Comparaciones con la luna

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El año comenzó mal, demonios, esa bruja cara de sapo era lo más terrible que le hubiera pasado a Hogwarts. Los gemelos continuaban con sus sortilegios, Hermione se los ponía difícil pero, aun así, todo iba de maravilla.

Fred tenía el presentimiento de que Pansy le ocultaba algo, lo veía en sus ojos, pero, no se atrevía a preguntarlo, en realidad, no quería saber la respuesta.

-No entiendo por qué sigues con esto – soltó George algo molesto.

-¿A qué te refieres? – pregunto Fred fingiendo tranquilidad.

-Pansy.

Fred solo sonrió de lado, no esperaba que su hermano lo entendiera, no esperaba que nadie lo entendiera.

-Es... digo, entiendo que sea linda y... digo tiene un trasero que...

-¡Hey! Ten mucho cuidado – lo amenazo Fred.

-Solo digo que entiendo la atracción, pero... esto ya es suficiente Freddy, estar con ella te causa más disgustos que alegrías.

-No lo entenderías George – soltó Fred algo melancólico.

-¿Qué cosa?

-Esto, lo que tengo con Pansy, no lo entenderías.

-¿Por qué no?

-Porque, es diferente a todo lo que tú conoces, es diferente a... todo.

-Entiendo que... tal vez... sientas algo por ella, algo muy fuerte pero...

-George, no es solamente algo muy fuerte, no es nada que pueda expresarse, no es como lo que tú sientes por Angelina, no es... el común y convencional amor que todos sienten, esto es... especial.

-Sí, es ese tipo de amor que terminara de la peor manera – soltó George molesto.

Su hermano no entendía de razones cuando se trataba de la princesa de Slydherin y eso frustraba a George, ver a Fred tan... idiotizado por la chica lo hacía temer, temer porque intuía como terminaría esto.

-Fred, ella... ni siquiera puedes vela, ni siquiera puedes estar con ella en público, ni siquiera puedes...

-Eso se solucionara, espero que antes que tarde.

-Fred, entiéndelo, ella jamás será tuya, dime, hace cuanto que no la vez.

Fred sonrió, hacia algunos días que no la tenía entre sus brazos, eso lo entristecía más de lo que pudiera admitir. Pero en vez de aceptarlo ante su hermano respondió:

-Imagina que la luna no viniera cada noche, imagina que viniera solo cuando le diera en gana. Cuando la vieras tú... ¿le recriminarías por no venir cada noche o solo... te alegrarías por verla una vez más?

-¿De qué rayos hablas Fred? ¿Estás comparando a Pansy con la luna? ¿Estás loco?

-Si – soltó Fred con tristeza y más que eso, resignación.

Esa noche al fin la encontraría en el oscuro y amplio pasillo detrás del cuadro de un montón de ancianos. Llego puntual, un poco antes de la hora pactada y espero. Pasaron algunos minutos pero ella no se presentaba, cuando tres cuartos de horas pasaron decidió marcharse.

Comenzó a caminar hacia la salida cuando el retrato se abrió y Pansy entro corriendo. Su sonrisa apareció en sus labios solo al verla, ella lo vio y sintió alivio, corrió hasta él y se lanzo a sus brazos.

-Lo lamento, lo siento, no podía salir de la sala hasta que... pensé que ya no estarías.

-Siempre te estaré esperando, lo sabes.

Ella lo miro con ternura. Le dolió saber que la estuvo esperando tanto tiempo.

-De verdad lo lamento.

-¿Me dirás que sucede?

-¿Qué?

-Has estado extraña últimamente.

-Yo... bueno, lo que pasa es que...

Fred soltó su cintura y tomo su rostro.

-¿Qué ocurre?

-Mis padres me pusieron a un par de... guardaespaldas, por decirlo así.

-¿Qué?

-No los sé, me notaban extraña supongo.

-Pero...

-Son un par de gorilas de séptimo, es por eso que he estado con Draco más tiempo del necesario y es por eso que casi no puedo verte, lo lamento.

-Debiste decírmelo desde hace mucho.

-Estamos todos muy tensos con la cara de sapo y...

-¿Con quién?

-La profesora Um...

-Se a quien te refieres, pero no pensé que la llamaras así – rió Fred.

-Juntarme contigo saca mi lado bromista supongo.

Fred asintió y saco de su bolsillo un par de dulces.

-Entonces esto te servirá, dáselos a los gorilas y... te libraras de ellos.

-¿Qué es? – pregunto la chica tomando los dulces morados entre sus manos y mirándolos a detalle.

-Los enfermara, pero no gravemente, solo para que dejen en paz, pero no se los des personalmente o lo sabrán.

-Ya me las averiguare – dijo Pansy sin dejar de examinar el dulce. 

Orgullo y Humor (Fredansy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora