sueños perturbados

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Madrid, España

Silencio, silencio, solo hay silencio, el claro sonido de la soledad; interrumpido por un molesto sonido.

¡Tic, tic, tic, tic!
Oigo la alarma sonar y me despierto sobresaltada, pero con la vista un poco nublada por la fuerte luz solar que se cuela por la ventana, dándome la bienvenida a un nuevo día, otro monótono día.

Miro el reloj, marca las 6:00am. Tardo unos segundos en darme cuenta que siento mucho calor y me encuentro cubierta por una fina capa de sudor, seguidamente imágenes borrosas de mi sueño me recuerdan que he tenido una pesadilla, sí, la única pesadilla que me persigue.

Decido inmediatamente tomar una ducha para dispersar mi mal sueño; al salir del baño tomo otra toalla y seco mi cabello largo el cual decido que llevare suelto. Me visto rápidamente tipo informal y muy cómoda con un pantalón negro, camisa de rayas negras y blancas y una manga larga enlazada a la cintura y mis infaltables tenis blancos. Tomo mi bolso y salgo de la residencia.

Antes de tomar el bus, decido tomar algo en la cafetería del frente, se llama Valpan o algo así no le puse atención al nombre, aún tengo 50 minutos para llegar a la universidad y allí mismo se encuentra la estación. Amo vivir aquí, todo me queda muy cerca

Al entrar elijo una mesa pequeña que está junto a la pared y desde donde puedo ver el flujo de personas que transitan el lugar, unos con más prisa que otros pero todos con el mismo afán por la vida.

Mientras me atienden, me dedico a detallar el lugar. Es pequeño pero acogedor, tendrá algo más de diez mesas, las paredes están pintadas en tonos pasteles y de ellas cuelgan cuadros que hacen contraste con los colores.

-Buenos días, ¿qué desea ordenar? - pregunta un simpático moreno de ojos claros y sonrisa encantadora.

-Buenos días, solo tomaré un jugo de naranja natural, por favor -pedí amablemente

-Enseguida señorita, con permiso -dijo a la vez que tomaba nota en su libreta y desaparecia por la barra.

Mientras esperaba, se me acercó una niña, tendría menos de siete años, cabello despeinado y enredado, ojos café, vestía una camiseta rasgada, un pantalón corto desgastado y estaba descalza.

-Señora por favor deje algo de dinero, mis hermanos y yo tenemos hambre y si usted está aquí es porque tiene dinero para pagar -Dijo la pequeña con la voz quebrada

-Hola... Ven, sientate -en ese momento llegó el chico con mi jugo y se apresuró a correr a mi compañera de mesa, yo no lo iba a permitir.

-¡No! Yo me hago cargo. Por favor traeme otro jugo y un sándwich -Dije algo molesta

-Enseguida -respondió el moreno a regañadientes

Por casi un par de minutos observe a la niña en completo silencio, hasta que rompí el hielo.

-¿Dónde están tus padres? -pregunté con gran preocupación. Era inaceptable que esta criatura esté sola con tanta maldad que existe en el mundo

-No conozco a mi papá y mi mamá casi no la veo. A veces me quedo despierta a esperar que regrese, que es cuando el sol empieza a salir, luego me quedo dormida y al despertar se ha ido de nuevo. No se a dónde va. -Confiesa ese angelito con sus ojitos nublados con una lágrima que lucha para no ser derramada

Permanezco en silencio mientras mis engranajes trabajan a toda prisa; lo que yo minutos antes pensaba que era un problema, desapareció al darme cuenta de que existen personas que tienen menos que yo y no dejan de agradecerle a Dios por cada día. Estar vivo es una razón para seguir luchando y sonreír, como inconscientemente lo hago ahora. Este pequeño ser le ha devuelto la luz a mi vida.

-Buen provecho -la voz me hace salir de mi estado neutral, como yo lo llamo cuando no logro definir cómo me siento. No me había dado de cuenta que la orden yacía sobre la mesa.

-Gracias -digo a la vez que observo esas diminutas manos temblorosas sostener el sándwich y finalmente morderlo con timidez

-¿Cómo te llamas? -pregunto luego de tomar un sorbo de mi jugo

-Alba -respondió mirandome a los ojos para luego tomar de su jugo -¿y usted?

-Eso no importa ahora. Solo que tu termines de comer -mire el reloj, se me hacia tarde

-¡No puedo! -dijo levantando un poco la voz

-¿porqué? Acaso no te gustó el... -no me dejó terminar la pregunta

-Sí señora, esta muy rico. Es lo mejor que he comido en días, pero debo dejarles a mis hermanos para que ellos también puedan desayunar -miraba ansiosa el sándwich a medio terminar

¡Omg! Había olvidado que sus hermanos la acompañaban. Un nudo muy grande e incómodo se me formó en la garganta, era admirable ver como se resistía a seguir comiendo a pesar de sentir hambre para darle de comer a sus hermanos. Mis ojos se cristalizaron rápidamente y mis palabras se esfumaron, me dejó muda. Tomé lo que quedaba de mi jugo para suavizar el nudo.

-¿Dónde están tus hermanos? La pequeña Alba señaló en dirección a la estación de buses

-No te preocupes, termina todo tu desayuno que yo pediré uno igual para ellos -le prometí mientras le hacía señas al moreno para que se acercara

-¿De verdad puedo comerlo todo? ¿Ellos también comerán hoy? -y con esas inocentes palabras no pude resistir más y mis pozos derramaron unas silenciosas lágrimas que recorrían mis mejillas; las limpie rápidamente antes de que el mesonero se acercara

-Por favor me pone una orden para llevar de 6 sándwiches, 3 jugos, 1 agua grande y un paquete de galletas saladas -el chico me miraba de manera confusa mientras escribía la orden

La pequeña Alba abrió sus enormes ojos con sorpresa y emoción

-¿pidió todo eso?, debe de tener mucho dinero porque por más que mis hermanos y yo salimos a la calle, solo nos alcanza para un sándwich sencillo, sin comprar jugo, bebemos agua en la estación de buses. De allí comemos los tres -sonó mi celular, tenía un texto de Gina. Debía ir de prisa a la universidad

-Escucharme pequeña, debo irme pero prometo verte pronto -aunque no quería dejarla allí, no podía hacer nada más, bese su frente y corrí a la caja a cancelar la cuenta. Después de asegurarme de que le entregarían la orden a la niña, tomé un taxi; debía llegar rápido a la universidad.








Subí un día antes. Les recuerdo 4 historias, 4 países. Este personaje vive en España, aún no les revelare el nombre. Les dejo una foto en multimedia para que se hagan una idea.
No se les olvide votar y comentar qué les gustó y qué no de la historia. Un beso, nos leemos pronto.






IcewomanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora