VALENTINA

CAPITULO 8 (parte 2)

-¿que piensas hacer?-pregunto veronica.

-nada fuera de lo normal solo quedate detrás de mí.

El hombre se asercarba cada vez más, sacudiendo su miembro erecto que era bastante desagradable por el aspecto que mostraba de suciedad. Me puse en cuclillas mientras sacaba la navaja de mi bolsillo. Sin despegar la vista de él. Me lanze sobre el esperando que mi peso fuera el adecuado para derribarlo lo cual parecía no seria problema en parte por el estado en el que se encontraba, callo al pavimento y yo ensima suyo sin dar explicaciones ni si quiera pensar que pudiera verme clave la navaja en la garganta de él, empujando hasta atravesar su tráquea, un agujero de él cual la sangre comenzó a salir deslizandose por su cuello mientras a su vez el aun vivía y luchaba por respirar, la sangre gorgoreaba por el aire escapando de sí mismo, se ahogaba en su propia sangre y su vista se alzaba al cielo nocturno, su mirada perdida sus ojos saliendo de su orbita mientras sus brazos se movian aún, que hábilidad maldita poseía para hacer esto, como podía hacer esto a mi corta edad, la mente es poderosa y mi determinación aun más, mientras aún daban sus últimos minutos de vida tome su miembro entre mis manos, lo jale y lo corte lentamente, desprendiendo el cuero de la piel y a su vez el miembro del cuerpo, un ridículo pedazo de carne que es mal usado por inbeziles bajo sustancias tóxicas que matan tus neuronas convirtiéndote en algo aún más inservible.

Mis manos ensangrentadas y la adrenalina subiendo por mi cuerpo, haciéndome sentir viva, olvidé lo que esta mañana me afectaba, esa era la clave asesinar para que pueda sentirme bien. Olvidaba una cosa, tenía a alguien a mis espaldas, volteé y vi a Verónica que estaba en una especie de shock, no se si fue demasiado para ella o ahora la asuste por presenciar esto, pero la pregunta más importante era, ¿me delatara?, y si es así tengo que deshacerme de ella aquí mismo.
Me levante del cuerpo inerte que ya no tenía más vida, pase mi manga de la sudadera sobre la navaja para limpiarla.

-¿tienes miedo?, porque si no es así deberías tenerlo.

-porque deberia tenerte miedo si me protegiste.

-lo dices tan a la lijera que es difícil de creer sabias. Acabo de matar a alguien frente a tus ojos.

-el nos estaba molestado fue en defensa.

-interesante tu respuesta pero en si yo lo disfrute. Ahora te pregunto - me aserque lo suficientemente a ella que solo media 6 centímetros más que yo. - ¿vas a delatarme?.

-¿tu que piensas?.

-que si lo haces antes de que me atrapen iré por tu cabeza, la abriré como una sandia y me comer tus sesos directamente de tu cabeza como si dulce pulpa fuera.

-no te voy a delatar, no porque tenga miedo de ti, si no porque considero que fue en defensa.

-es todo lo que quería oír.

Me di la vuelta y comenzar a caminar, con dirección a mi casa, dejándola atrás a ella o eso creía, pero me comenzaba a seguir de serca, ¿que acaso no la buscan en su casa?. Me seguía como el perro que acaricias en la calle y te sigue esperando un poco mas de atención.

-oye espera ni si quiera se tu nombre.

Me detuve un momento levante la cara al cielo preguntandome porque me tocaba conocer personas así. -¿ mi nombre?, para que quieres saber mi nombre si nunca mas volverás a ver mi cara.

-solo quiero ser tu amiga.

-¿que no entiendes que no busco tener amigos?.

-pero te vez bastante sola.

Sola... Una palabra que aunque no lo parecía me causaba un retumbar en mi cabezas dejando que mis voces me siguieran a coro diciendo que era cierto, estaba sola, pero que importa que lo estubiera, no estaba viviendo para nadie más. Solo para mí y mis ambiciones, sin embargo hablar sola no era una de las mejores opciones.

-¿vas a seguirme?.

-tengo bastante tiempo libre.

-eres bastante irritable he insistente.

-¿gracias?.

-podría hacerte lo mismo que al tipo sabes- ella seguía a una distancia considerable pero seguía asercandose.

-me harías un favor.

-creo que no soy la única que dice estar "sola", si no valoras tu vida o si quiera te importa entonces continúa caminando.

Volví a caminar ella se quedó parada, supongo que efectivamente solo son palabras al aire. Sin embargo comenzó a caminar, acaso es tan estupida como para seguir a la primera persona que ve que esta sola o si quier a piensa que va a ayudarme, es bastante patético que lo este creyendo. Llegamos a mi casa. Me detuve hasta que ella llegó a mi. Tenía una mirada muy seria como y a su vez triste. - bien esta es mi casa pasa si quieres o quedate a fuera como quieras- camine y abrí la puerta la cual dio un rechinar fuerte. Ella entró y observo todo a detalles quizás.

-¿no conoces la limpieza?.

-¿no sabes cerrar la boca?.

-huy que genio.

-yo jamas dije que sería amable contigo. Estas aquí porque asi lo quieres. - deje mis cosas sobre el sillón y me quite la sudadera- bien ahora que piensas hacer solo estar ahí, ¿curiosiando?.

-¿siempre haz sido así de grosera?.

-repito no tengo la necesidad ni las ganas ni la obligación de ser amable con nadie. Menos contigo que te acabo de conocer he interrumpiste que me arrojará al vacío.

-pensé que quizás....

-¿que necesitaba ayuda?.

-si.

-JAJAJAJAJAJAJA señorita veronica al recaste, toma en cuenta una cosa no puedes salvar A nadie si no te salvas primero a ti, no deberías ir llenándote  de acciones "buenas" cuando solo es una excusa a una salida para ti misma, podría decir que quieres salvar a todos, ayudar, o lo que sea porque tu mismas necesitas eso.

-tu no sabes absolutamente nada de mi.

-tu tampoco y aun así te atreves a seguirme.

-es diferente.

-¿en qué?.

-sólo es diferente.

Me levante la playera dejando expuesto mi pecho y torso, mis pocos senos desarrollados, mis varias sicatrices y golpes marcados. Cada marca fue una promesa y un avanze a lo que hasta ahora soy, caídas, lesiones por ser más fuerte. - ¿vez lo que tengo?, ¿crees que puede ayudarme?, ¿crees que vas a sanar esto?- me aserque a ella quien volteo a otro lado. -puedo contarte una historia de cada marca que está aquí. Puedo decirte que tus palabras, tus buenas intenciones no van a sanar nada de mi, puedes irte porque pierdes tu tiempo aquí. Yo no pienso cambiar y tu no eres nadie para pretender que vas a hacerlo.