Icewoman

Afrontando miedos

Madrid, España

Desperté con la misma pesadilla de siempre, pero esta vez no sentí miedo. 6:10am marcaba el reloj de la mesita de noche, con algo de prisa llegaría a tiempo a clases.

Sin perder más tiempo, me di un baño y me vestí rápidamente. Opté por algo cómodo, un jeans rasgado en las rodillas, un swater blanco con el logo de Starburks, una bufanda verde de cuadros y mis zapatos deportivos. Recogí mi cabello en una coleta alta que caía en ondas.

Al salir de la residencia me topé con Floryedma, quién traía cara de pocos amigos, las ojeras se le marcaban más que la última vez que la vi, cerca de una semana. Es difícil poder coincidir debido a nuestros horarios. Mientras yo estudio, ella duerme y mientras yo duermo, ella trabaja.

Aún con su cara cansada, tiene un rostro envidiable, cejas gruesas y pobladas, ojos verdes, nariz perfilada y labios delgados, cabellera rubia en conjunto con su piel blanca, la combinación perfecta digna de una modelo. Y como pasar desapercibida su extrema delgadez, Debido a trastornos alimenticios. Aunque lo niegue sé que no se alimenta correctamente.

-¡Hola vampira! -Saludé cuando estuvo a mi lado.

-Hola... -se esforzaba por mantener los ojos abiertos.

-Descansa pequeña -aunque es mayor que yo, muchas veces la llamaba así, porque yo la superaba en estatura. Me regaló una sonrisa y se adentró en el departamento.

Seguí mi camino hasta la estación y tomé la ruta 45, la más cercana a la universidad.

Ya era jueves y tenía clase de análisis de los estados financieros a primera hora. Me encantaba la parte práctica, los cálculos y todo eso, pero a la hora de analizar era todo un desastre.

Al salir de clases, fui como ya se me estaba haciendo costumbre hasta el cafetín del campus junto a Gina, Carla, Francisco y Alfonso. Tomábamos la hora del almuerzo para hablar desde las clases hasta una salida al cine que terminamos planeando para el fin de semana. Nos conocíamos desde hace poco, pero compaginabamos muy bien todos.

De regreso, Francisco se ofreció a llevar a todos a casa, dejándome a mí por última.

Al llegar me despedí y le agradecí por la molestia. Antes de bajar de su Wolkswagen Bora negro me detuvo por el brazo y me plantó un sonoro beso en la mejilla izquierda. Me tomó desapercibida, el simple gesto me sonrojó.

-¿Aceptas ir a cenar esta noche? -propuso sin soltar mi brazo -tal vez temiera que escapara- no aceptaré un no... -me miraba fijamente esperando una respuesta

-Francisco, yo... -suspire y me decidí sin darle tantas vueltas -Esta bien

-Perfecto, paso por ti a las 7:00pm -dijo soltando mi brazo y bajé del auto

-¡Claire! -gritó mi nombre cuando me disponía a cerrar la puerta.

-¿Olvidé algo? -pregunté confusa

-Sonrojada te ves más hermosa -Sonreí ante su alago, y mis mejillas ardieron nuevamente. Cerré por fin de un solo portazo y me encamine al edificio

Al entrar al departamento encontré a Floryedma en el sofá durmiendo tranquilamente, continué con cuidado de no hacer ruido. Dediqué el resto de la tarde a terminar un trabajo de administración y un ensayo de derecho laboral.

Terminé cuando el sol se posaba en el horizonte, aún restaban un par de horas para que llegarán por mí.

Traté de relajarme un rato escuchando música. Localicé mi Ipod y le subí volumen. Mi lista de reproducción estaba encabezada por la española Bebe, y su tema Ella, amaba esa canción...