso?, su hija en verdad ¿tenia un amigo imaginario? No tenían la mas mínima idea pero de lo que yo estaba segura es de que la mente es lo suficiente poderosa como para crear o destruir.

Atardeció tan pronto como también anocheció la niña ya estaba en su cama esperando las buenas noches de parte de sus progenitores, su padre la beso en la frente y la arropo mientras su mama iso lo mismo después ambos apagaron las luces solo dejando prendida una pequeña lámpara en su mesita a lado de su cama y cerraron la puerta. Me senté a observarme dormir  pensar que en ese entonces tenia un poco de felicidad  aunque fuera momentánea. Estaba apunto de salir de esa habitación cuando inesperadamente mi pequeña yo hablaba dormida, comenzaba a estar inquieta, abrió los ojos y salió de la cama, abrió la puerta, camino por el pasillo bajando a la cocina donde tomo el encendedor y le prendió fuego a las cortinas en seguida se escucho bajar corriendo a mi padre quien inmediatamente apago el fuego y cargo a la pequeña niña.
no hagas eso cariño podrías lastimarte
papi lunari se enojara porque hice esto de nuevo…
La niña comenzó a llorar abrazada a su padre quien mas que enojado parecía estar asustado y yo como un fantasma en la casa comenzaba a recordar cada evento ocurrido en la infancia de la cual no recordaba mas que pequeños fragmentos que no tenían un orden. Cada imagen proyectada era como un golpe a la cabeza y al recibir el último donde vi la desesperación, la supuesta niña ya normal y curada entendí quien era esa silueta que se presento. Abrí los ojos posteriormente me levante —así que eres lunari— dije para mi misma en un pequeño susurro. La que me detuvo de hacerle daño a Sofía fue lunari, pero porque volvió o tenia que ver que mi quebrada mente estaba haciendo lo que le daba la gana, tampoco quiero darle importancia solo es un producto de mi mente asi que me da igual. Necesitaba salir a caminar para poder estar más centrada en mi misma y al abrir la puerta vi a Sofía recargada aun lado en la pared. —¿que hace aquí?— me dije a mi misma. Parece que esta dormida, me agache para verla mejor, parecía tan tranquila ella vino a buscarme, pero porque? Ella estaba asustada de mi o eso pensé.
-Sofía- la moví para despertarla. Lo cual no parecía funcionar duerme como si fuera un viejo tronco. Así que no quedo mas remedio que cargarla lo cual no resultaría problema pues yo era lo suficientemente fuerte para hacerlo, la tome con ambos brazos y la cargue, la lleve a la vieja cama donde la recosté, me senté en el piso después de eso donde me quede observándola dormir, me pregunto si estará soñando algo agradable, quite sus lentes dejando ver mejor su rostro, creo que si la paz y tranquilidad tuvieran una cara seria la suya, no deseo hacerle daño, sigo preguntándome porque, porque esta mujer me brinda tranquilidad en ocasiones. —¿a donde me llevara esto?— pase mis dedos sobre su cara —esto es raro verdad Sofía— susurre y me aleje un poco recargándome en la pared mientras ella dormía yo la miraba.

VALENTINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora